Juan Carlos Valls Puig
vallstru@ hotmail.com
Especialista de Cirugía General y Cirugía Oncológica
Profesor Agregado. Jefe de Cátedra Servició de Otorrinolaringología. Escuela Luís Razetti. Universidad Central de Venezuela
Cirugía Incisión cervicofacial de colgajo superior adaptable Fecha de recepción: 29/06/2017
Fecha de aceptación:
19/12/2017
La caracterización y modificación de una incisión de uso común representa el marco conceptual para su uso en doce pacientes con diagnóstico de tumores malignos auriculares, parotideos y faciales. En toda la serie se efectuaron parotidectomías y disecciones cervicales. El abordaje pudo adaptarse de acuerdo a los hallazgos intraoperatorios. La morbilidad de la herida quirúrgica propuesta es comparable a lo reportado en la literatura.
La incisión cérvicofacial de colgajo superior adaptable, combina los conceptos de los colgajos preauriculares e identificación del nervio facial, las premisas de irrigación cutánea del cuello, y la adaptabilidad del procedimiento a la ubicación del tumor primario.
Title Cervicofacial Incision of Superior Adaptable Flap
Abstract
We present the characterization and modification of a common incision for removal of auricular, parotid and facial malignant neoplasm, and its results in twelve patients with parotidectomies and neck dissections. The morbility is the same of the literature national and international.
The cervicofacial incision with a superior adaptable flap combines the concepts of preauricular flaps and identification of facial nerve, the irrigation cutaneous cervical and the adaptability to the primary tumor.
Key Word Incision; cervicofacial; flap; parotidectomy; dissection
Introducción
A lo largo del siglo pasado, se han descrito,
recomendado, condenado y redescubierto una serie de diferentes abordajes quirúrgicos
para la extirpación de tumores faciales y cervicales. Algunos son de uso
corriente, siguiendo su descripción original o con algunas variaciones. Otras
son de interés histórico(1).
Han cambiado progresivamente de acuerdo
a las modificaciones en la radicalidad
del procedimiento(2,3), el efecto de la radioterapia previa en la
cobertura de los vasos cervicales bajo tratamiento(4-7), y los estudios de irrigación
cutánea del cuello(8-10).
Los principios generales para la selección de la
incisión incluyen exposición adecuada del tumor y los ganglios linfáticos
comprometidos, viabilidad de los colgajos, cobertura apropiada de los vasos
cervicales principales, y adaptabilidad a los hallazgos intraoperatorios que
permita englobar estructuras o niveles ganglionares adicionales y estomas. Deben
ser aplicables a diversos procedimientos combinados y considerar la
reconstrucción de la herida con el aspecto estético. El tipo de trazo puede
trabajar a favor o en contra. Es parte
integral de la operación y no, un acceso rutinario al área operatoria. Permite
desarrollar y completar la tarea quirúrgica. La comprensión de estos factores y
el juicio del cirujano, es importante para su selección(11-13).
El propósito del estudio es describir la experiencia
del autor en la caracterización y desarrollo de una incisión cervicofacial de
uso común en pacientes con diagnóstico
de neoplasias malignas primarias de conducto auditivo externo, glándula
parótida y de piel facial
que se acompañaron de parotidectomías y disecciones cervicales.
Algunas consideraciones en la evolución de los abordajes faciales, cervicales y
cervicofaciales son necesarias para la comprensión de la descripción del trazo quirúrgico
de la presente serie.
La incisión más frecuentemente utilizada en el
tratamiento de las neoplasias parotídeas constituye la modificada de Blair.
Inicialmente descrita por Vilray Papin Blair,
en 1917(14)
y modificada
por Hamilton Bailey en 1941(15). Ofrece
una amplia exposición para la identificación del tronco del nervio facial, sus
ramas y la neoplasia(16-18). En
la literatura es también conocida como
en “S” italica (19),
algunos autores franceses la refieren como en “bayoneta”(20)por su similitud al instrumento militar (Figuras 1a y 1b).
