Psiquiatría
María Lionza y el Sincretismo
¿Cómo se volvió una Diosa?
El
mito de María Lionza: ¿Cómo se volvió una Diosa?
Hay
más de 25 relatos de leyenda sobre la diosa. Los etnólogos han
descubierto que el mito es constantemente escrito en los círculos espiritistas
del culto a María Lionza. Sin embargo, es difícil encontrar una
versión escrita del mito.
En este
trabajo las versiones del mito que se mencionan se tomaron de la lectura que
hace Girardi del mito de María Lionza, (s/fc.), que reseña como
los más importantes y más aceptados por los devotos:
Relato
1.- El cacique
indio tenía una linda hija de ojos verdes. Como los ojos verdes eran
un mal signo, el padre decidió llevarla al lago y dársela a la
anaconda que vivía en el fondo del lago. Después, la anaconda
la arrojó hacia fuera del lago. Se volvió una Diosa maravillosa
rodeada por muchos animales, agua y plantas.
Relato
2.- Antolinez
(1945), etnógrafo, registró el siguiente:
Hace mucho tiempo atrás la gente de Yaracuy (Jirjana), recibió
un aviso o premonición que una niña de ojos verdes iba a nacer.
Eso se consideraba un alerta, porque sus ojos podrían ser una señal
de malos tiempos por venir y, si veía su reflejo en el lago cercano,
un monstruosa culebra podría salir de ella y traer muerte y destrucción.
Bajo esta profecía, y justo antes de la conquista española, una
niña de ojos verdes nació. Estaba destinada a ser sacrificada
a la gran Anaconda, por el aviso recibido. El padre la salvó y la envió
a un lugar secreto donde creció. Veintidós guardias la cuidaron
en esa nueva casa y se encargaban enérgicamente de prevenir que la niña
se acercara al lago. Un día los guardias se durmieron y ella se escapó
de ellos. Fue al campo y encontró en su camino un bello lago, y con fascinación,
vio su reflejo en el agua. Desde ese momento en adelante, ella tomó la
forma de una anaconda y creció tanto que su cuerpo explotó y desbordó
las aguas y trajo inundaciones al pueblo. Su cabeza estaba en Acarigua y su
cola en Valencia.
Relato
3.- El Cacique,
indio de Yaracuy, tenía una niña de ojos verdes deslumbrantes.
Era una buena señal para la familia y la comunidad, que tanto necesitaban
en los tiempos duros de la conquista española. A medida que crecía
se convirtió en un amuleto de salvación para la comunidad. El
nombre de la niña era Yara. Tupi, su madre, la llevó a la montaña
donde permanecía a salvo bajo el cuidado de un regimiento de guardias.
Sin embargo, la situación con los conquistadores españoles empeoró.
El encanto de Yara le permitió convertirse en una diplomática
para establecer conversaciones con los españoles, y la comunidad puso
todas sus expectativas en ella como instrumento de paz. Se reunió con
Ponce de León usando el nombre de María del Prado. La conversación
fracasó y ella se retiró a la montaña donde desapareció
y se mantuvo allá como una diosa.
Algunos
estudiosos encuentran a Yara parecida a Uyara, deidad que pertenece a los mitos
de los Tupis en Brasil. Antolinez define a Uyara como una mujer dulce pero con
sonrisa melancólica que atrae y captura a los hombres, satisface sus
deseos con ellos, y luego los abandona. La lujuria es lo que la impulsa, es
una come hombres. Los atributos de Uyara han sido proyectados en María
Lionza.
Relato
4.- Para
1920 el mito relataba a la diosa como una mujer blanca (Garmendia, 1980). María
era hija de una pareja de españoles. Cuando tenía 15 años,
desapareció mientras nadaba en un lago. No murió sino que fue
rescatada por una onza. La onza y María eran una y la misma. Por ello
se llama María de la Onza y el dialecto popular condensó el nombre
en María Lionza. Hay una versión similar a esta donde María
Lionza se llama María Concepción de Sorte, hija de unos españoles,
creció entre animales del bosque, hasta que un día le atrajo una
luz extraña y desapareció. Se fue al cielo y se unió a
algunos indios, que la hicieron reina y cabalga una onza.
Relato
5.- Algunos
historiadores han tratado de averiguar si la historia de María Lionza
es real. Para Garmendia, María Lionza era una dama española, que
vivía en Barquisimeto durante la mitad del siglo XVII y su verdadero
nombre era María Alonso.. Era propietaria de vastas extensiones de tierra
y era famosa por su bondad y la forma tan dulce que trataba a los trabajadores.
Tenía afinidad por las onzas y era propietaria de 1000 de estos animales.
Relato
6.- Para
Bruno Manara, historiador (1995) María Lionza era una española,
que posiblemente se llamaba María del Marqués. Nació en
España y vino a Venezuela, después que su barco naufragó
como resultado de un huracán, que barrió al mar caribe en 1800.
Fue arrojada a las playas venezolanas y fue rescatada por un grupo de indígenas
que se la llevaron a Chivacoa, un jefe indio joven. Ella le enseñó
algunas habilidades básicas a la tribu y luego se convirtió en
reina de la tribu y de las montañas. |