Enero-Marzo 2004 18
DOI:10.70024 / ISSN 1317-987X
 
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De interés
 





Tratar a tres millones de personas para 2005. Cómo hacerlo realidad
Fecha de recepción: 31/12/2000
Fecha de aceptación:
31/12/2000

Esta estrategia de la OMS busca exponer con detalle cómo puede proporcionarse tratamiento antirretrovírico de por vida a tres millones de personas que viven con el VIH/SIDA en paìses pobres antes de que finalice 2005. Ha devastado las poblaciones y los servicios sanitarios de muchos países en vías de desarrollo. Hemos de actuar ahora, pero nunca antes se había intentado una ampliación tan importante del tratamiento del VIH/SIDA, por lo que tendremos que aprender con la práctica. Para no perder el tiempo, ya se han enviado msiones de urgencia, dirigidas por la OMS, a varios de los países más afectados y se estan fijando metas nacionales detalladas y medibles para supervisar los avances. Se destinarán equipos de largo plazo de la OMS a los países clave, asi como personal sanitario y comunitario capacitado para administrar el tratamiento antirretrovírico. Se necesitan directrices sencillas y normalizadas para las pruebas, los tratamientos la vigilancia y la evaluaciòn, los cuales ya se están elaborando. Se ha creado un Servicio de Medicamentos y Pruebas Diagnósticas del SIDA (AMDS) para garantizar que los países tengan medicamentos y pruebas diagnósticas de calidad a los mejores precios.

Organizaciòn Mundial de la Salud




Abstract
Todas estas medidas exigen intervenciones ràpidas y mucha flexibilidad. Se ha calculado la financiación necesaria para lograrlo, y es preciso movilizar recursos a nivel internacional. La estrategia se irà adaptando a medida que se apliquen y vayan surgiendo nuevas evidencias científicas. Se esta preparando y desarrollando una alianza mundial, y se están llevando a cabo acciones en éste sentido. Probablemente sea ésta la tarea más ardua que haya tenido que enfrentar el mundo en materia sanitaria, pero es también la más urgente, y de ella dependen la vida de millones de personas. Todos los implicados deben hallar nuevas formas de trabajar en colaboración y de aprender con la práctica; esta estrategia es un paso largo para lograrlo.

Introducción
 

El VIH/SIDA es la mayor crisis sanitaria del mundo actual: en dos decenios, la pandemia se ha cobrado casi 30 millones de vidas. Se calcula que en la actualidad viven con el VIH/SIDA 40 millones de personas, el 95% de ellas en países en vías de desarrollo, y se producen 14 000 contagios cada día. El VIH/SIDA está destruyendo familias y comunidades y minando la vitalidad económica de los países. La reducción del personal docente por el SIDA contribuye al analfabetismo y la falta de habilidades, y la pérdida masiva de funcionarios debilita las principales funciones públicas y pone en peligro la seguridad. La carga que representa el VIH/SIDA, incluido el tributo de vidas entre los profesionales sanitarios, está arrastrando a los sistemas de salud al borde del colapso. En las regiones más afectadas, el impacto de la morbilidad y la mortalidad está destruyendo los logros económicos, sociales y políticos del último medio siglo y aniquilando la esperanza de un futuro mejor.

Hoy por hoy no hay cura para la infección por el VIH y se tardará años en lograr vacunas eficaces, pero el desarrollo de antirretrovíricos capaces de salvar la vida ha suscitado nuevas esperanzas. En los países de altos ingresos se ha difundido el uso de la terapia antirretrovírica combinada, que ha mejorado la vida de gran número de personas que viven con el VIH/SIDA y ha logrado que éste ya no se perciba como una enfermedad mortal, sino como una dolencia crónica y tratable. En las regiones más pobres del mundo, precisamente aquellas en las que el VIH se ha difundido con mayor celeridad, esta transformación no se ha producido todavía. De los seis millones de habitantes de los países en desarrollo que necesitan urgentemente tratamiento antirretrovírico, menos del 8% lo están recibiendo. Si no acceden rápidamente a un tratamiento correctamente administrado, estos millones de hombres, mujeres y niños morirán.

Este tributo humano y la devastación social y económica que conlleva pueden evitarse. Se ha comprobado que, en contra de lo que se pensaba, es posible dispensar tratamiento antirretrovírico en zonas de escasos recursos. Los precios de los antirretrovíricos, hasta hace poco inasequibles para los países de bajos ingresos, han descendido mucho. Una movilización política mundial y creciente, encabezada por las personas que viven con el VIH/SIDA, ha informado a comunidades y gobiernos y ha ratificado que el tratamiento es un derecho humano. El Banco Mundial ha canalizado más fondos para la lucha contra el VIH/SIDA. Se han creado nuevas instituciones, como el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (FMSTM), y ambiciosos programas bilaterales, como la Iniciativa Presidencial en VIH/SIDA de los Estados Unidos de América, lo que refleja un nivel excepcional de voluntad política y recursos sin precedentes para la lucha contra el VIH/SIDA. Hay que aprovechar esta combinación única de oportunidad y voluntad política emprendiendo medidas urgentes.

