Los avances en las
ciencias de la computación y de la microscopía, tanto de hardware como de software
permiten la captura de imágenes de calidad similar a la observable por un
individuo en un microscopio óptico. Además la
posibilidad de unir varias fotos, produce áreas fotográficas de gran formato
que permiten la creación del frotis sanguíneo virtual(1,2). El
frotis virtual usualmente comprende un
área del frotis sanguíneo digitalizado y un sistema que simula un microscopio,
por medio del cual se puede recorrer el frotis, hacer anotaciones, disponer de
un contador para el diferencial leucocitario e incluso cambiar de aumento, cuyo
formato y arquitectura de almacenamiento son variados(1-11).
El frotis virtual
constituye una nueva forma de visualizar un frotis sanguíneo, en el computador
personal, a lo que se le ha denominado microscopía virtual. La microscopía
virtual es una corriente de innovación aún en fase primitiva, pero que se
perfila como el futuro de la observación microscópica en educación, y
posiblemente para realizar la observación de rutina de los frotis sanguíneos de
pacientes que asisten a los laboratorios clínicos, actividad que se ha
comenzado a realizar en laboratorios altamente automatizados(12).
La validez del frotis
virtual ha sido demostrada al encontrarse una alta concordancia entre lo
observado en un frotis físico y uno virtual(2), lo que lo convierte en
una valiosa herramienta con fines docentes y para su uso en programas de
evaluación externa de la calidad (PEEC), debido a que es un material
absolutamente homogéneo, estable y bioseguro.
El objetivo de esta investigación consistió
en diseñar y desarrollar un frotis sanguíneo virtual, a fin de emplearlo como
un ítem de ensayo en un programa de evaluación externa de la calidad en
morfología hemática, de carácter educativo para los profesionales del
laboratorio clínico.