Julio-Septiembre 2012 51
ISSN 1317-987X
 
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Psiquiatría
Saber objetivo sobre la subjetividad, desde el psicoanálisis intersubjetivo y la filosofí­a del siglo XX

Conclusiones

Desde el contexto positivista de la época de Freud se ha ido cambiando de paradigma hasta admitir que es preferible aceptar ámbitos correspondientes al subjetivismo y otros al objetivismo. Hasta admitir la suma de perspectivas de las diferentes escuelas psicoanalíticas y perspectivas como las señaladas por Mitchell (empirista, fenomenológica y hermenéutico/constructivista), las cuales pueden aportar visiones complementarias, como decía Ortega sobre la sierra del Guadarrama.

Podemos creer que es posible, utilizando la expresión de Green, alcanzar un "saber objetivo sobre la subjetividad" en psicoanálisis. Para ello he destacado las ideas de algunos filósofos del siglo XX, como los llamados filósofos del diálogo y la reciprocidad, que han rescatado la importancia del otro, del diálogo y el valor de la relación y el amor.

Sin embargo, no creo que sus ideas justifiquen cierta tendencia a ver la psicoterapia como una especie de relación amigable, cuasi amorosa, donde "todo vale". No se trata de una acción meramente caritativa, empática (o casi mejor decir "simpática"). Por ejemplo, pese a que Buber defendió que la relación es recíproca, señaló que la relación de ayuda es asimétrica por naturaleza e hizo algunas excepciones, como entre profesor-estudiante, terapeuta-paciente, y líder espiritual-congregante, que "por su propia naturaleza nunca podrán desplegarse en una completa mutualidad, si es que han de mantener la fidelidad a su naturaleza". (41) Cuando Lévinas, cuya postura era más extrema, le criticó que el diálogo que proponía era demasiado formal, Buber replicó que lo mal interpretaba y dijo de Lévinas: "Él puede pasarse el día vistiendo al desnudo y alimentando al hambriento y aun serle difícil decir un verdadero Thou (tú)" (42)

Al igual que muchos hermeneutas no aceptan el "todo vale", no "todo vale si ayuda al paciente", pues no sólo habría que definir qué y cómo es lo que vale para el paciente, sino quién lo determina y cómo puede estructurarse una teoría de un modelo terapéutico si se va cambiando aleatoria e intuitivamente, momento a momento, lo que se cree que ayuda al paciente. Además, la postura del "todo vale" es peligrosamente omnipotente y otorga un poder de decisión omnisapiente al terapeuta, con la paradoja de que parece liberarlo de la responsabilidad de buscar arduamente un saber y del estudio de teoría y técnica psicoterapéutica, conformándose con su supuesto carisma o su supuesta buena, sensible o caritativa intencionalidad, pero careciendo de la sujeción y protección que brinda una metodología. En este sentido, no creo que la metodología psicoanalítica sea del todo una hermenéutica, como decía Gadamer o Ricoeur (que llegó a afirmar que el psicoanálisis es el paradigma mismo de una actividad hermenéutica). Pero, cuando sostenemos nuestras teorías e interpretaciones del paciente no hay que olvidar que para Heidegger y su alumno Gadamer, la interpretación siempre se hará desde la perspectiva particular que el intérprete aporta al acto de interpretar.(43)

De tal manera que el error del objetivismo sería considerar al objeto-mente del paciente el único responsable del conocimiento (que es el reproche que los psicoanalistas intersubjetivistas hacen a Freud), mientras el error del subjetivismo sería excederse en lo que el sujeto-analista impone al mismo (que es el reproche que se les hace a los intersubjetivistas). Lo difícil es el balance entre perspectivas, sabiendo que no se trata de alcanzar la verdad absoluta. De ello nos previene Gadamer al señalar que "la hermenéutica no es un método para averiguar un sentido "verdadero", como si éste pudiese llegar a alcanzarse". (44) Así, entre el extremo del cientificismo, que privilegia lo racional-científico, y el otro extremo del relativismo deconstructivo, se encuentran a medio camino el subjetivismo hermenéutico (45) y el "gris" de la lógica borrosa (38).

Sabemos que hay distintas perspectivas sostenidas por escuelas diferentes y que no todas son compatibles entre sí. Pero, recordando que la única perspectiva falsa es la que se pretende única, como dijo Ortega, podemos intentar sumar algunas. Aunque no concuerdo con él en que la perspectiva dependa (sólo) de la realidad, ni que por ello al sustituir al observador la perspectiva debería ser la misma.

