Anatomía Patológica
Lesiones Mesenquimáticas de La Vulva
Discusión
Las lesiones del
mesénquima vulvar son poco frecuentes, en nuestra casuística representaron
apenas el 2,91 % de las biopsias de vulva. Desde el punto de vista práctico las
lesiones de partes blandas de la vulva se pueden dividir en dos grupos:
aquellas que son relativamente sitio específicas que incluyen el angiomixoma
agresivo, angiomiofibroblastoma, angiofibroma celular y el pólipo
fibroepitelial estromal (1,4), y un segundo grupo que se presentan con mayor
frecuencia en otros sitios anatómicos pero que también pueden comprometer la
región vulvo-vaginal, como son: angioqueratoma, leiomioma, leiomiosarcoma,
tumor fibroso solitario, tumores fibrohistiocíticos , tumores lipomatosos y
tumor de células granulares, incluídos en esta serie, y de músculo estriado y
otros tumores vasculares. Nuestra casuística consiste en una variedad de estos
grupos de tumores tanto benignos como malignos de interés clínico y
anatomopatológico. Los pólipos fibroepiteliales son las lesiones más frecuentes
observadas en la vulva, constituyeron
el 59,25 % de los tumores de partes blandas de la vulva en nuestra serie. Se presentaron en pacientes jóvenes y en la
edad media, muchas veces en relación al
embarazo o a Terapia de Reemplazo Hormonal. El promedio de edad de las
pacientes fue de 34,3 años, ligeramente mayor que el promedio reportado en la
literatura (5), la más joven (16 años),
había comenzado a presentar las lesiones múltiples en la vulva, en el sexto mes de embarazo. Los pólipos fibroepiteliales
de la vulva más frecuentes son pequeños, filiformes denominados también
Acrocordon (fibroma blando). Otro grupo
de los pólipos fibroepiteliales son
polipoides, al examen histológico están revestidos por epitelio escamoso sin
alteraciones o hiperplásico, profundamente en el centro del pólipo se
encuentran células fusiformes y
estrelladas con procesos citoplásmaticos cortos. Algunas son multinucleadas
incluso con núcleos multilobulados. El estroma es fibroso, edematoso o mixoide.
Estos pólipos fibroepiteliales han sido denominados Pólipo Estromal
Mesodérmico, también conocido anteriormente como pseudosarcoma botrioide (5).
En la actualidad los pólipos fibroepiteliales que demuestran células
pleomórficas, estrelladas y multinucleadas en el estroma se denominan Pólipo
Fibroepitelial con células estromales atípicas (6,7). Los casos asociados a embarazos regresan en el puerperio. Son
lesiones generalmente benignas que se resuelven con la extirpación. El diagnóstico
diferencial del pólipo fibroepitelial particularmente cuando se presenta en
adolescentes en forma de lesiones múltiples es el sarcoma botrioides, la carencia de lesión en el borde, la
extensión de las células atípicas a la interfase epitelio-estroma, presencia de
células atípicas aisladas y disgregadas cerca del epitelio son criterios de
benignidad. La ausencia de rabdomioblastos
lo diferencia del sarcoma botrioide (8). El angiofibroma celular es una lesión mesenquimática benigna poco frecuente
constituída por fibroblastos, en general
la edad de presentación es amplia entre la tercera y sexta décadas.
Nuestro caso se presentó en una paciente de 36 años de edad. Se han descrito también en la región inguinoescrotal
en los hombres. Clínicamente estas lesiones se presentan como quistes.
Macroscópicamente esta lesión es nodular, firme, bien circunscrita,
blanquecina, usualmente menor de 5 cm.,
al igual que en nuestro caso. Al
examen microscópico se comprueba que es bien delimitada, circunscrita pero no
encapsulada (3). La población celular es densa, uniforme, constituída por células fusiformes en un
estroma fibroso que puede presentar infiltrado inflamatorio. El conteo mitósico es hasta 10 mitosis en 10
campos de mayor aumento. Los vasos sanguíneos son pequeños, y medianos de paredes gruesas, hialinizadas. Algunas
series describen otros cambios originalmente no encontrados en esta lesión,
como son los cambios hialinos, mixoides, y los
agregados linfoides. Nuestro caso presentó < de 5 mitosis en 10
campos de mayor aumento y no presentó cambios histológicos asociados. Pueden
ser localmente infiltrativos. Son
positivos para Vimentina, y negativos para actina músculo liso específica,
Proteína S-100, Desmina, CD 34 y queratina AE1/AE3 (9). El angioqueratoma es considerada una variante del
hemangioma, aunque algunos autores la
consideran ectasias vasculares asociadas a cambios en el epitelio escamoso. Es
poco común, unilateral y puede presentarse como una lesión única o múltiple. Se
puede presentar asociada a cuatro condiciones clínicas: 1. Enfermedad de Fabry,
que en algunas instancias se asocia a
múltiples angioqueratomas (Angioqueratoma corporis difusum), 2.
