Ronald Evans-Meza
roevansme@gmail.com
Catedrático Escuela de Medicina y Cirugía Universidad Hispanoamericana. San José, Costa Rica. Médico epidemiólogo. Maestría en Salud Pública.
Coordinador Unidad de Investigación e Innovación en Ciencias de la Salud Universidad Hispanoamericana. San José, Costa Rica
J. Daniel Pérez-Fallas
Docente Universidad Hispanoamericana. San José, Costa Rica. Médico Cirujano.
Adjunto a la Coordinación Unidad de Investigación e Innovación en Ciencias de la Salud Universidad Hispanoamericana. San José Costa Rica.
Salud Pública Efectos de las bebidas azucaradas sobre la mortalidad y carga de la enfermedad en Venezuela Fecha de recepción: 02/03/2017
Fecha de aceptación:
18/09/2017
Durante los últimos veinticinco años, han venido ganando terreno los estudios relativos a la carga de la enfermedad. Hace menos de un año salió publicado un vasto estudio que determinó la carga de la enfermedad global, regional y nacional relacionada con el consumo de bebidas azucaradas (BA) para el año 2010. De dicha investigación extrajimos la mortalidad atribuible a las BA en Venezuela, para la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. A las anteriores patologías correspondieron 1531 defunciones, que representan el 1,10 % de la mortalidad total en el país. El 75% de dichas muertes (1.143) fueron causadas por diabetes tipo 2 (12,9 % del total de defunciones por diabetes), 355 defunciones fueron por enfermedades cardiovasculares (23% del grupo y el 1,12% del total de muertes por ECV), mientras que apenas hubo 23 defunciones por cáncer (2% del grupo y el 0,1% del total). Por lo anterior, es conveniente estimular esfuerzos para disminuir el consumo de bebidas azucaradas ya que es un factor contribuyente a la obesidad y el sobrepeso, y por ende, también de la morbi-mortalidad nacional y mundial.
Palabras Claves:Bebidas azucaradas; carga de la enfermedad; mortalidad; Venezuela
Title Effects of Sugar Sweetened Beberages on Mortality and Burden of Disease in Venezuela
Abstract
During the last twenty years, studies concerning the burden of disease have been gaining ground. Less than a year ago a major study was published, it determined the burden of global, regional and national disease related to the consumption of sweetened beberages (SB) for the year 2010. In this research we extracted the mortality attributable to SB in Venezuela, for type 2 diabetes, cardiovascular disease and cancer. A total of 1531 deaths were due to the aforementioned pathologies, representing 1.10% of total mortality in the country. The 75% of these deaths (1,143) were caused by type 2 diabetes (12.9% of total deaths from diabetes), 355 deaths were from cardiovascular disease (23% of the group and 1.12% of total deaths CVD), while there were only 23 deaths related to cancer (2% group and 0.1% of the total). Therefore, is important to encourage the efforts to reduce consumption of sweteened beberages because it is a contributing factor to obesity and overweight, and therefore also of the morbidity and mortality nationally and globally.
Key Word Sweetened beberages; burden of disease; mortality; Venezuela
Efectos de las bebidas azucaradas sobre la mortalidad y carga de la enfermedad en Venezuela
Introducción
Desde épocas pretéritas, la magnitud de lasenfermedades crónicas ha sido estudiada
mediante la medición de la morbilidad, la mortalidad y la letalidad. Se
reconoció también desde entonces, la carencia de indicadores que identificaran
otros estados alterados de la salud, como la discapacidad (estado funcional) y
la calidad de vida(1).En el
pasado hubo intentos de crear
indicadores conjuntos que tomaran en cuenta todo el abanico de posibilidades
del proceso salud-enfermedad, como ha sido reseñado por diversos autores (2).Pero ninguno de ellos pudo imponer con éxito, sus propuestas. A partir de
los años noventa, han venido utilizándose con divulgación creciente, otros indicadores para evaluar lo que se ha
denominado “la carga de la enfermedad”.
