Se hizo un corte
transversal, descriptivo de una muestra de pacientes tomadas por tres expertos
en el área. Se estudiaron 84 pacientes con HTA que fueron clasificados por tres
especialistas en Medicina Interna en dos grupos, de acuerdo con las normas del
VII Reporte del Comité Conjunto Nacional sobre la Prevención, Evaluación y
Tratamiento de la Hipertensión Arterial (25), en:
Grupo 1 (PAS=140-159 y
PAD=90-99) n=24 pacientes, (14 mujeres, edad media 49±4 años)
Grupo 2
(PAS≥160 y PAD≥100) n=60 pacientes, (31 mujeres, edad media 50±6 años).
Todos
los pacientes estaban controlados de su HTA con tratamiento (que en todos los
casos fueron IECAs ó ARA II) y no presentaron signos electrocardiográficos de
hipertrofia ventricular izquierda.
Los criterios de
inclusión en el estudio fueron los siguientes:
1.
No tener elementos clínicos sugestivos de una
Encefalopatía Vascular Hipertensiva aguda ni crónica.
2.
No haber sido nunca paciente de un servicio
de Neurología y/o Psiquiatría.
3.
No tomar medicamentos anticonvulsivantes ni
que afecten al Sistema Nervioso.
4.
No tener una enfermedad sistémica diferente
de la HTA.
5.
No haber tenido fracturas de cráneo ni
conmoción cerebral.
6.
No estar embarazada o lactando.
7.
No ser drogadicto ni alcohólico.
Además, se estudió un
grupo de sujetos funcionalmente sanos (n=35) (17 mujeres, edad media 47±9 años).
Los sujetos controles no presentaron
antecedentes de enfermedades sistémicas, neurológicas ni psiquiátricas,
intervenciones neuroquirúrgicas, traumatismos cráneo-encefálicos ni
antecedentes de dependencia a drogas y alcohol y realizaron las mismas pruebas
que los pacientes. Ninguna mujer estuvo menstruando o embarazada en el momento
de realizarse el estudio. Todos los sujetos de este estudio tenían, al menos,
octavo grado de escolaridad.
El registro electroencefalogáfico (EEG) se realizó
en vigilia, con los ojos cerrados, en un ambiente con luz natural,en un montaje
monopolar utilizando como referencia ambas orejas cortocircuitadas en el panel
de electrodos. La frecuencia de muestreo del EEG fue de 200 Hz (5 mseg) con un
pasabanda entre 0.5 y 30 Hz. Para la adquisición del EEG se colocaron
electrodos de disco de oro con pasta conductora en cada una de las derivaciones
del Sistema Internacional 10-20 (26) incluyendo la posición Oz, con una
impedancia menor de 5 kohms. Los movimientos oculares se registraron colocando
un electrodo 1 cm por encima y por fuera del canto externo del ojo izquierdo y
otro electrodo 1 cm por debajo y por fuera del canto externo del ojo derecho,
para poder eliminar los segmentos del registro con movimientos oculares. El ECG
se grabó durante todo el estudio. El paciente se mantuvo sentado, en una
poltrona reclinable, durante el tiempo del registro. Se utilizaron como maniobras de
activación la apertura y cierre de los ojos, la Hiperventilación Pulmonar (HVP)
durante 3 minutos y la fotoestimulación intermitente a distintas frecuencias.
Los pacientes estaban normotensos en el momento del registro.
En el análisis de
la actividad paroxística se aplicó la Tomografía Electromagnética de Baja
Resolución (LORETA) para determinar el área cortical de origen de la actividad
paroxística, para lo cual se utilizó el software LORETA-S del Brain Research
Institute de Zurich, Suiza, desarrollado para tales propósitos. Para esto se
tomaron los segmentos de EEG de cada paciente en la localización donde había un
paroxismo detectado visualmente por el
electroencefalografista y se “cortaba” el EEG
250 mseg antes y después del inicio y final del paroxismo, en un segmento de
EEG que comprendía todas las derivaciones del Sistema Internacional 10-20
incluyendo Oz. Estos segmentos se transformaban a ficheros de texto y después a
ficheros lor con el sistema LORETA-S, con el cual se hacía el
procesamiento para determinar el origen del paroxismo. En la figura 1 se presenta la imagen
tomográfica de LORETA que es solamente de tipo ilustrativa, porque el resultado
es un fichero texto donde se dan las coordenadas en los tres ejes (x,y,z) del
espacio de Talairach donde se localiza el origen del paroxismo, el área de Brodmann
donde está este punto y la circunvolución cerebral a que pertenece. Se cuantificaron las localizaciones que determinaba el
LORETA-S según el área de Brodmann y el hemisferio cerebral y se hizo un
análisis de Chi cuadrado entre los grupos de pacientes. Los sujetos sanos no
presentaron actividad paroxística en el EEG. El nivel de
significación estadística se tomó para un valor de p<0.05.