Figura 1. Incisiones faciales, cervical y cervicofacial de referencia para la
caracterización de la incisión de la serie.
(JCVP)
En 1921, Walter
Sistrunk sugirió antes de extirpar el
tumor, la identificación de la rama mandibular del nervio facial, continuando
en sentido retrogrado hacia el tronco, y
completar la disección de todas sus divisiones(21).
Posteriormente, R. Janes, desarrolló la
técnica de aislar el tronco del nervio facial entre el borde anterior del
músculo esternocleidomastoideo, la porción cartilaginosa del conducto auditivo
externo y el vientre posterior del músculo digástrico para seguir en sentido
anterogrado por sus ramas(22).
La primera ilustración del artículo sobre manejo quirúrgico del cáncer de tiroides
publicado en 1940 por Frank Lahey, evidenció su incisión en “J”(23). Charles
Eckert y L. Byars, la usaron para la extirpación
en bloque de todos los ganglios cervicales en continuidad con la tiroidectomía(24). Posteriormente,
Eugene Grandon y Edgar Brintnall
diseñaron un trazo semejante, para
los tumores escamosos de la vía áereodigestiva superior, adaptable en su
altura, a la ubicación de la neoplasia
primaria. Inicia en la apófisis mastoides, continua a lo largo del borde anterior
del músculo trapecio. La rama transversal se emplaza en un nivel más elevado o
igual que la incisión de Eckert &
Byars, cuando se asocia con procedimientos
en la cavidad
oral o la laringe. La denominaron “utility”
o de utilidad por su fácil ejecución, sigue las líneas de tensión, con
exposición adecuada, rápida cicatrización, amplia base de irrigación, protege
la bifurcación carotidea, escaso defecto cosmético y adaptable a operaciones combinadas cervicales(25).
Se puede emplear posterior a la radioterapia(26,27). En algunos textos y
artículos se le conoce como en “Palo de hockey” por su similitud con este
instrumento deportivo (Figura 1c).
En los casos bilaterales se le denomina en “delantal”(19,28).
En el diseño de las incisiones debe conocerse la
anatomía vascular cervical. Su correcto emplazamiento, es determinante para que
la irrigación sanguínea alcance todo el colgajo y garantice la cobertura de los
vasos cervicales. Dos yugoslavos, Vinko Kambic un otorrinolaringólogo y Antón
Sirca un anatomista, publicaron en 1967,
el primer estudio de vascularidad cutánea cervical. Los seguirían Freeland
& Roger. Ambos inyectaron tinta india en la red arterial y venosa de cadáveres
de recién nacidos. Obteniendo interesantes premisas. Las ramas arteriales
cutáneas cervicales transcurren en dirección vertical, no transversal. La mitad
superior de la piel del cuello esta irrigada por ramas descendentes y la mitad
inferior esta suplida por ramas ascendentes. Perforan el músculo platisma y conforman
una fina red superficial, que transcurre en la misma dirección. Durante la
confección de los colgajos, los vasos perforantes son seccionados, pero la fina
red superficial permanece intacta, estableciéndose alternativas de suministro
sanguíneo. La inclusión del platisma mantiene el flujo óptimo(9-11)(Figura 2a).
Figura 2. Irrigación arterial cutánea cervical con su
dirección vertical ascendente y descendente, e incisiones surgidas posterior a los
estudios de Kambic & Sirca. (JCVP).
El estudio de las incisiones cervicofaciales como
entidad única, para la remoción de neoplasias faciales que se acompañan de
parotidectomía y disección cervical, se acredita al cirujano argentino Erdulfo
Appiani. Describió una incisión de colgajo único, con amplia exposición para cirugías radicales de neoplasias
cutáneas, parotideas o submaxilares. Aplicable a diversos procedimientos
combinados. La inició en la región preauricular,
siguió el contorno de la base del lóbulo de la oreja y la descendió
verticalmente junto al músculo esternocleidomastoideo, sobrepasando el tercio
medio de la clavícula. En años posteriores, el trazo cervical lo adosó a la línea
de implantación del cabello. Indicando las ventajas de mantenerse oculta en
algunos segmentos(7,16,29)(Figura 1d).
