Abril-Junio 2008 35
ISSN 1317-987X
 
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Medicina en el tiempo
 




Historia de las enfermedades venéreas (1a parte)

II

Bernardino de Sahagún, escritor y fraile franciscano, nombre adoptado por Bernardino de Rivera, (1499-1590) autor de numerosas obras en náhuatl y español, consideradas hoy entre los documentos más valiosos para la reconstrucción de la historia de México y de los aztecas, antes de la llegada de los conquistadores españoles. Refuerza la tesis de la antiguedad de ésta enfermedad originandose en América, por relacionarla con la apoteosis de Teotihuacán, cerca de Otumba, donde reunidos los dioses ‘antes que uviese dia en el mundo se arrojó a una hoguera el dios Nanaoatzin que estaba plagado y despues de volar, hecho ceniza, al cielo, salió convertido en sol’ (1)

Bernardino de Sahagún (1499-1590)


Francisco López de Villalobos (1473-1549) escritor y médico español judío sefardí, al servicio del Rey Fernando el Católico, además del Cardenal Cisneros, del Duque de Alba y de Carlos I (30) en su libro “Sumario de la Medicina” escribe en poesía los síntomas del prostatismo que pueden ser secundarios no solo a crecimientos obstructivos de la glandula prostatica, sino tambien a secundarismos de enfermedades venereas con afectacion inflamatoria-infecciosa de la glandula prostatica, asi como a secuelas de estrecheces uretrales que eran ocasionadas por las mismas enfermedades venereas asi como por los tratamientos intrauretrales que se usaban en la época, hasta bien entrado incluso el siglo XX. Villalobos refería de la sífilis: ‘Fué una pestilencia no vista jamás En metro ni en prosa, ni en sciencia ni estoria’. Algunas de las obras de Francisco Lopez de Villalobos son ‘Sumario de la Medicina’ (1498), ‘Tratado sobre las pestíferas bubas’ (1498) y ‘Los problemas de Villalobos’ (1544). (1)

De la destilacion de la urina o estranguria

Tenerse la urina se llama stranguria,

y esto es quando sale goteando y poquita;

si no sale nada, lIamámosla suria,

y si sale a ratos, se llama disuria;

y es una la cura en todas escrita:

aquesto procede de alguna frialdad,

o llaga o calor, o de algún apostema

questá en la vexiga, o en su vezindad,

o está en la virtud , esta enfermedad,

o es por humores mayormente flema.

Francisco López de Villalobos. Libro ‘Los problemas de Villalobos’ (1544)

Cristóbal de Castillejo (1490-1550), poeta español refería en relación al primer remedio para la sífilis, que provenía de América el Guayacán (Guaiacum officinale), compuso los siguientes versos:

De celebrar con razón La virtud

De un árbol que dá salud

Do se tiene por perdida,

Y a las veces vuelve en vida

El mal de la juventud.

Aunque no diera más parte

De gloria a nuestra nación

La conquista de Colón

Que ser causa de hallarte

Es tamaña,

Tan divina, tan extraña

Esta, que por ella sola

Puede muy bien la Española

Competir con toda España.


Cristóbal de Castillejo (1490-1550)


Nicolás Monardes (1493-1588), médico práctico de Sevilla, sin haber ido nunca a América, se dedicó a estudiar los productos medicinales, herbarios, que de ella provenian y los puso a prueba, creándose un ‘cuerpo de doctrina’ aceptable denominado ‘Historia medicinal: de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales, que sirven en medicina’ 1565-1574. (1)

Libro de Monardes con el guayacán


La madera del Guaiacum officinale y del Guaiacum sanctum, árboles de pequeño crecimiento, tiene en su corazón, el Lignum vitae del cual se saca el guayacán. En latin se denomina “Madera de vida’ por sus usos medicinales. Otros nombres son palo santo, madera santa, corazón verde y madera de hierro (53)

