Existen varias formas de hacer que el riesgo disminuya. La primera es escoger un área de trabajo donde sea menor la prevalencia del paciente con HIV positivo, disminuir el tiempo que se dedique al ejercicio profesional tanto del médico, como del personal del equipo de salud. Otra forma es cambiar el número y tipo de casos que se atiendan, pero esto trae dificultades y éticamente es controversial. Quizás lo más practico sea disminuir el número de accidentes con el empleo de técnicas y procedimientos óptimos en la atención de estos pacientes.
Aún así, todo accidente tiene el riesgo de producir una infección, por lo tanto los pasos a seguir son los siguientes:
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Deje todo lo que estaba haciendo, así sea una intervención quirúrgica.
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Lávese la zona del accidente con abundante agua y jabón.
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Si usted se encuentra en el Hospital Universitario de Caracas, diríjase al Servicio de Enfermedades Infecciosas del Adulto, donde un equipo de guardia con personal especializado lo atenderá. Allí se le realizará: 1. Evaluación de la severidad de la exposición, 2. Evaluación de laboratorio, 3. Quimioprofilaxis, y 4. Control de su evolución. No deje pasar más de 72 horas ya que mientras mayor sea el tiempo transcurrido las probabilidades de seroconversión aumentarán. (10-11)
El VIH causa el SIDA, el cual sigue siendo uniformemente letal en los individuos afectados. La vía más común de transmisión es la inoculación de sangre contaminada en el curso de procedimientos quirúrgicos o la atención de pacientes HIV positivos. Los cirujanos y el personal del equipo de salud pueden reducir el riesgo con la practica de técnicas y procedimientos óptimos y la toma de conciencia del problema de salud que constituye esta enfermedad en los finales del siglo XX. |