Sin embargo, en la literatura al referirse a este tipo de incisiones combinadas,
se recomienda la simple extensión pre o retroauricular de los trazos estándar
para disección cervical. O a la inversa, la simple inclusión de una “J” en el
cuello a una modificada de Blair, sin consideraciones en torno a los conceptos
de irrigación o adaptabilidad(17,18,30-33).
Se señala la infección de la herida, la necrosis con dehiscencia
y retracción de los colgajos, el edema facial, el hematoma, el seroma, la
exposición, y ruptura de la arteria carótida como complicaciones relacionadas
con la incisión(26,27,34).
Pacientes y métodos
Se realizó un
estudio descriptivo y cuantitativo,
de doce
pacientes de la Consulta de Tumores de Cabeza y Cuello de la Cátedra Servicio
de Otorrinolaringología del Hospital Universitario de Caracas, Hospital Pérez
de León 2 y Hospital Ortopédico Infantil, evaluados desde el 2010 hasta el
2016, con los diagnósticos de neoplasias malignas primarias de conducto auditivo
externo, glándula parótida y de piel facial;
estas ultimas con extensión directa o metástasis a la región parotídea. Clasificados
por etapas según los sistemas de Arriaga & col para tumores de pabellón
auricular y conducto auditivo externo(35) y los del American Joint
Committe of Cancer (AJCC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) para glándulas salivales mayores y metástasis ganglionares (N) de cabeza y cuello 2002(36-39).
Motivado a la necesidad de un abordaje quirúrgico cervicofacial
que brinde exposición adecuada, aplicable a diversos procedimientos combinados,
adaptable a los hallazgos intraoperatorios, emplazable según las premisas de
irrigación arterial y con mínimas
complicaciones, con o sin radioterapia previa, se documentó, desarrolló y modificó desde el año
2010, la experiencia en una incisión de uso común, la modificada de Bailey para
parotidectomía seguida de una extensión en
“J”(17,18,31-34),
para que cumpliera estos fines. Se
denominó colgajo cervicofacial superior
adaptable.
Se aplico el abordaje quirúrgico seguido de
parotidectomía superficial o total y disección cervical de los siguientes
tipos: radical, radical modificada y selectiva, según la clasificación
propuesta por el Committe for Head and Neck and Surgery and Oncology publicada
en 1991(40),
actualizada en 2002(41)
y 2008(42).
Otros procedimientos adicionales realizados fueron auriculectomias, mastoidectomias,
exeresis de piel o procedimientos reconstructivos.
Realización de la incisión: Inicia
con bisturí del número 15, en el margen preauricular a nivel del ángulo externo
del ojo, desciende en dirección al trago para rodear el lóbulo auricular y continuar su contorno a lo largo
de su borde posterior, hasta cubrir dos tercios de la longitud del pabellón.
Sigue en dirección oblicua y posterior hacia
el proceso mastoideo, para descender en
una curva gradual, por el borde anterior del músculo trapecio hasta un punto
equidistante entre el borde inferior de la mandíbula y el borde superior de la
clavícula. Continua transversalmente hasta la línea media. Queda emplazado, el
trazo inicial de un colgajo cutáneo de amplia base superior con dos componentes,
facial y cervical. Se respetan las premisas de irrigación cutánea descritos por Kambic &
Sirca(10)
(Figura 3a).
Figura 3. a)
Incisión cervicofacial de colgajo superior adaptable para neoplasias malignas.