Angioqueratoma de Mibelli (angioqueratomas múltiples de los dedos de las manos
y de los pies), 3. Angioqueratoma de Fordyce (que compromete el escroto), y el Angioqueratoma solitario. Ocurre en
mujeres en edad reproductiva antes de la sexta década. Generalmente
asintomáticas, pueden ocasionar prurito, sangrado o dolor. Nuestros dos casos se presentaron como
lesiones verrugosas y únicas en cada
caso, hiperpigmentadas, en pacientes en la cuarta década sin condición
asociada. Histológicamente observamos en ambos casos epitelio escamoso
queratinizado con proliferación vascular telangiectásica, separados por
cordones de células epiteliales. El epitelio presentó diferentes grados de
acantosis papilomatosis, e
hiperqueratosis y reacción inflamatoria
moderada de la dermis. El diagnostico diferencial incluye tumores vasculares como el Angiosarcoma y el Sarcoma de Kaposi (10). Los tumores de músculo liso poco comunes en la vulva. La incidencia reportada del leiomioma oscila entre 0,07 y 4, 2 % de los tumores vulvares. En nuestra serie representaron
el 11 %. Se describen en un rango de edad amplio desde la adolescencia hasta la novena década (con un
promedio de edad de 41 años) (1). El
promedio de edad de nuestros casos fue de 37 años. Pueden ser muy pequeños aunque la mayoría presentan un
tamaño moderado, de aproximadamente 5
cm. al momento de la consulta. Macroscópicamente exhiben características
similares a los leiomiomas vistos en otras localizaciones, son de consistencia
firme, blanco amarillentos. Histológicamente aunque son
semejantes a los leiomiomas uterinos, cabe resaltar en la vulva, la
predominancia de dos variantes histológicas: Epitelioide y mixoide. Aparentemente en la vulva la degeneración
mixoide ocurre con mayor frecuencia que en los leiomiomas de otras
localizaciones. Es importante evaluar los márgenes de la lesión para asegurarse
de que no exista infiltración del componente mixoide lo que plantearía el
diagnóstico diferencial con leiomiosarcoma. Los leiomiomas de vulva de tipo
epitelioide, al igual que los uterinos están constituidos por células con
citoplasma eosinofílico, se acompaña frecuentemente de degeneración mixoide y
hialina (11). La mayoría de las veces
el diagnóstico se realiza con coloraciones de rutina, sin embargo casos
aislados de difícil diagnóstico ameritan confirmación con inmunohistoquímica utilizando
el anticuerpo Actina Músculo liso específica.
Nuestros casos presentaron el tamaño promedio descrito en la literatura
al momento de la presentación, al tratarse de
lesiones circunscritas, fueron
resecadas en su integridad con márgenes negativos. Uno de nuestros casos
exhibió cambios mixoides frecuentemente descritos en leiomiomas de la vulva. El estudio
de los leiomiomas de la vulva plantea generalmente el descartar un leiomiosarcoma.
Clásicamente los criterios se basaban en el margen infiltrativo, el tamaño y la
actividad mitótica. Recientemente, un estudio señaló que la presencia de tres de
cuatro de los siguientes criterios en un tumor de músculo liso de la vulva
debería considerarse un sarcoma : 1. Tamaño tumoral > 5 cm, 2.
