En 1992 el Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos de Norteamérica estableció que de los cirujanos y miembros del equipo de salud infectados por VIH, las vías de contagio por orden de frecuencias fueron: la herida o punción percutánea en el 84%, la exposición mucocutánea en el 13%, y ambos tipos de exposición en 3%. Encontrándose, que de todos los accidentes, el 22% desarrolló el SIDA.
Dentro del equipo de salud ya se encuentra determinado quienes en orden de frecuencia se ven mayormente afectados: 1. Enfermeras, 2. Médicos, y de éstos los cirujanos, durante la realización de una intervención quirúrgica, siendo el cirujano principal el que corre el mayor riesgo, seguido del primer ayudante, para sumar entre ambos el 81% de los accidentes, 3. Técnicos de laboratorio, 4. Estudiantes de medicina, y 5. Personal d e limpieza. Es necesario destacar que la rata de conversión se mantiene hasta los momentos igual, 0.36% si se compara con las que anteriormente se habían establecido y que oscilaban entre 0.25 y 0.50%. Además es mucho más baja que la rata de seroconversión para hepatitis B que se encuentra en le orden del 15%. No dependiendo, para el asombro de algunos, del número de accidentes, sino del grado de conciencia que presente el equipo de salud que trabaja en los hospitales y los puestos de salud. Hay circunstancias que establecen un mayor o menor riesgo de seroconversión, y que dependen de:
- Los materiales contaminantes, donde los de mayor potencial son: sangre, semen, y fluído vaginal.
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Las características del paciente, en el cual hay que establecer en que etapa se encuentra el mismo, o sea infección primaria, período de latencia clínica o enfermedad (SIDA) establecida. Durante estas etapas varía la carga viral, que corresponde a la concentración de copias del virus en la sangre circulante y que hace más o menos posible la contaminación dependiendo de su número.
- El tipo de accidente ocurrido. (9-10-11)
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