Bioquímica
La deficiencia de ácido fólico en la población venezolana: Sugerencias para su corrección a corto plazo
Medidas necesarias para corregir esta deficiencia
A diferencia
de los otros factores de riesgo modificables mencionados en la introducción,
la deficiencia de ácido fólico (al igual que la de hierro) es
fácil de corregir a corto plazo. Se basa en la decisión de Estado
de fortificar ciertos alimentos, de consumo masivo,
con concentraciones adecuadas de ácido fólico sintético.
Los alimentos susceptibles de fortificación son fundamentalmente los
granos (arroz), cereales, las pastas, las harinas de maiz y de trigo. La suma
de la oferta diaria de ácido fólico proveniente de alimentos fortificados
no debe ser menor a 400 microgramos ni mayor de 1 miligramo (a fin de proteger
a una pequeña sub-población que podría padecer de anemia
megaloblástica por deficiencia de vitamina B12 y a los ancianos que son
propensos a este tipo de deficiencia).
Decisiones
de Estado de este tipo han sido implementadas en USA desde 1996, Canadá
desde 1998, Chile desde 2000 y Costa Rica desde 2002. El seguimiento en el tiempo
de este tipo de intervención nutricional ha demostrado su eficacia en
USA y Canadá y está en proceso en Chile.
En el caso
de USA, la FDA reglamentó el nivel de fortificación de "todos"
los cereales.
Productos
a fortificar y niveles de fortificación
Producto
a enriquecer (CFR 21) |
Ácido
fólico (µg por 100 g) |
Productos
de panificación (Part 136)
|
Pan,
panecillos, buñuelos, etc |
95 |
Harinas
de cereales y productos relacionados (Part 137)
|
Harina
Sémola
Hojuelas de maíz
Fécula
Arroz
|
154
154 - 220
154 – 220
154 – 192
154 - 308
|
Pastas
alimenticias (Part 139)
|
Macarrones
Fideos
|
198
– 264
198 - 264
|
En
el caso de Chile, por medio de la Resolución Exenta N° 543 del año
2000, emitida por el Ministerio de Salud, se ordenó la fortificación
de la harina de panificación con un nivel de ácido fólico
de 220 µg por 100 g de producto.
En
Costa Rica, por medio de la Resolución N° 30031 de enero de 2002,
emanada de la Presidencia de la Republica y del Ministerio de Salud, se ordenó
la fortificación del arroz con 180 µg de ácido fólico
por 100 g de producto.
En
Europa, la mayoría de los paises no han emitido resoluciones similares,
sin embargo, el Departamento de Salud del Reino Unido ha recomendado la fortificación
de cereales con 240 µg de ácido fólico por 100 g de producto.
En
nuestro caso, a objeto de tener un punto de partida para la eventual implementación
de medidas similares, diseñamos un protocolo piloto, simple, para evaluar
el efecto de la ingestión de arepa preparada con harina de maiz precocida,
fortificada con aproximadamente 190 microgramos de ácido fólico
sintético por 100 gramos de producto. Se estudió la variación
de los niveles de ácido fólico plasmático en 25 adultos
sanos a los cuales se les había demostrado previamente niveles muy bajos
de ácido fólico (< 5 nM).
El
protocolo empleado fué el siguiente:
- Manteniendo
el régimen dietético usual de cada sujeto participante, se
les suministró a cada uno una arepa (50-75 gr) preparada con harina
de maíz fortificada con ácido fólico a una concentración
nominal de 190 µg/100 gr de producto (rango = 170 a 220 µg/100
gr de producto), en el desayuno diario.
- A los
45 y 90 días después de iniciado el protocolo, se determinaron
los niveles de ácido fólico y Homocisteina plasmáticos.
- Los
valores obtenidos para cada periodo se compararon con los valores basales
(t-Test pareado).
La Figura 3 resume los resultados obtenidos a los 45 y a los 90 días
de iniciado el protocolo.
Este resultado sugiere que:
- El ácido fólico
sintético agregado a la harina de maiz resiste la cocción
y es satisfactoriamente absorbido por el organismo.
- La respuesta se traduce
en un incremento apreciable, estadísticamente significativo, de aproximadamente
el doble de los valores iniciales.
- Se requiere elevar
la concentración de ácido fólico en la harina de maíz
o complementarlo con la fortificación de otros alimentos de consumo
masivo, ya que no fué posible alcanzar el valor mínimo recomendado
por la OMS de 12 nM aún despues de 90 días (24 semanas).
Recomendaciones
para implementar medidas correctivas a corto plazo
- Comenzar a la brevedad
el estudio de una ley o Resolución ministerial sobre la implementación
de la fortificación de ciertos alimentos de consumo masivo con ácido
fólico sintético. Existe en nuestra legislación una
disposición similar sobre la fortificación de la leche con
hierro y vitamina A.
- Realizar en un corto
plazo, los estudios correspondientes que permitan escoger el nivel de fortificación
apropiado para modificar la deficiencia en nuestra población. Ampliar
el estudio piloto hecho por el IVIC sería la via más rápida.
- Escoger uno o dos alimentos
de uso masivo para la primera etapa de fortificación. Pareciera que
harina de maíz y pastas alimenticias serían los más
adecuados. Ya algunas marcas de arroz han sido fortificadas con ácido
fólico (Primor Enriquecido, 17,7 µg por 100 g de producto)
- Iniciar campañas
educativas que abarquen la mayor parte de la población.
- Proveer los fondos
necesarios para el diseño y la implementación del protocolo
de seguimiento de la efectividad de dicha fortificación al año
y a los dos años de iniciada.
- Establecer, de manera
confiable, la incidencia de defectos del tubo neural en la población,
previo al inicio de la fortificación. Igualmente para las patologías
aterotrombóticas, aún cuando el posible efecto benéfico
de la fortificación con ácido fólico sobre estas patologías
requiere de un lapso de seguimiento bastante más largo. Ambos datos
serán de gran ayuda en la evaluación del beneficio derivado
de las medidas que se implementen.
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