En letras y líneas interrumpidas azules la distancia de los bordes inferior de
la mandíbula y superior de la clavícula a la rama transversal del abordaje. Los
trazos interrumpidos rojos representan las extensiones adaptables. b) Incisión
emplazada sobre los niveles ganglionares. c) Campo quirúrgico expuesto. Vientre
del m. digastrico (puntas de flechas negras), vientre superior del m.
omohioideo (punta de flecha blanca) y vasos cervicales mayores (flecha negra).
d) Aspecto postoperatorio mediato. (JCVP)
El componente
facial del colgajo cutáneo superior se levanta sobre la fascia parotídea con
electrocauterio, en sentido anterior por
el margen preauricular. Toda la grasa subcutánea y el sistema músculo
aponeurótico superficial (SMAS) son conservados en el colgajo. Se extiende
hasta la salida de las ramas periféricas del nervio facial y la aparición del
músculo masetero.
En dirección caudal se descubren sucesivamente la
porción cartilaginosa del conducto auditivo externo, la apófisis mastoides, la inserción superior
del músculo esternocleidomastoideo con su borde anterior y posterior. Se definen los limites del denominado Triangulo
del abordaje del nervio facial, mencionado por Francisco Montbrun & col y
otros autores(22,34,43,44).
Se inicia el componente cervical del colgajo cutáneo
superior, continuando por el borde anterior del músculo trapecio hasta el límite
inferior de la incisión. El colgajo es elevado
y mantenido en la superficie
inferior del platisma. Debe identificarse la entrada del nervio accesorio
espinal en el músculo trapecio medial por su borde anterior. Se separan la
fascia y las partes blandas sobre el nervio, evitando su lesión. Sigue la exposición del nervio hasta su
salida en el punto de Erb, que coincide con
la emergencia del nervio auricular mayor, en el borde posterior del músculo esternocleidomastoideo,
Se trata de conservar la rama posterior del nervio auricular mayor que se
dirige hacia el oído externo.
La disección del colgajo superior se continúa, para
exponer el borde medial del músculo esternocleidomastoideo y el margen inferior
de la mandíbula. La vena yugular externa es conservada. Se identifica y preserva la rama marginal del
nervio facial. Esto permite contactar el componente facial del colgajo cutáneo
superior con el cervical.
Finalmente se completa la movilización del componente
cervical del colgajo superior, continuando por el borde inferior de la
mandíbula hasta la línea media. Dos inserciones musculares son visualizadas
como puntos anatómicos constantes. La inserción del músculo omohioideo en el asta mayor del
hueso hioides y la del vientre anterior del músculo digastrico en la sínfisis
del mentón. Los límites quirúrgicos para la disección cervical selectiva de los
niveles ganglionares del IB al III según la clasificación del “Memorial Sloan-Kettering
Cancer Center”(45)
quedan delimitados (Figura 3b). El
borde inferior de la mandíbula como límite superior. Las ramas cutáneas del plexo
cervical y el borde posterior del músculo esternocleidomastoideo como
posterior. El inferior representado
sucesivamente por el cruce con la vena yugular interna y el vientre superior del
músculo omohioideo, y el vientre anterior del músculo digástrico (18). Queda
confeccionado el colgajo de amplia base
superior y el campo quirúrgico esta expuesto para la parotidectomía y la
disección cervical (Figura 3c).
Previo al cierre, se perfora con la rama del drenaje
aspirativo, por debajo del ángulo inferior de la herida cervical, y se emplaza siguiendo
sobre el borde anterior del músculo trapecio hasta la apófisis
del mastoides.
Según la localización del tumor y los hallazgos
intraoperatorios de la disección cervical, la incisión puede adaptarse. Una
extensión horizontal del extremo craneal siguiendo el arco cigomático, la
prolongación por el margen posterior del pabellón auricular en sentido craneal
o el descenso de la rama transversal cervical permitiría respectivamente, el abordaje de
lesiones de la porción superior de la región preauricular, confeccionar una
auriculectomía parcial o total, o completar los niveles IV y V para una
disección cervical radical (Figura 4, a y b).