El primer caso de sífilis curado por el guayacán lo relata Nicolás Monardes, cito textualmente: Dio noticias dél a su amo de este manera. Como un español padeciese grandes dolores de bubas, que una india se las había pegado, el indio le dio el agua del guayacán, con que no sólo se le quitaron los dolores que padecía, pero sanó muy bien del mal; (…) y cierto para este mal es el mejor y más alto remedio de cuantos hoy ser han hallado y que con más certinidad y más firmeza sana y cura la tal enfermedad. Porque si se da esta agua como se ha de dar, es cierto que sanan perfectísimamente, sin tornar a recaer, salvo si el enfermo no torna a revolcarse en el mismo cieno do tomó las primeras’

Guayacán o Palo Santo de las Indias


Preparación y uso del Guayacán en pacientes sifilíticos. Jan van der Straet-siglo XVII


En su libro Monardes refería, citó: ‘de a do vino el mal, viene el remedio’ (‘de donde vino el mal viene el remedio”. Monardes describe la manera de preparar el ‘palo de guayacán’ o ‘palo santo’ con los de otra planta, de origen chino, americanizada en su cultivo y también usada en el tratamiento de las bubas, la llamada ‘ raíz de china’. Este fue un remedio muy utilizado por el emperador español Carlos V que mereció inclusive una monografía del inmortal anatomista Vesalio, a la sazón jefe de los médicos del rey (31),(32).
El palo de guayacán en cocimiento, era eficacísimo para la curación del mal de las bubas. En conjunto con la dieta, eran los medios empleados por los indios, como escribe Fernández de Oviedo, Hist. de las Indias, lib. X, cap. II: ‘Se han visto muy grandes curas que ha hecho este árbol en hombres que de mucho tiempo estaban tollidos e hechos pedaços, de muy cruda llagas, y con extremados dolores... Toman astillas delgadas deste palo, e algunos le hacen picar menudo, y en cantidad de dos açumbres de agua echan media libra de palo, o algo más, e cuece hasta que mengua las dos partes, e quítanlo del huego e reposase; e después bebe el paciente una escudilla de aquella agua por la mañana, en ayunas, veynte o treynta días... y en aquel tiempo guarda mucha dieta, e no come carne, ni pescado, sino passas e cosas secas e poca cantidad’. El palo de guayacán abundaba muchísimo en la Isla Española-Haiti, y en todas las islas de las Indias occidentales, en el sur del estado de Florida en Estados Unidos de Norteamérica y en el norte de sudamérica (31),(32).

Grabado en madera de la venta del Palo de Guayacán


En el Capitulo XXIX de la misma obra de Monardes refería: ‘Que las bubas vinieron de las Indias:Los de aquesta isla Española son todos bubosos, y como los españoles dormían con las indias, hinchiéronse luego de bubas, enfermedad pegajosísima y que atormenta con recios dolores. Sintiéndose atormentar y no mejorando, se volvieron muchos de ellos a España por sanar, y otros a negocios, los cuales pegaron su encubierta dolencia a muchas mujeres cortesanas, y ellas a muchos hombres que pasaron a Italia a la guerra de Nápoles en favor del rey don Fernando el Segundo contra franceses, y pegaron allá aquel su mal. En fin, que se les pegó a los franceses; y como fue a un mismo tiempo, pensaron ellos que se les pegó de italianos, y llamáronle mal napolitano. Los otros llamáronle mal francés, creyendo habérselo pegado franceses. Empero también hubo quien le llamó sarna española. Hacen mención de este mal Joanes de Vigo, médico, y Antonio Sabelico, historiador, y otros, diciendo que se comenzó a sentir y divulgar en Italia el año de 1494 y 1495, y Luis Bertomán, que en Calicut por entonces pegaron a los indios este mal de bubas en viruelas, dolencia que no tenían ellos y que mató infinitos. Así como vino el mal de las Indias, vino el remedio, que también es otra razón para creer que trajo de allá origen, el cual es el palo y árbol dicho guayacán, de cuyo género hay grandísimos montes. También curan la misma dolencia con palo de la China, que debe ser el mismo guayacán o palo santo, que todo es uno. Era este mal a los principios muy recio, hediondo e infame; ahora no tiene tanto rigor ni tanta infamia’.(33)



Continua: III

Historia de las enfermedades venéreas (1a parte)
Introducción
I
II
III
IV

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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