Parasitología
Achatina fulica (Bowdich, 1822) un posible problema de salud píºblica en Venezuela
Introducción.
La
Achatina fulica es un molusco invasor
con la capacidad de habitar en distintos ambientes gracias a su variada dieta.
Es vector de varias parasitosis pero se caracteriza principalmente por ser vector
biológico de Angiostrongylus
costaricensis y Angiostrongylus
cantonensis, agentes etiológicos de la angiostrongilosis abdominal y meningitis
eosinofílica respectivamente. De esta última, es uno de sus principales agentes
causales en el sureste asiático.(1,2) Es
importante destacar que no es un caracol autóctono de la región ni del país. Es
originario de ífrica sub sahariana pero se ha distribuido en muchos
continentes. En Asia ya es habitual desde hace un siglo y en América se
introdujo por primera vez a finales del siglo pasado. Además de ser vector de
varios parásitos, representa un problema al ecosistema al ser un caracol
grande, que vive varios años, que cuenta con una facilidad para su reproducción
al ser hermafrodita y no presenta depredador natural en las localidades en las
que fue introducido. Asimismo, debido a su voraz apetito, representa un
problema para varios cultivos locales y otras especies de moluscos, siendo una
de las especies invasoras más dañinas. (3) A
continuación, detallaremos aspectos importantes de Achatina fulica como vector biológico y molusco invasor así como su
importancia en la salud pública de Venezuela, abarcando principalmente las dos
patologías mencionadas anteriormente causadas por especies del género Angiostrongylus spp.
La A. fulica pertenece al Reino: Anamalia, Phylum: Mollusca,
Clase: Gasterópoda, Subclase: Pulmonada, Orden: Stylommatophora, Suborden:
Sigmurethra, Familia: Achatinidae, Género: Achatina, Especie: Fulica.
Morfología Externa: El A. fulica,
conocido como "caracol gigante africano" es una de las especies más grandes
conocida dentro de los caracoles terrestres, es un gasterópodo, invertebrado y
de sangre fría. Su morfología externa la podemos dividir en dos partes la
concha, que es helicoidal, espiral, alargada y dura y en segundo lugar el
cuerpo, conformado por la cabeza, el pie y la masa visceral. (Figura 1).Además de las partes ya
mencionadas la A. fulica está constituido por una doble bolsa: la
interna conformada por la capa
musculosa. Y la Externa, también denominada capa de revestimiento o cutánea
la cual contiene las glándulas que
segregan el moco o baba .(4)
Figura 1: Vista del caracol, mostrando la concha y el cuerpo blando. Fuente INSAI La A. fulica
tiene una serie de características anatómicas que le permiten desplazarse en
diferentes tipos de terrenos tanto ásperos como accidentados. El músculo
principal que les facilita la locomoción es el músculo pedal, el cual está
formado por una serie de fibras las
cuales se encuentran orientadas en diferentes direcciones, las mismas hacen que
al contraerse se produzcan una serie de ondas
cuyo producto final es el desplazamiento de unos siete centímetros por
minuto. Los caracoles no tienen la facultad de moverse hacia atrás, y las ondas
se encuentran presentes incluso cuando el caracol no está en movimiento.(4)
Reproducción y Ciclo de desarrollo: Los caracoles
terrestres en general pueden vivir entre tres y cuatro años y se puede resumir el
ciclo biológico de A. fulica en las siguientes fases:
1)
Cópula: A. fulica es hermafrodita pero es incapaz
de autofecundarse por así decirlo, para que ocurra una cópula exitosa es
necesario que existan dos ejemplares.(4)
2)
Fecundación.
3) Oviposición: luego de fecundados
en un lapso de entre 10 y 50 días se realiza la ovipostura.
Durante la
ovipostura A. fulica excava un
nido, deposita sus huevos en ese agujero y los cubre con los detritus de la
tierra que usó durante la excavación. Esta postura por lo general ocurre debajo
de hojas, piedras, etc, cualquier sitio con condiciones de temperatura y
humedad propias que facilitan el desarrollo de los huevos (4).
El período de
incubación dura de 10 a 25 días u se realiza a temperaturas entre 20 a 25°C,
pH: 5-6 y humedad mayor de 75%. (Figura 2) Figura 2: A. fulica durante la oviposición. Fuente INSAI Hábitos: A. fulica es un caracol terrestre de
hábitos nocturnos con preferencia por los lugares oscuros y sombríos, sus
lugares predilectos son debajo de rocas, bloques, hojas, arbustos, entre otros. La actividad de A.
fulica comienza en horas del atardecer y se incrementa gradualmente hasta alcanzar
un pico a las 4 a 6 horas después de que oscurece. Durante períodos o
días de extrema sequía dichos caracoles se entierran profundamente en el suelo
y permanecen allí hasta que las
condiciones de humedad y temperatura
sean las apropiadas.(4) Los caracoles son muy voraces y pueden alimentarse de diferentes
cultivos (cacao, algodón, plátanos etc) constituyendo una verdadera plaga para
éstos, adicionalmente la ausencia de predadores naturales facilita su
diseminación.