Figura 4. a)
Extensión horizontal del extremo craneal siguiendo el arco cigomático. b) Aspecto
postoperatorio mediato. c) Reconstrucción con colgajo
músculo cutáneo del trapecio en área de defecto de auriculectomía total.
Se analizaron los pacientes de acuerdo al sexo,
edad, localización, etapa tumoral, tipo de procedimientos, histología del primario,
número de ganglios extirpados y metastásicos, número y tipo de
complicaciones postquirurgicas.
Resultados
La edad de los pacientes estuvo comprendida
entre 25 y 76 años, con una media de 57.
La mayoría (75%), pertenecientes al género masculino. La localización tumoral se
distribuyó en un tercio de la población al
conducto auditivo externo, otro tercio fueron
primarios de parótida, un 25% de metástasis
a parótida de primarios cutáneos faciales y finalmente una neoplasia cutánea que
infiltro la región parotídea, 8,3%.
El tamaño tumoral de las neoplasias de conducto auditivo externo y las de parótida,
fue mayor o igual a T2 en los primeros y T3 en los segundos. Todos sin
adenopatías palpables en cuello (N0). Una de las neoplasias de conducto auditivo externo y dos con metástasis de primarios cutáneos
faciales, fueron sometidos a exeresis del primario y radioterapia previa en
otros centros.
En toda la serie se efectuaron dos
tercios de parotidectomías totales y un tercio de superficiales. Las neoplasias
primarias de parótida, una de las de conducto auditivo externo y otra de las
metástasis de primario cutáneo, requirieron parotidectomía total con sacrificio
del tronco principal o una de las ramas del nervio facial, por compromiso
clínico preoperatorio e infiltración tumoral constatado
en el acto quirúrgico(18,36,37,44). Los tumores de conducto
auditivo externo se acompañaron de algún procedimiento en mastoides como
mastoidectomía parcial, resección lateral o petrosectomía subtotal(35).
Se realizaron nueve disecciones
cervicales selectivas, niveles IB al III, dos radicales modificadas con preservación de las
tres estructuras, y una radical clásica por extenso compromiso del primario. La
decisión de realizar disecciones cervicales electivas en el grupo de neoplasias
de conducto auditivo externo y de parotida, estuvo sometida al tamaño tumoral
de los primarios(35-37). La presencia de metástasis parotídeas y la
extensión directa a la glándula, fueron las indicaciones para
linfadenectomía cervical electiva en los
tumores cutáneos(38).
La neoplasia cutánea sobre la
región parotídea, una de las primarias de parótida, y todas las de conducto
auditivo externo, se iniciaron con una incisión de colgajo superior, adaptándose
ó ampliándose sin dificultad, a una auriculectomia total o parcial, en el
transcurso de la intervención. El 75% de los procedimientos finalizó con cierre
primario, sin embargo tres tumores de conducto auditivo externo, requirieron para
el cierre del defecto, la colocación de injertos libres de piel o la rotación
de un colgajo músculo cutáneo del trapecio (Figura 3d y 4c).
El reporte
histológico en dos tercios de los casos fue de carcinoma escamoso.Las neoplasias parotídeas indicaron carcinomas
mucoepidermoides y adenocarcinomas ductales. Una pieza proveniente de un tumor
de conducto auditivo externo señaló compromiso
del borde profundo. El promedio de
ganglios extirpados para los procedimientos selectivos fue de 8.Un tercio presentaron metástasis en el espécimen quirúrgico.
Las
complicaciones postoperatorias asociadas a la incisión fueron una dehiscencia
discreta de los bordes de la herida por infección leve en un paciente
previamente irradiado y un hematoma tres semanas después de la intervención, en
otro paciente hemofílico. El dolor postoperatorio requirió analgésicos antinflamatorios
no esteroides por vía endovenosa u oral, hasta el quinto día. Fue necesaria la remoción
de los injertos de piel por falta de adhesión. El colgajo músculo cutáneo de
trapecio se implanto satisfactoriamente. No hubo fístulas, edema facial o rupturas de la
arteria carótida. El promedio de retiro de los sistemas de drenaje fue de siete
días.
