Héctor Arrechedera Editor en Jefe |
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Editorial
Constancia, perseverancia, tenacidad y persistencia, son algunas de las características que en estos tres años han animado a VITAE Academia Biomédica Digital a perseguir un único objetivo: dar a conocer, a través de Internet, contenidos de valor generados en Iberoamerica, para el beneficio de los profesionales y estudiantes interesados en el área de la salud.
Este empeño académico, que elaboramos desde la Universidad Central de Venezuela, tiene su compensación y esto se evidencia en esta nueva edición de VITAE. Gracias al trabajo conjunto del cuerpo de Editores de Área, de los autores de las contribuciones, y del equipo del CAIBCO, podemos exhibir con orgullo a la comunidad, uno de los números mejor logrados.
Sin menoscabo de la calidad del resto de las contribuciones que hoy presentamos, nos sentimos extremadamente honrados al haber sido VITAE seleccionada como medio de publicación de una revisión original y en español de Louis Ignarro, Premio Nobel de Medicina y Fisiología 1998, quien en compañía del investigador venezolano Hermes Garbán y del estudiante de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, Samuel Olson, comparte su experiencia en el descubrimiento y entendimiento del papel que juega el Oxido Nítrico en la fisiología vascular, específicamente la participación de esta molécula como neurotransmisor principal en el mecanismo fisiológico de la estimulación eréctil del pene. Estos estudios permitieron el posterior desarrollo de drogas efectivas para el tratamiento de la impotencia y han abierto un amplio campo de investigación en el papel del óxido nítrico en la patofisiología de diversas enfermedades cardiovasculares.
Por ser otro tema de relevancia en la actualidad, VITAE ofrece sus espacios para contribuir a difundir el contenido, a texto completo, del reporte anual de la Organización Mundial de la Salud dedicado a la violencia y salud, titulado: "World report on violence and health". Este informe no puede ser más apropiado en estos momentos, cuando la violencia, manifiesta en todas sus formas, está presente en cualquier ámbito de nuestra sociedad, como una manera errada de resolver los conflictos. El consenso de los expertos nos lleva a la siguiente conclusión: la violencia no debe ser considerada como parte inherente e inevitable de la condición humana; por el contrario, es preciso que sea tratada como un complejo problema de salud pública, que requiere respuestas globales, producto de políticas públicas y capaces de prevenirla, para así convertir al mundo en un lugar más seguro y saludable para todos.
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