Enero-Marzo 2024 97
ISSN 1317-987X
 
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Microbiología
Detección de integrones clase I en cepas de enterobacterias productoras de β- lactamasas de espectro expandidotipo SHV y CTX-M grupo- 2

Discusión

Los patrones de resistencia para las diversas cefalosporinas de espectro extendido son similares en las cepas donantes y transconjugantes en estudio, se observa un mayor perfil hidrolítico para el ceftazidime y aztreonam, mientras que los valores de resistencia son más bajos para el cefotaxime, este comportamiento evidencia que hay una mayor proporción de BLEE con actividad ceftazidimasa (SHV y/o TEM) 22. También se observaron cepas con una mayor actividad hidrolítica para el para cefotaxime y menores niveles de resistencia para el ceftazidime, por lo cual fenotípicamente se tratan de cepas con actividad cefotaximasa, pudiéndose tratar de cepas productoras de BLEE tipo CTX-M, Por otra parte, se evidenciaron cepas que mostraban una fuerte actividad hidrolítica para ambos sustratos, pudiéndose tratar de cepas que de manera concomitante expresan diversos tipos de BLEE.

Los ensayos de PCR, evidenciaron que 68.6% de las cepas son portadoras de genes SHV que presentan la mutación G------A en la posición 238 del gen. Entre las principales BLEE SHV que tienen esta mutación se encuentran: SHV-2, SHV-5, SHV-9, SHV-11, SHV-15 y SHV-34. Se encontró un 15.7% de cepas que codifican BLEE tipo CTX-M grupo 2, todas estas cepas presentan fenotípicamente una fuerte actividad hidrolítica contra cefotaxime y valores de resistencia o susceptibilidad intermedia para cefepime 12, 18, 20.

El análisis de los aislamientos plasmídicos sugiere que desde el punto de vista epidemiológico, en nuestros centros hospitalarios probablemente circulan y se transfieren plásmidos con características similares. De la misma manera se puede inferir que los genes que codifican para BLEE están circulando en estos plásmidos de alto peso molecular, situación reflejada a nivel mundial 5. Estos plásmidos de alto peso molecular se pueden estar diseminando de manera activa entre diferentes géneros y especies si las medidas de control y barrera no son óptimas, en este estudio se pudo observar una alta transmisibilidad plasmídica entre diferentes Enterobacterias mediante ensayos de conjugación.

Con respecto a la adquisición de resistencia al cefoxitin de las cepas transconjugantes, a partir de cepas de K. pneumoniae y E. coli, microorganismos que normalmente no son productores de b-lactamasas tipo AmpC., evidencia la probable presencia de plásmidos conjugativos que portan genes para b-lactamasas que hidrolizan a las cefamicinas (enzimas tipo AmpC) en el ambiente hospitalario, dificultando cada vez más la detección de estos mecanismos de resistencia, a la vez que se limitan las opciones terapéuticas.

Los resultados de PCR, utilizando iniciadores específicos para integrasa clase 1 señalan que un 27,5% de las cepas analizadas, son portadoras de integrones clase 1. Estos integrones se han encontrado principalmente en especies pertenecientes a la familia Enterobacteriaceae, y la mayoría de los determinantes de resistencia encontrados en la región variable de estos elementos codifican para la resistencia a aminoglicósidos. La frecuencia de integrones clase 1 en las Enterobacterias de un ambiente hospitalario, varía de acuerdo al hospital y al período en que son analizados los aislados clínicos 11.

Los aislados clínicos utilizados en este trabajo pertenecen a diversos géneros, sin embargo, la mayoría de los aislados positivos corresponden a Klebsiella pneumoniae, seguido de Escherichia coli y sólo una cepa de Citrobacter freundii presentó estos elementos.

La determinación de la presencia de integrones clase 1, en las cepas transconjugantes permitió establecer que estos elementos se encuentran alojados en plásmidos conjugativos, ya que en la totalidad de las cepas transconjugantes se identificaron integrones Clase I.

Entre los aislados clínicos que presentan integrones, el 44.4% son productoras de BLEE tipo CTX-M y un 32.4% son productoras de BLEE tipo SHV.

La resistencia a ceftazidime, cefotaxime y aztreonam en Enterobacterias es frecuentemente derivada de la expresión de β-lactamasas de espectro expandido tipo TEM y SHV, las cuales no han sido reportadas en cassettes génicos dentro de un integrón. Sin embargo, el significante incremento en la resistencia a ceftazidime y aztreonam en aislados positivos para integrones provee una evidencia circunstancial de la asociación entre integrones y BLEE, probablemente por un plásmido hospedero común 15.

Hasta el año 2002, no existían reportes previos con descripciones de genes codificantes para BLEE tipo de CTX-M asociados a integrones. En estudios por Di Conza y col. (2002) 7, se reporta un nuevo integrón clase 1 denominado InS21, el cual transporta un gen de BLEE CTX-M-2 en una cepa de Salmonella entérica serovar. Infantis. En esta misma publicación se mencionan evidencias preliminares de la presencia de genes de BLEE CTX-M-2 asociados a integrones clase 1 en un plásmido de alto peso molecular de una cepa de Morganella morganii.

En esta investigación se demostró la presencia de integrotes clase I en cepas productoras de BLEE de la familia CTX-M, este hallazgo pudiera indicar que los genes rodantes para estas enzimas se encuentren asociados o localizados en integrones clase 1. Sin embargo, es conveniente realizar estudios de biología molecular más específicos para confirmar dicha asociación.

Aunque la expresión de los genes de resistencia no sea igual entre las diversas especies, la presencia de integrones supone una gran ventaja selectiva para las bacterias que portan tales elementos genéticos. Estas estructuras, presentan una elevada transmisibilidad y captación por parte de las bacterias, sobre todo en aquellas de origen nosocomial. Esto puede deberse a que no es necesario que la bacteria acumule grandes piezas de material genético, como son los transposones y/o plásmidos para hacerse resistente a un determinado antibiótico, sino que con pequeños segmentos de ADN en el interior del integrón se alcanza la resistencia 15.

A pesar de que los integrones no tienen movilidad genética, los mismos pueden ser diseminados en el ambiente hospitalario a través de plásmidos conjugativos y transposones, en esta investigación se demostró que estas secuencias genéticas están vinculadas a plásmidos transferibles, esta situación debe ser tomada en cuenta por las diversas comisiones de Enfermedades Infecciosas, a la hora de establecer y desarrollar las diversas medidas de control y barrera en sus respectivas Instituciones Hospitalarias.

Introducción
Metodología
Resultados
Discusión
Referencias Bibliográficas

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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