Presencia de márgenes infiltrativos, 3. Más de 5 mitosis en 10 campos de
mayor aumento, y 4. Atipia citológica
moderada a severa. Aquellos tumores con
una de estas características se deben considerar como benignos, los que exhiban
dos de estas características deberían considerarse como atípicos (1). El único
caso de leiomiosarcoma en nuestra serie fue un caso de consulta. Se nos informó
que había sido una lesión de crecimiento progresivo, de poco tiempo de evolución. Si bien el tamaño fue pequeño, la
aplicación de tres de los criterios histológicos expuestos anteriormente,
definió el diagnóstico. El leiomiosarcoma de la vulva es también poco
frecuente, la literatura señala que el tamaño oscila entre 3 y 15 cm. y que
aparentemente el tamaño no influye en la capacidad de dar metástasis. No se han
descrito metástasis a ganglios linfáticos sino más bien recurrencias locales y
metástasis a distancia. El tumor fibroso solitario
extrapleural ha sido reportado con una frecuencia inclusive mayor que los
tumores pleurales (12). Ocurren en
adultos de la edad media , sin predilección por sexo. Nuestro caso se presentó en una paciente de la séptima década. Se
describen en el retroperitoneo, extremidades proximales, cavidad abdominal y
torácica, cabeza y cuello. Son lesiones
de crecimiento lento y progresivo bien delimitadas y parcialmente encapsuladas.
El examen histológico del tumor fibroso solitario variedad fibrosa,
evidencia características
histopatológicas variadas: muestran áreas hipercelulares alternas con áreas
paucicelulares con fibrosis. Las áreas hipercelulares están compuestas por
células redondas a fusiformes dispuestas en un arreglo fascicular, estoriforme
o tipo fibrosarcoma. La cromatina nuclear es laxa confiriéndole al núcleo un
aspecto vesiculoso. Puede haber seudo inclusiones intranucleares. El tumor
fibroso solitario presenta un espectro morfológico entre la variedad fibrosa y
la variedad celular. Esta variante de tumor fibroso solitario tiene apariencia
monótona y es, como su nombre lo indica, muy celular. Presentan vasos de
mediano calibre, ramificados que pueden tener paredes hialinizadas, recordando
el patrón ?en cuerno de ciervo?, término actualmente con tendencia al desuso,
descrito en el hemangiopericitoma, (13).
Se ha descrito en los tejidos blandos de la pelvis, retroperitoneo,
cintura pélvica, cabeza y cuello y en las meninges. Puede presentar cambios
mixoides, células inflamatorias incluyendo mastocitos y células multinucleadas
gigantes estromales. Con las tinciones
de inmunohistoquímica inmunorreacciona con
CD 34 y CD 99, también puede marcar positivo en un menor porcentaje de
casos para Bcl-2, Antígeno de Membrana Epitelial y Actina Músculo Liso. Son
negativos para S-100, Desmina y Citoqueratinas. Nuestro caso mostró positividad
difusa en las células tumorales para CD 34 y focal para Vimentina y actina
músculo liso, resultando la Desmina, y
los Receptores de Estrógenos y de Progesterona negativos. El Factor VIII marcó
el componente vascular con patrón ramificante,
fue diagnosticado como una
variante celular de Tumor Fibroso Solitario. Su comportamiento es
impredecible, siendo el 10 a 15 % de los casos de comportamiento maligno en
forma de enfermedad recurrente o metastásica (14). Los criterios de malignidad incluyen: el tamaño tumoral, márgenes, celularidad,
pleomorfismo nuclear, necrosis e índice mitósico (> 4 mitosis/ 10 CMA). El fibrohistiocitoma maligno
pleomórfico fue considerado el más frecuente de los sarcomas de parte blandas, comparte
características morfológicas con otros sarcomas de tejidos blandos de allí las
controversias que existen en considerarlo una entidad definida. En la
actualidad la OMS lo denomina, debido a la poca reproducibilidad del término,
como sarcoma pleomórfico
indiferenciado y es un diagnóstico de exclusión con una frecuencia del 5 %
de los sarcomas de partes blandas del adulto (15,16). Ocurren en pacientes de
la séptima década con predominio en las extremidades. Es un tumor compuesto por
fibroblastos, miofibroblastos, histiocitos y células mesenquimáticas
primitivas. Muchas lesiones anteriormente categorizadas como fibrohistiocitoma
