No
existe tratamiento para la hepatitis viral aguda por este agente
infeccioso. En la hepatitis crónica por
el VHC debe considerarse el tratamiento si:
-
Existe elevación persistente de las aminotransferasas
séricas.
-
Si se está frente a una carga viral positiva del VHC
-
Si la biopsia hepática demuestra inflamación activa o
fibrosis (66)
El tratamiento más efectivo combina dos medicamentos:
interferones y ribavirina. Interferón pegilado (de liberación lenta)
alfa-2b a dosis de 1,5mg/Kg por vía subcutánea (s/c) una vez a la semana
durante 48 semanas. Interferón pegilado
alfa-2a, en dosis de 180 mg/Kg vía s/c en
dosis semanal durante 48 semanas.
Interferón alfa 2b, dosis para adultos de 3 millones de unidades por vía
s/c 2 veces por semana durante 48 semanas. Ribavirina,
dosis para adultos con peso < 75
Kg de 1.000 mg; adultos con peso corporal ³ 75 Kg, 1.200 mg, ambos por la
vía oral una dosis diaria por 48 semanas.
Niños con peso corporal entre 25 y 36 Kg, 400 mg/día, peso entre 36 y 49 Kg, 600 mg/día, entre 49 y
61 Kg
800 mg/día (66).
La investigación del genotipo influye en las decisiones
terapéuticas, siendo el genotipo 1 el más resistente a los antivirales. En las
infecciones por los genotipos 2 y 3, la duración del tratamiento suele ser más
corto, de 24 semanas (66).
La ribavirina es análogo a la guanosina. Actúa alterando el
“pool” de nucleótidos celulares e inhibe la síntesis del ARN. Es un antiviral de amplio espectro. Es activo frente a virus ADN y sobre todo ARN
(hepatitis C). Tiene una
biodisponibilidad de 50% aproximadamente, pico sérico 1,5 mg/L con 600 mg por
la vía oral y 3,2 mg/L con 2,4
g por vía oral y la vida media es de 9,5 h. La eliminación de la ribavirina es a través
del metabolismo hepático y excreción renal (30 a 50%). La ribavirina debe ser usada con mucha
cautela en pacientes con aclaración de creatinina < 50 mL/min.
Pisula y cols. recomiendan el uso del interferón alfa 2 b pegilado
asociado a ribavirina, en aquellos pacientes con hepatitis crónica tipo C y que
fueron tratados con interferón alfa y ribavirina, sin resultados positivos (67).
PROFILAXIA
Son aplicables medidas generales de
control para la infección por el VHC que incluyen:
Esterilización
adecuada de jeringas y agujas utilizadas en la obtención de sangre. Emplear
equipos desechables siempre que sea posible.
-
En
los bancos de sangre se deben buscar sistemáticamente anticuerpos contra el VHC
en todos los donantes y deben desecharse todas las unidades de sangre donadas
en las que se detecten niveles elevados de enzimas hepáticas. Es necesario realizar actividades tales como
inactivar el virus en los productos derivados del plasma (2).
-
Brindar
orientación sobre la reducción de los riesgos a las personas no infectadas,
pero con alto riesgo (por ejemplo trabajadores de la salud).
-
Mantener
bajo vigilancia todos los casos de hepatitis post-transfusional; llevar un
registro de todas las personas que hayan donado sangre para cada paciente.
-
La
inmunoglobulina con fines profilácticos no es eficaz.
-
Velar
por la inactivación adecuada del virus en todos los productos biológicos que se
distribuyen en el comercio internacional (2).