En 2001, asociados del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) y otras organizaciones, junto a científicos de la OMS, calcularon que, en condiciones óptimas, se podría proporcionar tratamiento antirretrovírico y acceso a servicios médicos a tres millones de habitantes de países en desarrollo para 2005. Sin embargo, en los países afectados, la incorporación al tratamiento seguía siendo insuficiente. El 22 de septiembre de 2003, el Dr. Lee Jong-wook, Director General de la OMS, se unió a Peter Piot, Director Ejecutivo del ONUSIDA y a Richard Feachem, Director Ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (FMSTA), para declarar la deficiente cobertura antirretrovírica como una emergencia sanitaria mundial. En respuesta a ella, la OMS y sus asociados lanzaron la iniciativa «Tratar a tres millones para 2005». Se ha demostrado que es factible tratar a las personas que viven con el VIH/SIDA en los países desarrollados y en desarrollo, por lo que la meta mundial de tratar a tres millones de personas con antirretrovíricos para el final de 2005 es necesaria y alcanzable en el camino hacia el objetivo último, es decir, el acceso a la terapia antirretrovírica para todos los que la necesitan.

Una emergencia sanitaria impulsa a actuar y pone fin a las actitudes inmovilistas allí donde existan. Conseguir la meta de tratar a tres millones de personas para 2005 exige nuevos compromisos y una forma inédita de trabajar en el sector sanitario mundial. Los países se encuentran en primera línea de la lucha, pero no pueden tener éxito solos. Se necesita una movilización intensiva y en colaboración que reúna a países, organizaciones multilaterales, agencias bilaterales, comunidades y el sector no estatal.

La prevención seguirá siendo un elemento fundamental de todas las acciones de lucha contra el VIH. El acceso universal al tratamiento antirretrovírico abre vías para acelerar la prevención en comunidades en las que habrá más personas que conozcan su estado serológico y, lo que es esencial, quieran conocerlo. A medida que el VIH/SIDA se convierta en una enfermedad prevenible y tratable, las actitudes cambiarán y disminuirán rápidamente la negación de la realidad, el estigma y la discriminación. Desarrollar un tratamiento eficaz del VIH/SIDA es la actividad que mejor puede impulsar y acelerar el interés por la prevención y el impacto de ésta. En la iniciativa «tres millones para el 2005», esto se producirá como parte de una estrategia integral que aunará el tratamiento, la prevención, la atención y el pleno apoyo social a los afectados por el VIH/SIDA. Dicho apoyo es decisivo tanto para garantizar el cumplimiento del tratamiento antirretrovírico como para fortalecer la prevención.

La lucha contra el VIH/SIDA tiene implicaciones para todo el sector sanitario. La enfermedad deteriora de forma directa e indirecta el funcionamiento de los sistemas sanitarios nacionales. Para contrarrestar eficazmente este impacto se necesita tanto una respuesta de los propios sistemas sanitarios como una más amplia de la sociedad. A medida que aumenta el número de profesionales de la salud que mueren de SIDA, los sistemas sanitarios van fallando en la dispensación de servicios básicos, y con el fallecimiento de los trabajadores de una economía disminuyen los ingresos a disposición de dichos sistemas, lo que agrava su deterioro. Para invertir esta tendencia es necesario ampliar el acceso a servicios integrados de tratamiento, prevención y asistencia del VIH/SIDA.

Al abordar las necesidades de los sistemas sanitarios para apoyar la meta de «tres millones para 2005», la iniciativa tendrá en cuenta las características comunes y específicas de los sistemas sanitarios nacionales y locales. El reto de hacer frente a estas cuestiones en ámbitos diversos conllevará la implicación de múltiples partes interesadas pertenecientes a los sistemas sanitarios. También se necesitarán importantes inversiones nuevas en los sistemas sanitarios de los países. Las aportaciones económicas deberán coordinarse minuciosamente con los marcos financieros y presupuestarios existentes, incluidos los Documentos de Estrategia de Lucha contra la Pobreza (DELP) de los países y los Enfoques Sectoriales (SWAP). La aplicación eficaz de la estrategia «tres millones para 2005» acelerará el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) relativos al VIH/SIDA, así como los ODM conexos de salud y desarrollo. La OMS está realizando consultas intensivas con autoridades nacionales y con los asociados internacionales pertinentes, incluido el Banco Mundial, para garantizar la coordinación de los esfuerzos.

Este documento contiene un marco estratégico inicial para orientar la contribución de la OMS a la iniciativa «tres millones para 2005». Dicho marco seguirá evolucionando mediante el diálogo con los asociados a medida que se desarrollen los programas de tratamiento y aumenten los conocimientos. Por tanto, la estrategia no supone un final, sino un comienzo. La urgencia de la crisis significa que es vital ponerse en marcha, creando cauces para comunicar las pruebas científicas y efectuar las modificaciones necesarias a medida que el trabajo avanza. Este documento describe el objetivo, la meta y los principios rectores de la iniciativa «tres millones para 2005», y analiza seguidamente los cinco pilares del marco estratégico que guía la acción de la OMS. Por último, muestra cómo está modificando la OMS sus estructuras y sus pautas de trabajo para impulsar la iniciativa y cómo trabajará con sus asociados para ampliar el acceso al tratamiento antirretrovírico hasta el 2005 y después.



Introducción
La iniciativa «Tratar a tres millones para 2005»
El marco estratégico
Hacerlo realidad: los cambios en la OMS
El trabajo con los asociados
Después de 2005
Anexos

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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