maligno, en la actualidad se pueden clasificar como otros sarcomas, carcinoma
sarcomatoide, melanoma o linfoma. La inmunohistoquímica es positiva para
Vimentina, CD 68, Alfa-1-antitripsina, alfa-1 Antiquimiotripsina, Factor XIIIa,
Ferritina, Actina, Desmina, Lisozima (17). El diagnóstico diferencial en
nuestro caso lo constituyó el carcinoma epidermoide poco diferenciado,
pleomórfico debido a la presencia de
células con abundante citoplasma eosinófilo de aspecto epiteliode. La
epidemiología de los tumores malignos del aparato genital femenino distal
incluye en primer lugar el carcinoma epidermoide: este debe incluirse en la
primera línea de los diagnósticos diferenciales. En la vulva se ha descrito el
carcinoma epidermoide con reacción fibromixoide estromal . Cuando la reacción
estromal es muy acentuada, el componente carcinomatoso puede no
detectarse, e inclusive se puede
interpretar como un sarcoma (18). Los tumores de tejido adiposo rara
vez se presentan en la vulva, los lipomas son masas benignas, de
crecimiento lento, ocasionalmente descritas en el labio mayor (19). Nuestro
caso se presentó en una paciente en la cuarta década con una evolución de un
año. El diagnóstico diferencial consiste en diferenciarlo de un liposarcoma
bien diferenciado. Este es igualmente poco frecuente en la vulva, pocos casos
de tamaño variable han sido descritos en pacientes de la sexta década,. El
estudio histológico tiene la apariencia de
un liposarcoma bien diferenciado igual al descrito en otros tejidos
blandos con variación en el tamaño de los adipocitos, atipias nucleares y
septos fibrosos con células atípicas. La presencia de lipoblastos no es
requisito para el diagnóstico de liposarcoma de la vulva. El tratamiento de
elección es quirúrgico con márgenes
amplios ya que la recurrencia, que es poco frecuente, puede ser tardía (20). El tumor de células granulares tiene su origen en la vaina de los nervios
periféricos. Se presenta en niñas o adultas.
El 10-15% de los casos son múltiples
y se presenta como una masa subcutánea de crecimiento lento, no
doloroso, localizado en labio mayor, clítoris o pubis Aquellos casos que se presentan en el clítoris clínicamente
cursan con hipertrofia del mismo. El
tamaño oscila entre 1 a 2, 6 cm., nuestro caso midió 1, 5 cm., son bien circunscritos, subepiteliales y
firmes al tacto. El examen histológico es característico,el tumor está
constituido por células grandes de citoplasma claro, vacuolado, granular,
característica que le confiere su nombre (21).
Lo más importante en el diagnóstico histológico de estas lesiones es no
confundir la hiperplasia epitelial acentuada que ellos presentan con carcinoma
epidermoide cuando la muestra es muy superficial (22); la carencia de
pleomorfismo, atipias y mitosis del epitelio lo descartan. Las reacciones de
inmunohistoquímica son positivas para marcadores neurales Proteína S-100 y PGP
9.5. Se recomienda utilizar marcadores
para histiocitos (CD 68) ya que estas células son similares a las de este tumor. En líneas generales son tumores benignos aunque se han reportados
algunos atípicos o inclusive en raras ocasiones, malignos (23). El tratamiento
consiste en la excisión de la lesión, las recurrencias son muy raras, ocurren
en aquellos casos con márgenes infiltrativos . Esta serie de lesiones del mesénquima vulvar es ilustrativa de una gama
de tumores de partes blandas. Es interesante destacar que en nuestra casuística
no contamos con otras lesiones más sitio-específicas de la vulva como el
angiomixoma superficial y el
angiomiofibroblastoma. Como en la mayoría de los tumores de partes
blandas, la inmunohistoquímica es una herramienta diagnóstica, y los anticuerpos a utilizar varían según el caso.
Algunos tumores mesenquimáticos de la región de la vulva y de la vagina son
positivos para Receptores de Estrógenos y de Progesterona, particularmente los
pólipos fibroepiteliales y los leiomiomas. Esto explica el crecimiento de
algunos de estos tumores relacionado al embarazo y a la terapia de reemplazo
hormonal, y sugiere un posible rol de estas hormonas para su tratamiento.
Agradecimiento: A la Dra.
Cathy Hernández y al Dr. David Parada por su colaboración con dos de los casos.
|