Enero-Marzo 2024 97
ISSN 1317-987X
 
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Opinión
El Hombre y la Ciencia

Consolidación

Echemos ahora una ojeada sobre la relevancia de los temas prevalecientes en Salud Pública para entonces y también sobre los personajes mas destacados en el arte. Enfermedades infectocontagiosas y epidémicas importantes eran el cólera, la peste y la rabia respectivamente en Formosa, la India y la Cochinchina. Enfermedades carenciales como la pelagra y el beriberi comenzaban a caracterizarse y reconocérselas como síndromes de desnutrición. La enfermedad de Chagas ocupaba la atención del gran protozoólogo bibliólogo que fue Cecil Hoare; esperaba ella su valoración por Salvador Mazza, Cecilio Romaña y José F. Torrealba. Rickettsia prowazeki continuaba diezmando Europa Occidental y la Verruga Peruana prevalecía en las laderas de los Andes peruanos y ecuatorianos.
 
Emile Brumpt y Charles Nicolle, este último descubridor del que fue un enigmático protozoo, el Toxoplasma gondii, deambulaban en sus predios buscando precisas identificaciones taxonómicas para aquellos minúsculos gérmenes. Beaudepaire Aragao trajinaba en la fiebre amarilla de Brasil y Everard Napier hacia patología de Kala-azar en la India. En Helmintología, Faust y Fulleborn competían por desentrañar al ciclo del Strongyloides stercoralis, en tanto que Hegner terqueaba en la transmisión hídrica de la amibiasis intestinal. En malaria, ya lo hemos mencionado, la lucha antilarvaria era lo central; Missiroli, Christophers, Russell y Swellengrebel dedicaban sus mejores esfuerzos a este tema.

Augusto Corradetti ese otro gran malariólogo, debutaba en cruzamientos entre las especies de lo que sería el complejo Anopheles maculipennis. ¿Cuánto de lo que entonces se estudiaría, en especies crípticas y su genética, falta aún por hacerse para nuestros Anopheles nuñeztovari y A. aquasalis?

Aparte de los trabajos de Justin Andrews sobre portadores de quistes de Entamoeba histolytica y su reconocimiento en el material subungis, la escuela de Ernest Faust y de Henry Meleney trabajaba activamente sobre patología experimental de la amibiasis, sus factores de virulencia y sobre la patogenicidad de sus distintas razas. E. histolytica ocupaba el foco de atención. Balantidiasis y trichomoniasis eran aspectos neglectos o de poca atención.

Al año de su ingreso a Baltimore, el Dr. Gabaldón como alumno de la Escuela de Higiene y Salud Pública, salta cualitativamente hacia el campo de la experimentación. Al agudo protozoólogo descriptivo, se agregará ahora un crítico experimentador que aprenderá a precisar las relaciones entre factores condicionantes o determinantes y los efectos por medir. Surge acá el Gabaldón cuantificador, el modificador de las condiciones experimentales. El sujeto fue Balantidium coli (Malmsten, 1857).
 
Bajo la asesoría de los Drs. Robert Hegner y Justin Andrews, convertido luego este último en malariólogo, Gabaldón condiciona ratas albines a través de dietas ricas en carbohidratos para hacerlas susceptibles a la inoculación intracecal, por laparatomía, con cultivos de balantidios de cerdos y de chimpancé. Más de 300 ratas constituyen la población experimental para relacionar peso, edad y tamaño del ciego de los roedores con la carga y viscosidad del inóculo.
 
Arduo fue el esfuerzo para crear una información básica útil en trabajos aplicados (J. Parasit., 20: 331-332, 1934 y J. Parasit., 21: 386-392, 1935). Al insistir en la viscosidad del medio de cultivo de B. coli utilizado como inóculo, otra vez no halla relación entre este factor y la cuantía de la infección (J. Parasit., 21: 454-455,1935). Singularmente interesante nos ha sido observar que, después de estos trabajos, poco o casi nada, en el curso de estos últimos veinticinco años, se haya publicado sobre ese modelo, apropiado para estudiar la patogenia de la disentería balantidiana.
 
En los centenares de ratas por él investigadas, el Dr. Gabaldón no ha señalado la aparición de cuadros disenteriforrnes, fenómeno éste que llama la atención por cuando no siendo parásito normal en este forzado hospedador, se comporta en él como en el cerdo, como un inocuo comensal, en tanto que en nuestros niños desnutridos desata mortales cuadros disenteriformes. Otra vez, tras la marca del Maestro, en compañía de mi alumno el Dr. Servio Urdaneta, hemos indagado acerca de los factores que condicionan al síndrome disentérico balantidiano en estos roedores.

Y otra vez la circunstancia del retardado paralelismo se repite. En 1935, el Prof. Gabaldón publica una corta nota sobre el papel depredador de un pececito poecilido coleccionado en Pampan, la Molliensia caucana, sobre larvas de mosquitos (J. Parasit., 21: 311, 1935). En nuestros estudios sobre biología de Anopheles spp, en Aguas Calientes, en el Municipio Miranda del mismo Estado Trujillo, hemos verificado experimentalmente que Hyphessobrycon sovichtys y Caqueteia kraussi devoran ávidamente larvas de Anopheles albimanus y Anopheles bachmanni.