El primer estudiocon este título fue iniciado
en1992 a instancias del Banco Mundial(3),
siendo concluido para poder ser presentado
en su informe de 1993 y que posteriormente, para ser mejorado y publicado, en múltiples
ocasiones ha recibido la colaboración y participación de la Organización
Mundial de la Salud, así como de otros organismos como universidades (en
especial, la universidad de Harvard), gobiernos de naciones desarrolladas,etc. Uno de los principales creadores de la
nueva metodología, el Dr. Cristopher Murray, funcionario de la OMS,realizó revisiones y actualizaciones del
estudio original publicadas en los informes anuales de salud(4).
Posteriormente conapoyo privado, a
estos aportes inicialesdel Banco Mundial y de la Organización
Mundial de la Salud, así como sus sucesivas contribuciones que han continuado en el tiempo,se ha agregado el Instituto de Métricas de
Salud, que tiene su sede en la ciudad de Seattle, en los Estados Unidos(5), que ahora bajo la dirección del mismo Murray, ha publicado amplísimos
informes de la GBD (Global Burden of Disease), con numerosos colaboradores de
muchos países que han permitido ampliar el panorama del proceso salud - enfermedad en el mundo. Se trata
realmente, de una verdadera revolución epidemiológica, al emplear nuevas
herramientas estadísticas muy sofisticadas, logrando hacer conocer información
aún de países que cuentan con muy pobre data. En América Latina es de destacar
el aporte que ha venido dando el Observatorio de la Salud, con la ayuda del Instituto CARSO de la salud en asociación
con la Fundación Mexicana para la Salud(6).
Desde hace ya varios
años se viene conociendo la contribución e importancia de las bebidas
azucaradas (BA) sobre la obesidad y sobrepeso, descritapor numerosos autores,existiendo al respecto,suficiente información bibliográfica muy específica sobre ella (7).
Lo mismo que sobre su capacidad de aumentar el riesgo de presentar diabetes
tipo 2, independientementede su posibilidad
de provocar adiposidad(8).Además, es bien conocido
que un alto consumo de BA podría llevar un aumento del Índice de Masa Corporal
y por ende también de los riesgos que esto produce. Entre ellos la aparición de
varios tipos de enfermedades crónicas no transmisibles.
Se han presentado de
igual manera algunos estudios sistemáticos que rechazan o consideran
inconsistentes la asociación entre BA y
el riesgo de obesidad (9).En igual sentido, el nexo entre este
tipo de bebidas y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares(10).
Pareciera existir en este caso, cierta semejanza con lo ocurrido con las
investigaciones que inicialmente asociaban el tabaquismo con cáncer de pulmón y
posteriormente con otras numerosas enfermedades. A estos estudios prontamente
se sumaron otros financiados por las industrias tabacaleras que ponían en duda
dicha asociación. El tiempo se encargó de fallar a favor de los primeros ya que
la evidencia resultó tan incuestionable que las tabacaleras sucumbieron a sus
propósitos de desacreditar los trabajos que robustecían la propuesta causalidad
del cigarrillo con muchas patologías. Precisamente, un interesante artículo
denominado “una sistemática revisión de revisiones sistemáticas” demostró que
los conflictos de intereses financieros sesgaban los resultados de aquellas
revisiones que no encontraban asociación entre el aumento de peso y las BA (11).
Hace poco tiempo salió
publicado en el Journal of Clinical Nutrition(12) un interesante
artículo que ha dado mucho que hablar, ya que encontró que el ingerir BA con
cantidades bajas, medianas o grandes, aumentaron determinados factores de
riesgo de las enfermedades cardiovasculares en un lapso de tiempo tan corto
como apenas dos semanas.
Recientementeun grupo de investigadores de la Universidad
de Tufts, de Harvard, del Imperial College of London y del Instituto de
Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, con el apoyo
de numerosos colaboradores de varios países, publicaron una investigación(13)
que calculó la carga de la enfermedad global, regional y nacional
relacionada con el consumo de bebidas azucaradas (BA) para el año 2010. Como
comentamos en otro artículo(16) “los autores incluyeron como BA las
gaseosas (sodas), jugos de frutas, bebidas energizantes,tés con azúcar o frescos caseros (frescas),
que contuviesen como mínimo50 kcal por
onza. No se incluyeron los jugos 100% de frutas.Se estimó por un lado el efecto de las BA
sobre el Índice de Masa Corporal (IMC) y por el ende, el efecto de las BA sobre
la diabetes tipo 2, algunas enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de
cáncer. Se trató de un esfuerzo muy meritorio que se hizo por vez primera en el
mundo(13,16). Aunque nos interesan particularmente los datos de
Venezuela, resulta conveniente conocer algunos resultados a nivel global
comolos siguientes.
