La fisura anal se define como una
laceración, grieta o desgarro del anodermo, que se encuentra situada en el
canal anal, desde la línea dentada hasta la margen del ano, sobre una banda
hipertrófica que constituye el esfínter interno (1,2). Por lo
general se presenta en adultos jóvenes y con la misma frecuencia en ambos
sexos.
Afecta aproximadamente al 10% de la
población de pacientes que acuden a consultas de proctología(3),
siendo una de las causas más frecuentes de dolor anal crónico y de rectorragia
postevacuatoria, que conlleva a una alteración en la vida laboral del paciente
junto con alarma y preocupación personal, lo que produce a su vez estados de
ansiedad y depresión que disminuyen la calidad de vida del afectado (4)
Desde su introducción por Eisenhammer
en 1951 (5), la esfinterotomía lateral interna (ELI) ha sido el
patrón de oro en el tratamiento de esta patología, siendo su principal y mayor
desventaja la probabilidad de producir incontinencia permanente a gases, moco o
heces en porcentajes que varían según la literatura desde 8 a 30% (6).
En la búsqueda de terapéuticas que
ofrezcan altos niveles de efectividad con menores tasas de complicaciones, se
han descrito distintas modalidades de tratamiento que van, desde cambios en la
dieta e higiene personal (alto consumo de fibra, sediluvios calientes), agentes
tópicos (liberadores de oxido nítrico, bloqueantes de canales de calcio,
anestésicos locales), hasta esfinterotomía química con toxina botulínica,
evidenciando niveles de éxito satisfactorios (7,8).
Estos estudios demuestran que, de los
agentes antes mencionados, los más efectivos parecen ser los nitratos tópicos y
la toxina botulínica (TB), con tasas de éxito de hasta 85 y 93% respectivamente
(8), resultados comparables con la ELI, lo que podría justificar su
uso sistemático como tratamiento de primera línea para la fisura anal (9).
Por las
consideraciones anteriores, se decidió comparar la efectividad de los
tratamientos con toxina botulínica y con mononitrato de isosorbide tópico, en relación a sus
efectos sobre: disminución del dolor, tiempo de
cicatrización, efecto en el tono del esfínter anal interno y complicaciones en
pacientes con fisura anal que acudan a la consulta de la Unidad de
Coloproctología del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Caracas
durante el período de Julio 2010 a Marzo 2011.
Existen pocos
estudios que comparan la efectividad de ambos tratamientos, habiendo sido
generalmente comparados con placebo o la ELI. Teniendo en cuenta que los
resultados hasta ahora conocidos con el uso tanto de TB como de nitratos
tópicos, presentan efectividad similar a la ELI, y en la búsqueda de la mejor y
más exitosa línea de tratamiento, se hace necesario comparar la efectividad,
entre un agente local liberador de óxido nítrico (ungüento tópico de
mononitrato) y la inyección de toxina botulínica.