Desde los estudios experimentales sobre patogenicidad de B. coli, el Prof. Gabaldón, en colaboración con Justin Andrews (J. Parasit., 21: 451, 1935), pasa a la investigación de la patogenicidad de las tricomonas. Trichomonas columbae (= T. gallinae), cosechadas agnotobióticamente durante cuatro días, son inoculadas intramuscularmente en el pectoral de un pichón de paloma y en cuatro pollos.
 
Cinco días más tarde, el pichón presenta un absceso necrótico y también en dos de los cuatro pollos, se desarrollaron tumores similares. Estos hallazgos, a la luz de nuestros conocimientos, se interpretan por la extraordinaria variabilidad patogénica de T. gallinae (Rivolta); la especie infecta el buche de las palomas sin producir lesiones, siendo transmitida por la dieta «láctea» desde los padres a los pichones recien eclosionados. Puede parasitar otros columbiformes y también a aves galliformes, especialmente a los pavos (Stabler, Exper. Parasit., 3: 368-402, 1954).

En una serie de otros tres trabajos, el Prof. Gabaldón incursiona en la quimioterapia experimental. Un primer trabajo tiene que ver con un compuesto patentado.

Concluyendo el siglo, Paul Ehrilich había desarrollado un derivado del arsénico pentavalente con muy baja toxicidad, el ácido paracarbamido fenilarsónico. El compuesto fue patentado como "Carbarsone" y utilizado desde entonces como droga tripanosomocida. A partir de 1931 el compuesto gana nueva popularidad como amebicida e inclusive es considerado droga estándar contra la forma intestinal de la E. histolytica. Era pues, lógico, el interés en probar su efectividad contra flagelados intestinales, la Trichomonas hominis y las tricomonas de la rata.

El Prof. Gabaldón (Amer. J. Hyg., 22: 326-338, 1935) rehace sus anteriores conocimientos sobre cultivos agnotobióticos de Chilomastix mesnili en sus tiempos de estudiante de medicina, utilizando esta vez en lugar de cultivos a base de heces fecales, el medio de Leoffler al cual, una vez sembrado con una u otra tricomona, añadiría el Carbarsone en variadas concentraciones, disuelto en un vehículo alcalino. El arsenical fue letal para ambos parásitos a la concentración de 0,30% en menos de 72 horas.

En un siguiente trabajo como novel farmacólogo, el Prof. Gabaldón (Amer. J. Hyg., 23: 122-131, 1936), ahora con el interés de ensayar in vivo el derivado arsenical sobre las tricomonas de ratas, investiga su toxicidad sobre estos roedores.

En delicados y laboriosos experimentos con ratas jóvenes alimentadas con una dieta semidefinida, se investigan las toxicidades del compuesto tras su administración a dosis variadas desde 1,0 hasta 6,5 g. por kg. de peso, por vía bucal mediante cateterismo gástrico, por ruta subcutánea en la base de la cola o intravenosamente por inyección en la safena expuesta; en este caso, desde 0,35 hasta 1,5 gr. por kg..
 
La actividad letal in vitro contra T. hominis así medida, es utilizada como un método para estimar la concentración del medicamento en tejidos y órganos de animales a los cuales se les ha suministrado. Se diseñaron experimentos para medir la absorción y excreción del arsenical mediante separación de fluidos obtenidos por cateterismo permanente del duodeno o del ileon y por sección del conducto biliar. La acción local in situ del compuesto sobre las tricomonas del ciego fue también investigada en los modelos cateterizados.
 
La elegancia y precisión de estos experimentos en más de doscientas ratas, permitió observar los signos de toxicidad y las principales alteraciones patológicas macroscópicas, con presencia de hemorragias múltiples en las principales vísceras; se precisaron también las dosis mínimas letales orales e intravenosas para el compuesto, evidenciándose que el Carbarsone no alcanzaba llegar al ciego cuando se le suministraba oralmente o por vía intravenosa; administrado parenteralmente, se le halló en el intestino delgado excretado con la bilis.

Tras desarrollar este complicado diseño experimental, el Prof. Gabaldón se evidencia como un consumado experimentador capacitado para manejar un constructo integrado por numerosas variables para alcanzar la meta: ensayar el Carbarsone in vivo contra tricomonas de ratas (Amer J. Trop. Med., 16: 621-639, 1936). El objetivo, al mejor estilo erhlichiano, fue precisar el número y concentración de las dosis medicamentosas por vía entérica o parenteral, para ?blanquear? de tricomonas a las ratas, casi permanentemente. La dosis mínima efectiva determinada fue de 150 mg. Por kilogramo y por vía bucal, durante cinco días. Una única dosis de 1,0 gr. por una u otra vía fue equivalente curativa.

Convertido ya en un investigador independiente, el Prof. Gabaldón sigue tentado, en su empinada senda de protozoólogo, trajinar otros senderos de la protozoología experimental. A la altura de los maestros y colaborando con William Frye y Henry Meleney (J. Parasit., 23: 229, 1937), ingenia en gatos laparotomizados la inyección intraportal de cultivos lavados de Entamoeba histolytica, demostrando la formación de abscesos sépticos con parásitos en el lóbulo caudal hepático, convirtiéndose este hallazgo en la primera demostración in vivo de complicación amibohepática por urja ruta natural y posible.



Continua: Consagración

Prof. Arnoldo Gabaldón, Protozoólogo
Inicios de Gabaldón
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NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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