Sus comienzos. De Trujillo a Caracas

Arnoldo Gabaldón nació el 1º de marzo de 1909 en la ciudad de Trujillo, Estado Trujillo, Venezuela. Hijo de Don Joaquín Gabaldón (hacendado con notable ascendiente en su comunidad) y de Doña Virginia Carrillo Márquez, hija, a su vez de Don Juan Carrillo Guerra, un hombre de vasta figuración pública en el país y factótum regional de empresas culturales e industriales.

La infancia de Arnoldo Gabaldón transcurrió en un Trujillo provinciano en cuanto a la división política, pero culturalmente casi tan vinculado a las grandes capitales del mundo como a la de Venezuela.

La enseñanza no estaba en manos de profesionales de la educación, sino de hombres pertenecientes a las profesiones liberales: médicos, abogados, ingenieros, que dictaban las cátedras más acordes con su inclinación. De aquí que fuesen generosos maestros, forjadores de las mejores tendencias en el ánimo de sus alumnos.

Así, Arnoldo Gabaldón desarrolló el culto por la historia y la filosofía. Lo que orientó su vocación fue una obra venida en uno de aquellos paquetes solicitados a París. Un libro de ciencias naturales de Ernesto Heckel. Luego, un primo le regaló un libro de citología de Jaime Pujiula. Allí se hablaba de los protozoos y fue cuando se interesó por la investigación de éstos: cuáles son los parásitos y qué tipo de enfermedades produce cada uno de ellos.

Arnoldo fue hijo único de una pareja que se dedicó a moldearle el carácter, a hacerle la mano a las exigencias de la vida. Doña Virginia, con admirable intuición, lo ayudó a superar los escollos que el hecho de ser hijo único plantea en la psicología del niño. Don Joaquín, no desaprovechó oportunidad para sembrarle, afectuosamente, enseñanzas; que le harían recio el carácter y suaves las maneras. Él sabía muy bien que el Arnoldo tenía que levantarse en una tierra dura y que tenía que abrirse paso en una Venezuela cambiante, que debía incorporarse con sacudones de renacimiento al siglo que ya ha comenzado culturalmente en otras partes.

Cuando Arnoldo tuvo que viajar a Caracas para estudiar medicina, Don Joaquín dijo que su hijo no iba a vivir en pensión, por lo que compró un terreno en las cercanías del nuevo circo y allí construyó la casa que habitaría luego la familia y en cuya planta alta había dos habitaciones; una para Joaquín Gabaldón Márquez; la otra para Arnoldo y una pequeña única y exclusivamente para su laboratorio. Allí transcurrieron largas jornadas, aficionado al microscopio que, posteriormente se convertiría en unos de los acompañantes de toda su vida.

El 22 de abril de 1937 en Boconó estado Trujillo, Gabaldón contrajo matrimonio con María Teresa Berti, hermana de uno de sus grandes amigos: Arturo Luis Berti y también luchador ejemplar de la lucha contra la malaria en Venezuela. Decidieron unirse en matrimonio, luego de su regreso de su primer viaje de Estados Unidos.

La joven pareja se estableció a vivir en Caracas, en la casa que Don Joaquín Gabaldón había construido cuando Arnoldo se trasladó a estudiar medicina en la capital, situada de San Martín a San Roque N° 58.

Allí se criaron sus hijos: Luisa, Arnoldo José y Mariela, nacidos como él decía, antes del DDT. Yleana y Reinaldo después del DDT.