La psicoterapia psicoanalítica, si bien conserva los enunciados teóricos básicos del psicoanálisis - inconsciente, sexualidad y transferencia - se caracteriza por los aportes a la técnica, en particular las modificaciones del encuadre. Duración de las sesiones, del tratamiento, frecuencia, uso o no del diván, modos de intervención del analista. Dentro de la línea clásica se han producido también grandes aportes a la teoría y la práctica. Los desarrollos teórico - clínicos de muchos autores post freudianos que hoy estudiamos en las instituciones psicoanalíticas son prueba de ello.

Si bien gran parte de ellos han realizado su aporte a la técnica, existen algunos hitos que vale la pena destacar. En primer lugar, Sandor Ferenczi con sus experiencias de flexibilización de la técnica, técnica activa y análisis mutuo y sus estudios comprometidos sobre la contratransferencia. En la misma línea se hallan Otto Rank y Wilheim Reich . Por otra parte, Lacan será el único que propondrá una innovación la cual consiste en acortar la duración de la sesión.

Winnicott, por su parte, redimensionará el sentido y el uso del encuadre, afirmando que éste funciona al modo de una adaptación activa la cual se corresponde con las necesidades del yo del paciente. Este recurso terapéutico replantea los límites de la regla de abstinencia.

De la mano de los post lacanianos como André Green, Piera Aulagnier y Pontalis, hemos recuperado a Klein , Bion y Winnicott y en general a la escuela inglesa. A su vez, cada uno de ellos ha realizado desarrollos originales. Kernberg aporta novedades en el manejo de los pacientes borderline: la entrevista estructural y la psicoterapia de expresión.

Tampoco es casual que observemos hoy en día resurgir, dentro de las instituciones psicoanalíticas, a algunos discípulos. Esto es particularmente llamativo en el caso de Ferenczi, gran expulsado y criticado, sobre el cual se realizan congresos y cuya paternidad comienza a ser reconocida respecto de otros autores.

Retomo algo enunciado al comienzo. Existen tres corrientes en psicoterapias: la psicoanalítica, la conductual y la existencial. Estas tres corrientes no surgen gratuitamente sino respondiendo a las mismas inquietudes que preocuparon desde siempre al psicoanálisis. Es interesante observar cómo aún dentro del modelo teórico clásico han surgido orientaciones en respuesta a estos planteos. La psicología del yo que intenta dar cuenta de una cierta autonomía del yo, aliado del tratamiento y capaz de aprender, se halla emparentada con las inquietudes de la corriente del comportamiento. También la psicología del self, desarrollada por Winnicott y Kohut, la cual postula un sí mismo abarcativo e integrador de las instancias psíquicas y en busca de un sentido vital, a la manera de las corrientes existenciales.

Pero el "oro puro" del psicoanálisis parece olvidar, a veces, que para otras funciones o fines y objetivos pueden hacer falta el cobre, algunos metales y aún ciertas aleaciones las cuales den más fuerza, consistencia o flexibilidad a un modelo terapéutico dedicado a lidiar con patologías variadas y severas en un mundo cada vez más complejo.