Cirugía
Cirugías abiertas de vesícula y vías biliares, una alternativa en tiempo de crisis
Resultados
El género femenino estuvo representado por el 58,3%. El promedio de edad se ubicó en 45
años. Todos los pacientes presentaban litiasis vesicular. Diecisiete enfermos (62,5%) fueron
intervenidos por turno de emergencia y siete (37,5%) por electivo. Un sexto de la serie
correspondieron a conversiones por intentos de cirugía laparoscópica. Las causas para la
conversión fueron razones técnicas o dificultades en la disección de las estructuras anatómicas.
Los diagnósticos preoperatorios en orden de frecuencia fueron cólico biliar 41,7%, empiemas
vesiculares 33,3%, colecistitis agudas 12,5% y el mismo porcentaje de colangitis. Un paciente
con colecistitis aguda poseía litiasis coledóciana identificada por imagen de defecto a la
colangiopancreatografía retrograda endoscópica.
La colecistectomía abierta fue la intervención operatoria más común con 16 procedimientos
seguido de seis subtotales por dificultades para la disección del triángulo de Calot asociado a
síndrome de Mirizzi (Figuras 1a y b). En todas las cirugías electivas se ejecutaron
colecistectomías abiertas por episodios de cólico biliar, de las cuales cuatro fueron por
conversión de intento laparoscópico.
Se realizaron dos colecistostomías, un paciente con un empiema vesicular en estado de sepsis
severa, que seguidamente ingresó a la unidad de cuidado intensivo y otro con colangitis severa.
Figura 1a y b. Colecistectomía subtotal. Se practicó según el método de fondo a cuello. La
vesícula se separo comenzando por el fondo, proporcionando una adecuada exposición del
triángulo de Calot. La línea blanca entrecortada representa el sitio de sección (13).
En los enfermos con colangitis y litiasis coledociana se ejecutaron exploraciones de la vía biliar,
extracción de cálculos y colocación de tubo de Kherr. Dos se acompañaron de colangiofrafía
intraoperatoria posterior a la exploración para confirmar la remoción total de cálculos (Figura 2a).
Figura 2. Procedimientos de drenaje vesicular o de la vía biliar. a) Paciente con colangitis severa
sometido a procedimientos de extracción de cálculos y drenaje. Se emplazó tubo de
colecistosmía por deterioro fisiológico. b) Postoperatorio mediato de enfermo con fuga biliar de
colecistectomía parcial. En reintervención se confeccionó colecistostomía y se colocó drenaje
transparietal cercano al lecho vesicular. Posteriormente se ejecutó esfinterotomía endoscópica.
Se constato morbilidad transoperatoria y postoperatoria en un cuarto de la serie asociada a la
dificultad para lograr la hemostasia del lecho hepático, infección de la herida, fuga biliar en el
lecho hepático y la dehiscencia de la rafia de una colecistectomía parcial; en los dos últimos se
ejecutaron esfinterotomías endoscopicas como parte de la resolución de la complicación (Figura
2b).
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