Freud y muchos psicoanalistas creemos que existe el determinismo inconsciente y que es posible, al menos en parte, hacer consciente lo inconsciente, moviéndonos entre objetivismo y subjetivismo, por medio de métodos como el análisis de la transferencia, la contratransferencia, la resistencia, etc. Y aunque considero que en parte dependen del marco teórico del investigador, ya Heidegger destacó que no toda interpretación es tan válida como cualquier otra pues, como diría Mitchel, hay muchas maneras de pintar un jarro con flores pero ello no significa que todas tengan el mismo valor.(40) En este sentido cabe el señalamiento de Boghossian, catedrático de filosofía de la Universidad de New York, de que todo objetivista aceptaría que para cualquier segmento espacio-temporal dado, puede haber múltiples descripciones igualmente verdaderas, siempre y cuando éstas sean mutuamente consistentes. Por ello critica al constructivismo cuando viola el "Principio de no- contradicción" y dice: "¿cómo podría darse el caso al mismo tiempo de que la tierra sea plana y redonda?". (46)

En la historia de la filosofía, durante el siglo XIX, Schleiermacher, Droysen y Dilthey buscaron una metodología hermenéutica sistematizada y con reglas generales que permitiera alcanzar el estatus de ciencia del espíritu. Después lo intentaron los neokantianos y Emilio Betti, pero todos ellos con resultados relativamente infructuosos. Igualmente, los psicoanalistas seguimos intentado sistematizar nuestro método pero no debemos olvidar las enseñanzas de filósofos como Heidegger que no creía posible alcanzarlo, pues ello implicaría la idea metafísica -procedente del intento de huir de la propia finitud- de que exista una verdad absoluta, última y atemporal. Heidegger, como señala Grondin, consideraba que el intentar buscar un método para el entender "era un intento desesperado de encontrar sobre todo un "respaldo firme", ante la historicidad que se había hecho patente en el siglo XIX".(47)

Aun así, Heidegger y Gadamer propusieron un método: reconocer los propios prejuicios y la propia subjetividad; la propia ubicación hermenéutica del intérprete, para poder contrastarla con el texto del otro [del paciente]. Heidegger dijo: "Lo que importa no es que se cierren los ojos ante este "malvado" círculo deseando su desaparición para lograr cualquier objetividad inexistente. Lo decisivo es no salirse de este círculo, sino introducirse en él de la manera correcta". (48)

Gadamer, como su maestro Heidegger, también cuestionó la metodología y concordó en que las ciencias del espíritu tienen más que ver con el uso del "tacto" psicológico o una sensibilidad artística. Según Grondin, en esto Gadamer se orientó por un discurso de Helmholtz, el científico de la naturaleza, en el que señaló que "Las ciencias del espíritu proceden de otra manera, porque obtienen sus conocimientos más bien por medio de algo así como un tacto psicológico [...] una "inducción artística" que emana de una sensibilidad instintiva y de un tacto para los que no hay reglas" (49)

El que ha vivido y comprobado muchas de nuestras teorías psicoanalíticas, puede dar fe de un saber objetivo de la subjetividad, aunque muchas veces nuestra metodología sea cuestionable, como la de los hermeneutas, y se mezcle con ese tacto psicológico y artístico del que ellos hablan y que puede asemejarse al del director de orquesta. Por ello me remito al discurso que Ricardo Mutti pronunció al recibir el reconocimiento como "Músico del Año", del América Musical. Comenzó contando que su profesor, Antonino Votto, alumno de Toscanini, bromeaba diciendo: "¿por qué te preocupas, tú no tienes que tocar, sólo haz esto [mueve las manos] que algo pasará?". Pero, otro profesor, Vittorio Gui, teniendo 90 años, le dijo: "Muti, que lástima que estoy tan cerca de la muerte, justamente ahora que estaba aprendiendo cómo dirigir" (50)

Citaré el final de su discurso de modo que tan sólo cambiando algunas palabras podríamos adaptarlas a lo difícil que es dirigir una psicoterapia: "La función del director no es sólo marcar los tiempos, sino también tomar de las almas de los músicos la música, los sentimientos, los sentimientos [enfatiza Muti], no las notas. Las notas son la expresión concreta de los sentimientos. Y eso es algo que hace que dirigir sea la profesión más difícil del mundo"¦ Marcar los tiempos es muy fácil, cualquiera lo puede hacer. Cualquiera. Hacer música es muy, muy difícil" nunca llegaremos a la otra orilla del río, porque detrás de las palabras habita el infinito, que significa Dios. Y nosotros somos demasiado pequeños frente a Dios". (50)

Y es que los "movimientos" del director de orquesta y los del analista tienen también que ver con eso que se ha llamado "feeling", más relacionado con la llamada memoria no verbal, implícita o procedural, o sea, con aspectos de la terapia que no producen cambios por medio de la palabra (la interpretación mutativa), la memoria declarativa y los simbolismos, sino por intercambios intersubjetivos que Daniel Stern y sus colaboradores del "Process of Change Study Group" en Boston (51) han llamado "moments of meeting" en los que el encuentro produce sucesos mutativos, un "algo más" que no se registra simbólicamente y que por tanto son de difícil traducción en términos hermenéuticos, a menos que recurramos a concepciones dialógicas como las de los citados filósofos del diálogo.

Ya vemos que difícil es hacer y enseñar psicoterapia, e intentar cruzar el complejo y peligroso rio del saber objetivo sobre la subjetividad.




Continua: Referencias

Saber objetivo sobre la subjetividad, desde el psicoanálisis intersubjetivo y la filosofí­a del siglo XX
Introducción.
Intersubjetividad, hermenéutica y filósofos del diálogo
¿Se necesitan estudios longitudinales prospectivos con control experimental en psicoanálisis?
Conclusiones
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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