Se reportó un 25% de parálisis facial temporal y ausencia del
síndrome de Frey. Todos los no irradiados previamente, recibieron radioterapia
postoperatoria. Durante el
periodo de seguimiento de 6 a 84 meses, el paciente con el borde profundo comprometido
y otro primario de parótida recidivaron. Dos con
metástasis a parótida de primarios cutáneos de cara, fallecieron por recidiva
del primario facial varios meses después.
Discusión
Después
de la descripción de las incisiones para parotidectomías de Vilray Papin Blair
y Hamilton Bailey, Hayes Martin incorporó un trazo retroauricular que se origina en el
lóbulo auricular, en dirección posterosuperior(46).
Posteriormente, el mismo Erdulfo Appiani en 1967, describió un abordaje
periauricular conocido como “Lifting modificado” para la remoción de tumores
benignos. Inicia en la región temporal, desciende y contornea el lóbulo de la
oreja. Continúa en dirección posterior, permanece oculto en la línea de
implantación del cuero cabelludo(7,16).
Popularizado en Venezuela por Mijares & col(47)(Figuras 5a y 5b).
Figura 5. Incisiones faciales, cervicales y
cervicofaciales previas a los estudios de irrigación cutánea cervical en 1977. (JCVP)
Un
cirujano polaco, Franciszek Jawdyński, efectuó en 1888,la primera disección radical en bloque de todos los
grupos ganglionares del cuello. Publicó el procedimiento en una
revista polaca, la Gazeta Lekarska. Al
referirse a la incisión, indicó: “Efectué la incisión desde el ángulo de la
mandíbula hasta la unión esternoclavicular”(2,3,48,49) (Figura 5c).
En
Cleveland, Ohio, George Washington Crilepopularizó e ilustró la disección cervical
radical en 1905 y 1906. En su primer artículo describió su incisión más conocida. Rodea en parte la circunferencia del cuello
por debajo del maxilar inferior seguido de una extensión central en dirección a
la clavícula(3,50,51)(Figura 5d). Surgieron
seguidores de la disección radical en Francia, como J. Roux Berger e Hipolito Morestin(29,52)
(Figura 5e).
A
principios de la década de los cincuenta, la técnica de disecciones cervicales
radicales fue redefinida por Hayes
Martín. Este autor ilustro y nombró su incisión, como la doble “Y” o doble
trifurcada, con ángulos obtusos en los colgajos cutáneos(53) (Figura 5f).
Desde la descripción original de George Crile hasta finales
de la década de los cincuenta, el tipo
de trazo estaba determinado esencialmente por una adecuada exposición(1,8). El
aumento en la aplicación de radiaciones preoperatorias a altas dosis(4,5),
ocasionó necrosis y dehiscencias de las
heridas seguido de rupturas de la arteria carótida(4,5,8,10,27,54,55).Estas fallas estimularon el deseo de diseñar
trazos más adecuados para prevenir estas dificultades. La cobertura de la bifurcación
de la arteria carótida por un colgajo bien irrigado, fue la premisa más
importante, seguido de una buena exposición. Lentamente se abandonó la doble
“Y” de Martin(54).
El gran colgajo anterior fue descritó por Schobinger
en 1957. Fue el primer abordaje diseñado para una exposición adecuada y
cobertura apropiada de los vasos cervicales, alejando la rama vertical de
la bifurcación carotidea(56). Son
conocidas como en forma de “boomerang”(28)(Figuras
5g).
Apoyados en las complicaciones descritas y la poca
estética de los trazos conocidos, Esteban Garriga Michelena
en Caracas(55)
y William MacFee en New York(1),
publicaron su doble incisión transversa, durante el año 1960. Ambas paralelas entre si, sin cruces,
convergencias o ángulos. Un colgajo más ancho en el primero que en el segundo.