En
lo que respecta a mortalidad global,la
investigación que comentamos(13) atribuyó 184.000 defunciones (95 % IC
161.000-208.000)al consumo de BA, que
representaron el 5,3 % (95 % IC 5,0 %-5,8 %) de todas las muertes por diabetes,
el 0,4 % (95%, IC 0,3 %-0,6 %) de las muertes que relacionan el IMC con las
muertes cardiovasculares, y el 9,3 % (95 %, IC 0,3 %- 0,6 %) de las defunciones
por cáncer relacionadas con el IMC. El 72,3 % de las muertes correspondieron a
diabetes mellitus, (133.000, 95 %, IC 126.000-139.000), 24,2 %(45.000; 95 %, IC 29.000-61.000) a
enfermedades cardiovasculares, y 3,5 % (6450; 95 %, IC 4300-8600) a cáncer
relacionado con IMC.
Se
hallaron importantes diferencias en
relación a la mortalidad regional, correspondiendo a América Latina la tasa más
alta (48.000 por millón de adultos y la más baja a Australia y Nueva Zelanda
(560; 95 %, 440-700). Tal como sucede en
el ámbito global, los adultos mayores tienen la mortalidad atribuible a las BA
más elevada, pero los adultos jóvenes, proporcionalmente presentan lamás alta (13).
Entre
los veinte países más poblados del mundo, Méxicotiene las tasas más elevadas ( 405 fallecimientos por cada millón
de adultos). Las cifras anteriores significan que el 12,1 % de las muertes por
diabetes, enfermedades cardiovasculares y tumores malignos relacionados con la
obesidad ocurridos en México, pueden ser atribuidas al consumo de bebidas
azucaradas(14). A continuación le sigue Estados Unidos (125 muertes por cada millón
de adultos), luego Indonesia y Brasil. México, igualmente liderizó a nivel
mundiallosAños de Vida Ajustados por Discapacidad (AVAD
en español, DALYs en inglés), que como es conocido, este indicador combina la mortalidad prematuramente perdida con los
años de vida perdidos por discapacidad. En este país, uno de cadaseis diabéticos relacionados con DALYsfue atribuido a la ingesta de BA. China presentó
la tasa de DALYs más baja. México tiene una de las tasas más elevadas de
diabetes tipo 2 en el mundo y es uno de los países que utilizan mayor cantidad
de jarabe de maíz de alto contenido en fructosa como endulzante. La fructosa se
usa también muy frecuentemente para edulcorar muchos tipos de bebidas y se
conoce que inhibe la producción de leptina e insulina, hormonas estas que
contribuyen a regular la glicemia y la obesidad(15).
Materiales y métodos
Basándonos
en el trabajo anteriormente citado, en cuanto a Venezuela, pudimos extraer la información relativa al consumo de bebidas
azucaradas de acuerdo a la edad y el sexo, así como también los valores nacionales promedio del
índicede masa corporal. En segundo término,
obtuvimos elnúmero de muertes y tasas de mortalidad
atribuiblesa la ingesta de bebidas
azucaradas en Venezuela, por sexo y grupos de edad para el año 2010. En igual
sentido, elaboramos con la información anterior, un cuadro resúmen de la
mortalidad por millónatribuible a la
ingesta de bebidas azucaradas en Venezuela para el mismo año citado
anteriormente, tanto para los varones
como las mujeres, para los grupos etarios entre 20 años y 44, 45 y 64 y por último, para los de 65 y más años, así como para todo
el grupo (ambos sexos).
Resultados
En
la tabla 1 se puede apreciar que el mayor consumo de bebidas azucaradas se
produce en el grupo de 20 a 44 años, tanto para varones(1,3, IC 0,4-2,3), como para mujeres (1,2, IC
0,4-2,1); disminuyendo sucesivamente en los grupos de 45 a 64 años y de 65 y
más. Ig. Para la población general (ambos sexos), el
consumo promedio de BA fue de 0,8, (IC 0,3-1,4). En cuanto al IMC, el promedio nacional fue de 27
(I.C. 26-29), teniendo las mujeres de 45 a 64 años el promedio más elevado (30,
I.C. 28-32).