Ha sido reportado que
además de las plantaciones mencionadas, estos ejemplares son capaces de devorar
otras sustancias o materiales como perrarina ® (alimento comercial para
perros), y bolsas de plástico entre otras, que nos hablan de su adaptación a
los círculos urbanos y su convivencia con el hombre.(1)
Distribución geográfica
El
Caracol gigante africano (Achatina fulica)
ha cobrado importancia en las dos últimas décadas debido al impacto ecológico
que ha tenido en las diferentes zonas donde ha sido introducido, especialmente
en el trópico del continente americano. Este caracol considerado por la Comisión de Supervivencia de Especies (CSE)
de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) una de las 100 especies exóticas
invasoras más dañinas del mundo, según una publicación realizada por el Grupo Especialista de Especies
Invasoras (GEEI) en el 2004.(1) Se clasifica como tal por los inmensos
perjuicios que ha causado a nivel agrícola, plantaciones comerciales de importancia alimentaria, ornamental, forestal
e inclusive de jardines domésticos. Se le conoce por su voraz apetito y es
capaz de alimentarse de más de 500 especies diferentes de plantas.(1) Además se pueden encontrar en
arboles, junto a material orgánico en descomposición o botaderos de basura. Además de daños que
genera al medio ambiente, es un
hospedero intermediario de los nematodes Angiostrongylus
costaricensis y Angiostrongylus cantonensis, agentes causales de angiostrongiloidosis
abdominal y meningoencefalitis eosinofílica respectivamente, razón por la cual este
caracol adquiere importancia médica como vector.
La Achatina
fulica como ha sido mencionad es originaria de ífrica Oriental,
especialmente de países como Kenya y Tanzania y varios países del sur del Sahara
y centro del continente.(4) Su hábitat esta caracterizado por clima
tropical, muy húmedo y cálido, motivo por el cual se dispersó con facilidad por
diferentes islas del Pacifico, al sur y este de Asia a principios del siglo
pasado. Aún así, puede adaptarse a cualquier tipo de hábitat y se ha
establecido en zonas templadas. Actualmente está ampliamente distribuida en Japón India,
Australia y en el continente americano.
Figura 3: Migrción mundial de A. fulica. Modificado de referencia 9
En la figura 3 se observa la migración del molusco desde su
región de origen hacia los diferentes puntos geográficos, especificando los
años en los cuales fueron descritos por primera vez en cada una de dichas
regiones. La migración hacia el continente asiático fue de las primeras en
realizarse ya que en éstos países fue exportado como alimento.(1)
El
primer registro conocido de A. fulica
en la región del Caribe se documentó en la Isla de Guadalupe en 1984.
Posteriormente se encontraron especímenes en diferentes islas del Caribe
como Martinica en 1988, Barbados, Santa Lucia, St. Martin y Anguila en el 2000.(5)
Figura 4: Distribución de A. fulica en el caribe.
En Brasil, la primera aparición del A. fulica fue descrito en el estado de
Sao Pablo en abril de 1996.(1)
En Ecuador es considerado una plaga por sus múltiples efectos nocivos y ya
desde hace algunos años, se están implementando medidas para erradicarlo del
país.(1) Venezuela se ubica dentro de
los países de Suramérica que ha sido invadido por este caracol africano. Se
presume que su ingreso al país fue por comercio ilegal de este molusco, como
alimento y supuesto productor de baba de caracol, posiblemente proveniente de
países fronterizos como Brasil o Colombia. Esto explicaría la presencia de
éste en zonas domesticas y urbanas altamente pobladas. La primera descripción
se realizo en 1997 en un jardín doméstico, cercano al lugar donde se vendían
ejemplares de A. fulica, en la ciudad
de Caracas.(1) Luego de 5
años han sido observados en Guanare, Estado Portuguesa, en el 2002. El año
siguiente se reporta desde La Reserva Forestal de Imataca en el estado Delta
Amacuro, en una plantación de cacao en el estado Sucre y al Norte del estado
Monagas. Se continúa diseminando y se confirma su existencia en el Estado Nueva
Esparta y en el Estado Aragua. En el 2007 se encuentran especímenes en el Jardín
Botánico y en el Paraíso, dos zonas de la ciudad de Caracas.(9) Una de las infestaciones que ha causado mayor
daño ecológico y que aún no ha sido del todo resuelta es la que ocurrió durante
el año 2007 en el parque nacional Henri Pittier. La misma causó daños ecológicos importantes,
acabando con cultivos de cambures (bananos) y afectando directamente a la flora
del parque.(1) En febrero del presente año
(2012), se observó una reaparición de los caracoles en las cercanías del
parque, específicamente en el municipio Mario
Briceño Iragorry posterior al período de lloviznas ocurridas durante ese mes.
Actualmente, existe un problema de infestación reportada en la zona de Guatire.(12) Figura 5: Distribución de A. fulica en Venezuela.
En Venezuela, Achatina fulica presenta una tasa muy
alta de dispersión,(1) en
regiones boscosas y montañosas al norte del país. En un periodo de 10 años se
ha registrada una alta velocidad de propagación, debida principalmente a acción
humana. El desconocimiento de este molusco en otras regiones del país, podría
explicar la ausencia de reportes y de muestreo.
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