Hermes C. Grillo y Henry Edmunds la ejecutaron en las recaídas post
radioterapia (57).Recomendadas por numerosos autores por seguir las
líneas transversas naturales, cicatrización optima y conservar la estética (6,19,57-59).
Ambos autores no se conocieron, se trató de una
simultaneidad histórica(19)(Figuras 5h y
5i).
Joseph Attie, publicó
la incisión única transversa
lateral del cuello (54).
Posee una cobertura segura de los vasos cervicales y exposición adecuada para
las operaciones combinadas de cavidad oral(6,9,11,19,54)(Figura 5j).
En
Venezuela el crédito por
haber practicado la primera disección radical de cuello se otorga al Dr.
Hermógenes Rivero quien la realizó en 1939 en el Instituto de Oncología “Luís
Razetti”. El Dr. Bernardo Guzmán Blanco
la convirtió en una operación de rutina(58,60). En los trabajos de Rodríguez
Grimán(58), Bernardo Guzmán(60) y Francisco Montbrun(22)
la incisión más empleada fue la de Martin, seguida de los trazos de Garriga. La
de Schobinger fue popularizada por Marquez Reveron(61). Garriga
García & Brito en su atlas fotográfico,
recomiendan el “palo de hockey”,
Schobinger y la del mismo Garriga
Michelena(19).
Kambic & Sirca recomendaron la incisión en “H” o ¾
de “H”, colocada entre las ramas arteriales ascendentes y descendentes
principales (10).Freund incorporó un componente vertical
en el extremo posterior de un trazo único transversal, por detrás del borde anterior del trapecio, lejos de la
arteria carótida(9-13). En
la cátedra de otorrinolaringología(62)fueron las preferidas durante la década
de los noventa(Figuras 2b y 2c).
A partir de la década de los setenta, se comprendieron las vías de diseminación
linfática cervical. Surgió el concepto de las disecciones cervicales
modificadas y selectivas. En las últimas, solamente eran removidos el grupo de
ganglios del cuello que están en alto riesgo de contener metástasis, basado en
la localización del tumor primario. De acuerdo al
tipo de disección cervical selectiva se emplean determinadas incisiones. En las
que incluyen los niveles I al III, conocidas
como supraomohioideas, son abordadas por trazos del tipo en utility, la única
transversa o el “boomerang”. Para los niveles II al V, conocidas como laterales, el
abordaje será en “Palo de hockey” o de Garriga(19,28,59).
Respecto a las incisiones cervicofaciales, Hayes
Martin en 1957, señaló en una ilustración,
un trazo preauricular por neoplasias parotídeas
malignas a su incisión de disección
cervical(46).
Esteban Garriga M. incorporó la modificada de Blair a su doble trazo(63)(Figura 5k y 5l).
En el presente estudio, la media de la edad, la frecuencia
del género, las indicaciones quirúrgicas y
el tipo histológico, se
corresponden con lo reportado en la literatura nacional e internacional(18,35-38,44, 64-68).
El promedio de ganglios extirpados se correlaciona con lo recomendado por la 6ta edición de clasificación
TNM para tumores malignos. Se considera idóneo entre 6 y 10 ganglios en el
espécimen quirúrgico de las disecciones selectivas y radicales respectivamente (39).
Las
complicaciones relacionadas con la herida quirúrgica son raras en las
parotidectomías, las disecciones cervicales solas y ambos asociadas (6,8,10,22,26,28,34,44,47,59,61,62,66-69).
Se incrementan en las linfadenectomias entre un 10 a 70%, cuando se combinan
con factores como técnicas que incluyen la
apertura de la mucosa faríngea(6,22,26,28,34,60),
el uso de radioterapia previa por encima de 65 Cgy y el tamaño tumoral avanzado
del primario(5,6,22,26,28,34,58,60,70-73).
Otros como la poca planificación en el
emplazamiento de las incisiones, el cierre inadecuado y la hemostasia
inapropiada se acompañan de escasa irrigación y daños en los vasos subdermicos,
seguido de necrosis de los colgajos e infección(22,26,34,60).
