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ISSN 1317-987X
 
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Hospital "Dr. José M. Vargas"

Rafael Rangel
Científico venezolano de primera clase

Desde el laboratorio: Su gestión en el Hospital Vargas

Rafael inicia su carrera científica terminando el siglo XIX, que había sido una gran época para la biología y la medicina. La especialidad que más influyó en Rangel fue la Microbiología. Para el momento en que comienza a estudiar, las técnicas y los conceptos básicos de la bacteriología ya estaban fundamentados.

Sin embargo, en el campo más específico de Rangel, la parasitología, se habían hecho también grandes descubrimientos. Se habían determinado los más importantes parásitos que infectaban al hombre y al animal, demostrándose su ciclo evolutivo. El italiano Dubini había descubierto el anquilostomo (la especie del viejo mundo), en 1843, y Grassi comprobó, en 1878, un año después del nacimiento de Rangel, que la infección podía ser diagnosticada mediante un simple examen de heces. Precisamente, alrededor de 1898, cuando Rangel comienza a adiestrarse en el estudio del anquilóstomo, el alemán Looss demuestra que la infección por ese gusano se produce a través de la piel del huésped.

Se habían producido grandes hallazgos en el campo de la parasitología, por lo que el terreno ya estaba preparado para que un observador como Rangel, dedicado íntegramente a su tarea, abriera nuevas vías de investigación, durante el corto tiempo que le tocaría actuar.

Sin embargo, Rafael ingresó al laboratorio del Dr. José Gregorio Hernández en calidad de asistente. Él le enseñó las técnicas histológicas y en las de bacteriología lo instruyó Domini, quien describió a Rangel como técnico de primera clase formado en el laboratorio de Histología y Embriología del Dr. José Gregorio Hernández. [1]

La línea de investigación sugerida a Rangel por el Dr. Hernández fue la del estudio de la estructura del sistema nervioso. De acuerdo con esa línea de investigación fue el primer trabajo publicado por Rangel, donde predominó el estudio de problemas técnicos, con algunos aspectos de originalidad y en el que Rangel, con poca o ninguna ayuda, hace un esfuerzo bibliográfico considerable.

El artículo de Rangel sobre "Teorías del sistema nervioso" menciona una serie de experiencias histológicas que introducen modificaciones propias en técnicas ya conocidas. Llegó incluso, en forma embrionaria y elemental, a algunas conclusiones originales que desarrolló exitosamente. Por ejemplo, estudió los corpúsculos de Nissl, manchas que aparecen en el cuerpo de las neuronas o células nerviosas cuando éstas se tiñen con ciertos colorantes, pero que no se observan en el tejido viviente. Rangel toma la técnica de Nissl y la modifica de tal manera que puede estudiar élas células nerviosas aisladas unas de otras con sus prolongamientos, las cuales pudo obtenerse de una gran longitud". [2]

La técnica propuesta produce desgarramiento de las células y, además, tiene la ventaja de no ampliar decoloración, por lo cual no existe la duda que cuando la célula aparece en estado cromófobo lo deba a la acción más o menos profunda del reactivo. Escribe: "Nuestro maestro José Gregorio Hernández, Director del Laboratorio de Histología, nos hizo la observación de que el líquido de Muller tenía la propiedad de descomponerse con suma facilidad en nuestro clima, por lo cual era necesario renovarlo incesantemente en las fijaciones". [3] El resto del artículo constituyó una revisión de las teorías entonces vigentes sobre el sistema nervioso.

Por otra parte, Rangel manifestaba gran interés por la teoría biológica y por la experimentación fina de laboratorio. El Dr. Dominici le sugirió a Rangel un tema de investigación, que por su valor intrínseco y por sus consecuencias prácticas, resultó ser el más importante de su corta vida: el estudio de las anemias graves en los campos venezolanos. También le sugirió el estudio de los zancudos en el Valle de Caracas.

Rangel fue nombrado jefe del nuevo Laboratorio de Bacteriología del Hospital Vargas, el 18 de febrero de 1902. A partir de ese momento, Rangel asumió la responsabilidad de acondicionar ese espacio. Adquiere equipos indispensables como microscopios y otros aparatos que le donó el General Cipriano Castro, Presidente de Venezuela en ese momento.

El laboratorio estaba situado -en ese entonces- en la parte Noreste del hospital, muy cerca de las salas de enfermo, por lo que la proximidad entre la clínica y el laboratorio era perfecta, pues le brindó la oportunidad de hacer estudios constantemente y monitorear a los enfermos y sus patologías. De ese modo, Rangel logró demostrar amibas histolíticas en un 100% de lo abscesos hepáticos operados por el Dr. Acosta Ortiz.

Hacia el laboratorio convergían médicos y estudiantes. Rangel solía ser amable, cordial y comprensivo con ellos, y prodigaba sus consejos y su ayuda. Decía a sus estudiantes "Veréis que esos métodos no son tan complicados ni tan difíciles como se quiere suponerlos.; veréis que los más útiles son sencillísimos, lo que se necesita es que los apliquéis vosotros mismos, y a ellos debéis habituaros como hacéis para el examen clínico del enfermo". [4]

En 1902, Rangel tenía previsto fundar un museo de Anatomía patológica, que estaría también a su cargo. Con frecuencia Rangel practicaba autopsias, y aunque no concluyó sus estudios médicos formales, era considerado uno de los grandes precursores de la anatomía patológica, es decir el examen macro y micrológico de los órganos y tejidos después de la autopsia.

Para la fundación del laboratorio, no se tenía prevista la actividad investigativa, pero dos factores bastaron para cambiar esos propósitos: la obsesiva curiosidad de Rangel y el hecho de que la demanda de exámenes de laboratorio por parte de los médicos era muy baja.

El laboratorio del Hospital Vargas, era el único en su estilo en Caracas. Estaba abocado a cubrir no sólo la capacidad de ese centro hospitalario que tenía entre 250 y 300 camas, sino a toda la ciudad en la que convergían aproximadamente 8.000 habitantes, quienes contaban con 147 médicos.

Sin embargo, en el laboratorio del Hospital Vargas se ofrecían soluciones médicas como sales de quinina, cacodilato de sodio, a precios más económicos que las versiones importadas desde Europa, para esa época.

Durante los pocos años que Rangel dirigió el laboratorio, tuvo una publicación científica abundante, la cual se redujo considerablemente luego de su desaparición física.

______________

[1] y [2] Roche, M. Rafael Rangel, ciencia y política en la Venezuela de principio de siglo. 2ª edición. Monte Ávila Editores, Caracas, 1978.

[3] y [4] Instituto Nacional de Higiene. Homenaje a Rafael Rangel. Volumen XXXVII, N° 1, Caracas. 2006.

Introducción
Desde el laboratorio: Su gestión en el Hospital Vargas
Hallazgos: Anquilostomiasis como causa de anemia
La Peste Boba: dos formas de la enfermedad, un sólo agente
Peste bubónica: el último caso de Rangel
De la tumba a la historia
Trabajos científicos y documentos de Rafael Rangel
Bibliografía consultada

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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