Cirugía de cabeza y cuello
Vehículos aéreos no tripulados en medicina
Drones en Medicina
Su
aplicabilidad en medicina de divide en tres áreas. Vigilancia médica,
telemedicina y como sistemas de transporte médico. La primera área se relaciona
con la vigilancia en zonas de catástrofe natural, desastres por agentes
biológicos o químicos peligrosos, y rastreo de enfermedades. Al sobrevolar la
zona comprometida son capaces de brindar la
información necesaria en tiempo real de la situación. Los drones disminuirían
el número de personal humano a exponerse en las áreas de desastre por agentes
biológicos, químicos o por radiación. Aumentan la efectividad de los equipos de
rescate y han permitido evaluar el número de pacientes que requieren triaje y
cuidados médicos en terrenos de alto riesgo (5). La
información obtenida permite la progresión de las operaciones de seguridad y el
rescate de los heridos (6) (Figura 1a-c). ![](/images/user/Figura 1 - Valls 92.jpg)
Figura
1. Atención prehospitalaria con
el uso de vehículos aéreos no tripulados en situación de desastre biológico, químico
o nuclear. a1. Vehículo tripulado
para el acceso del equipo inicial de reconocimiento.a2. Rescatistas con trajes especiales de protección, aplicando
medidas de soporte vital incluido el concepto del <<scoop and run>>.b1.
Vehículos aéreos no tripulados de ala rotatoria tipo ambulancia (en fase de
diseño), evitarían la exposición de personal adicional en zonas críticas. b2. Vehículos aéreos no tripulados multirotor
transportando insumos médicos, productos hemáticos, y desfibriladores. c1. Dron multirotor de vigilancia,
capaz de medir niveles del agente biológico, químico o los niveles de radioactividad.c2y3. El dron de vigilancia es capaz de
identificar lesionados y la ubicación en tiempo real de los equipos de
rescatistas.
Facilitan
la reubicación de la población de acuerdo a la localización de los puestos de
asistencia médica y distribución de alimentos. Se han utilizado drones para la
medición de niveles peligrosos de metales pesados, aerosoles o radiación.
También para la identificación de algunos vectores transmisores de enfermedades
como el zika (4).
En escenarios de catástrofe urbana, el
retardo en la identificación de heridos y su evacuación convencional con
helicópteros o vehículos terrestres se dificulta por la multidimensionalidad de
las construcciones (Figura 1a1). La
cercanía de las edificaciones como en las callejuelas, los desniveles como las
escalinatas, las obstrucciones por escombros, el número de obstáculos por
kilómetro cubico, la ausencia de vías de acceso, y la dificultad para obtener
señal para las comunicaciones en lugares cerrados, representan retos a enfrentar para el traslado de lesionados, en estos
escenarios el uso de drones de vigilancia representan una opción viable. Recientemente
el interés se ha orientado a la posibilidad de diseñar y fabricar drones tipo
ambulancia que permitan la evacuación aérea masiva de pacientes en zonas
remotas, de desastre químico o nuclear, o en conflictos bélicos, sin la
necesidad de exponer personal humano de transporte o sanitario adicional (Figura 1b1 y c1) (7).
La
telemedicina representa una alternativa en localizaciones remotas para la
realización de diagnósticos y facilitar los
tratamientos, incluso quirúrgicos.
Algunas publicaciones han demostrado la capacidad de transporte de los
drones de medicamentos y vacunas a zonas lejanas. Muestras biológicas de
pacientes con tuberculosis, sida, ebola y el mismo Covid 19, han sido
trasladadas desde sitios remotos. Han permitido indicar la presencia de
enfermedades, así como la capacidad geográfica de diseminación (4).
Otros artículos
han demostrado la eficacia en el traslado de productos hemáticos a áreas con
limitaciones para el suministro. Se ha señalado el uso de equipos de
desfibrilación externos automáticos en
pacientes con paro cardiaco que se encuentran lejanos al centro
asistencial más cercano. También se ha demostrado su uso para el soporte y
monitoreo remoto de procedimientos quirúrgicos
(5) (Figura 1b2). |