Tabla 1. Características de la población que
ingiere bebidas azucaradas en Venezuela para el año 2010
Fuente:
Referencia 13
En lo referente a la
mortalidad atribuiblea las BApara ambos sexos y todaslas edades, encontramos que para las tres
causas estudiadas (diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y cáncer)
hubo un total de 1531 defunciones(IC
1278-1989) lo cual representa el 1,10 % del total de muertes en Venezuela
(138.504 defunciones) para el año 2010, de las que el 75 % correspondieron a
diabetes tipo 2 (1143, IC 988-1301 muertes) equivalente al 12,9 % del total de
muertes por diabetes en el país (9537). Para las enfermedades cardiovasculareshubo un total de 355 defunciones (IC 219-489)
lo que corresponde al 23 % del total de muertes en el grupo y el 1,12 % sobre
el total de muertes cardiovasculares. La menor mortalidad atribuible a las
BAocurrió en el caso del cáncer (23
muertes, IC 20-46) equivalente al 2 % del grupo y apenas el0,1 % del total de defunciones por tumores
malignos. Estas cifras y sus respectivos porcentajes lucen pequeñas en
consideración al total de la mortalidad, pero no dejan de tener significado desde
un punto de vista epidemiológico.
Tabla 2. Número de muertes y tasas de
mortalidad atribuibles a la ingesta de bebidasazucaradas en Venezuela, por edad, para el
sexo masculino año 2010. Tasas por millón.
Fuente:
referencia 13
Tabla 3. Número de muertes y tasas de
mortalidad atribuibles a la ingesta de bebidasazucaradas en Venezuela, por edad, para el
sexo femenino año 2010.Tasas por
millón.
Fuente:
referencia 13
Tabla 4. Número de muertes y tasas de
mortalidad por millónatribuibles a la
ingesta de bebidas azucaradas en Venezuela para el año 2010 en ambos sexos de
los 20 años a los 65 y más.
Fuente:
referencia 13
Discusión
La importancia de la investigaciónque nos ha permitido
realizar este trabajo(13), radica en que por vez primera se ha
determinado la carga de la enfermedad
atribuible al consumo de bebidas azucaradas, a nivel global, regional y
nacional, especificando el número de muertes, su tasa respectiva y los AVAD
para tres enfermedades seleccionadas como son la diabetes tipo 2, las
enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Ese gran aporte ha hecho posible
extraer la cifras para Venezuela que hemos presentado en las páginas
anteriores, que no solamentenos permite
cuantificar la magnitud del problema sino también servir de base a futuras indagaciones que
posibiliten conocer los cambios que pueden producirse, de aplicarse
intervenciones para disminuir el consumo de BA.
Las cifras de Venezuela en el ámbito latinoamericano son
intermedias entre las de México (24.100 muertes, tasa 405 por millón,
ocasionadas por diabetes, enfermedades , cardiovasculares y cáncer atribuidas a
las BA) y las de Costa Rica apenas 197 defunciones, tasa 43,45 por millón),
constituyendo el 1,03 % de todas las muertes16. En el caso de
Venezuela,la tasa fue de 102 por
millón, representandoun 1,17 % del
total de defunciones. Es de advertir, que estas tasas son fiel expresión de las
que aparecen en el texto original.(13)
CONCLUSIÓN
Estainvestigación puede ser de mucha utilidad paraalertar y motivar a las autoridades
políticas, académicas y de salud de Venezuela a fin deque empiecen a tomar medidas de diversa índole que permitan disminuir el
consumo de bebidas azucaradas, ya que si bien el número de defunciones atribuidas
a ellas no es muy grande (unas 1.531 anualmente), es un factor contribuyente
muy importante a la obesidad y el sobrepeso, y se conoce muy bien el efecto
negativo de estas patología sobre la morbi-mortalidad mundial. En este sentido,
debería estudiarse el ejemplo de México que ha incrementado la tasa de impuesto
para las BA, que tiene impacto comprobado, utilidad que ya se conocía desde que
fueutilizado en el caso del cigarrillo.
Financiamiento:
Investigación autofinanciada
Declaración
de conflicto de interés: Los autores declaran no tener ningún conflicto de
interés
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NOTA:Toda la información que se brinda en este artículo es de cará
cter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.
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