La morbilidad relacionada con el trazo
fue de 16,6%; una dehiscencia de la herida, y un hematoma, en un paciente
previamente irradiado y un hemofílico, respectivamente. Ambos con tamaño
tumoral del primario mayor a T3.
El dolor es usualmente mínimo durante el
postoperatorio temprano (34).
El síndrome de Freyes indicadodesde su ausencia hasta un 60%(17,37,44,47,63,68,69).
La gran mayoría de las parálisis faciales son temporales oscilando entre 6,4 a 46%(17,47,66,68)y las
permanentes 4 a 5,55%(20,66).
En caso de compromiso del nervio facial, se requiere su sacrificio(18,36,66).
En la serie el porcentaje de parálisis temporales y síndrome de Frey se ajusta
a lo reportado en la literatura. El
compromiso neoplásico, incrementó el
número de parálisis totales.
El uso de colgajos pediculados ofrece los mejores
resultados en la reconstrucción de las áreas de defecto cutáneo, por encima de
los injertos libres(34,74,75), aspecto corroborado
en el estudio.
Se indica la incisión modificada de Blair como
efectiva, segura, de excelente exposición para el nervio facial y para remover
el tumor(15-18).
Maxweell Ellis recomienda los colgajos de amplia base, incorporando el platisma
para los pacientes previamente irradiados(4). Se señalan las de Martin y Crile como las de mayor
incidencia de complicaciones. De acuerdo al autor, se recomiendan las de Eckert & Byars, Utility, Freund,
Kambic & Sirca, Garriga, MacFee y el boomerang para
pacientes irradiados y no irradiados(9,10,19,28,55,58,59,61,62,73) .
La
incisión cervicofacial de colgajo superior adaptable, combina los conceptos sobre los colgajos preauriculares
y exposición del nervio facial de Vilray
Papin Blair(14), Hamilton Bailey(15), R.
Janes y Francisco Montbrun(22),
las premisas de irrigación cutánea cervical identificadas por Kambic &
Sirca(10), con la adaptabilidad del procedimiento de acuerdo a la
ubicación del tumor primario de Grandon & Brintnall(25).
En el
argot quirúrgico, algunos procedimientos se han renombrado por alguna
coincidencia histórica o su similitud con algún objeto. Las operaciones
combinadas de mandibulectomia con disección cervical, se les conoce por sus
iniciales en ingles “COMMAND” u operación “COMANDO” en español. Surgidas en el
año 1942, coincidieron con las actividades militares combinadas efectuadas por
los famosos comandos ingleses y dirigidas
por Lord Louis Mountbatten, en el norte de Francia(46,60).
La incisión cervicofacial de colgajo superior adaptable, es conocida como
“Francisque”, por la similitud de su silueta al Segur empleado por los pueblos
francos durante la alta edad media(76)(Figura 5a y 5c).
En
la música la sinfonía comienza con la obertura. La incisión es la obertura del
cirujano(11).
Conclusión: La incisión cérvicofacial de colgajo superior adaptable, combina los conceptos de los colgajos preauriculares
e identificación del nervio facial, las premisas de irrigación cutánea del
cuello y la adaptabilidad del procedimiento a la ubicación del tumor primario. La rotación de un colgajo músculo
cutáneo es la opción preferencial en las áreas de defecto de piel. Los
abordajes quirúrgicos han cambiado progresivamente de acuerdo a modificaciones en la radicalidad de la técnica,
el efecto de la radioterapia previa y los estudios de irrigación
cutánea cervical.
Agradecimientos: a la Lic. Mary Cruz Lema de Valls y a los doctores,
Jaime Valls, Edgar Brito Arreaza, Esteban
Garriga, al personal de la biblioteca del Centro Medico de Caracas y el
Instituto de Medicina Experimental por
su tiempo y orientación en la
realización del estudio.
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