La información presentada demuestra la
presencia judía desde el siglo XV. Es importante destacar el hecho, que la
diferencia entre judío Askenazi y judío Sefardita, es geográfica y/o cultural,
más no genética o biológica, lo que desde el punto de vista médico hace que
ambos grupos humanos sean igualmente susceptibles de padecer enfermedades
genéticas como es la enfermedad de Gaucher. La Segunda Guerra
Mundial estableció un importante movimiento migratorio hacia América Latina, de
judíos Alemanes y de Europa Oriental, que por definición son askenazi. Una
investigación publicada por en el campo de la genética molecular - el estudio
de las secuencias del ADN comparando los
señalizadores de ADN en el cromosoma Y (que es transmitido de padre a hijo) y
en el mtADN (ADN mitocondrial) (que es transmitido de madre a hijo) -
indica que las poblaciones judías de las distintas comunidades de la diáspora
no han perdido su identidad genética a lo largo de todo el exilio. A pesar de
las enormes distancias geográficas entre las comunidades y el paso de miles de
años, las alejadas comunidades comparten un perfil genético común(14).
No obstante, dada la expansión genética a través del mestizaje, no es
difícil deducir que la población actual latinoamericana podría tener una
importante carga genética de origen judío, por lo que la prevalencia e
incidencia de patologías asociadas a este grupo étnico deberían ser elevadas.
Es por ello que se recomienda que se debiera generalizar la búsqueda de los
pacientes con enfermedad de Gaucher, sobretodo en zonas con menor predominio
indígena americano.