En las muestras de
heces que fueron analizadas mediante la técnica de aglutinación (Figura 1), se
observaron para ambos centros asistenciales casos positivos
al antígeno de Rotavirus. Estos
resultados son muy similares con lo reportado por Atencio y colaboradores,
2013 (18) en el Estado Zulia, donde
la población estudiada mostró un 42,5% de casos
positivos para Rotavirus mediante esta prueba rápida de aglutinación en partículas
de látex. Esta técnica evidencia sensibilidad
y rapidez para dar un diagnóstico presuntivo al paciente; de esta forma, se
puede precisar el ingreso hospitalario para limitar la
diseminación del rotavirus, como también evitar casos de brotes en guarderías o
instituciones infantiles cerradas.
Es preciso mencionar
que, aunque el método de aglutinación con látex es un procedimiento de elección
útil en nuestros centros de salud, debido a que es sensible, específico,
confiable, de fácil manipulación y rapidez; es necesario para efectos
epidemiológicos y confirmatorios realizar la detección del ácido nucleico viral
a través de la técnica RT-PCR
Las
manifestaciones clínicas identificadas en esta investigación (Figura 2)
concuerdan con otros estudios reportados (19), siendo las
evacuaciones líquidas el síntoma que domina en este tipo de enfermedad. Sin embargo, otros autores (20)
han observado la presencia de fiebre en un 50% y
neumonía en un 10%, además de la diarrea. Por su parte, Prado en el 2010 (21),
reporta deshidratación en un 25,0% y vómitos en un 5,0%.
Las evacuaciones líquidas suelen ser la principal sintomatología producida por
la infección con Rotavirus, debido a que este puede adherirse a la mucosa
epitelial del tracto
gastrointestinal, provocando lesiones y causando la destrucción selectiva de
los extremos de las vellosidades intestinales (22). Por esta razón,
como lo indica Periago (23), el mecanismo principal de la diarrea
ocasionada por rotavirus, es la disminución a la absorción de cloruro de sodio
(NaCl), glucosa y agua, así como la sustitución de las células epiteliales de
absorción por las células de las criptas vellosidades.
Al procesar las muestras de heces
por la técnica molecular RT-PCR
sólo se evidenciaron 22 positivas, con
una frecuencia de Rotavirus de 34,3% (22/64). Es importante resaltar,
que la frecuencia suele variar de acuerdo a la población estudiada, existen en
la actualidad reportes como el de Delgado en el 2012 (24), donde
observó una tasa de prevalencia del 18 % para 334 niños, mientras que otra
investigación realizada por Burgos y colaboradores., en el 2013 (25),
indicaron un 4% de positividad para Rotavirus en una población de 100 niños.
La prueba de RT "“ PCR es una técnica
molecular eficiente, sensible, sencilla y su uso es frecuente para el análisis
de muestras de diferente naturaleza (26). Según Buesa y
colaboradores, 1996 (27), señalan que esta técnica ha abierto la
posibilidad de estudiar la evolución y la variabilidad de los Rotavirus en
diferentes regiones geográficas y a lo largo del tiempo, aunque la técnica de
aglutinación con látex ayuda a descartar aquellas muestras negativas a
Rotavirus y que pueden ocasionar en el laboratorio de investigación mayores
gastos de reactivos y otros productos de alto valor económico necesarios para
llevar a cabo la RT-PCR.
En la distribución de los casos según sexo (Figura 4)
obtenido por la técnica RT-PCR, indica
una mayor prevalencia en los pacientes del sexo masculino. Estos resultados se
pueden comparar con los reportados por Maldonado y col., en el 2010 (27)
en Cumaná-Venezuela, donde encontraron que de 241 muestras fecales colectadas,
47 resultaron positivas a Rotavirus por la Técnica de ELISA, siendo los varones
los más afectados (55,3%). Así mismo, Reyes y col., en el 2009 (28)
en Oaxaca-México, encontraron en una población de estudio de 10 niños que el
70% de los infantes del sexo masculino resultaron positivos para Rotavirus.
Según Thompson y col. (29),
lo anteriormente reportado en
esta investigación se puede deber a que la mayor susceptibilidad de los niños a
la infección por Rotavirus, está probablemente ligada al cromosoma X, ya que en
él se encuentran los genes responsables del control del nivel de la IgM.
La determinación de la presencia de Rotavirus
según edad de los pacientes (Tabla 2), mostró que la mayor
frecuencia encontrada fue
en niños menores de un año (0-11 meses) con un
total de 53,12% (34 casos). Estos resultados concuerdan
con los de Díez-Domingo y colaboradores (26) y Cermeño y colaboradores., en 2008 (22), quienes
reportaron en una
población de asistencia primaria, elevada frecuencia de enfermedades diarreicas
aguda por
Rotavirus en niños menor 1 año.
Así
mismo, el presente trabajo coincide con lo descrito por Gutiérrez-Gimeno y colaboradores, en
el 2010 (19); los cuales identificaron Rotavirus en el 59% de los
casos, encontrándose el virus en su mayoría en niños con edades de 1-11 meses,
finalmente indicaron que la incidencia de diarrea en pacientes pediátricos menores
a 1 año es consistentemente mayor que los otros grupos etarios. Otro reporte
del mismo año (30), también reveló que el grupo de edad más afectado
por gastroenteritis agudas causadas por Rotavirus, estuvo comprendida entre 0-1
años de edad. Igualmente, Pereira y colaboradores., en el
2013 (31), encontraron un total de 62,5% de niños menores a 12
meses, infectados con Rotavirus.
Algunos autores (21,
23, 32, 33), mencionan que la causa de la máxima incidencia de
gastroenteritis por rotavirus en dicha edad (0-11 meses), se correlaciona con
la declinación de las inmunoglobulinas transferidas por la madre durante el
embarazo. Se describe que es poco frecuente en recién nacidos, posiblemente por
la inmunidad trasmitida a través de la lactancia materna. Además, las defensas
que la madre transmite al feto a través de la placenta continúan presentes
hasta los 6 meses de vida del pequeño, por eso es poco probable que la infección
por Rotavirus se produzca antes de esta etapa de la vida, porque hasta ese
momento está protegido por los elementos inmunológicos transmitidos por la
madre. No obstante, en Venezuela en los últimos años la lactancia materna
exclusiva ha disminuido considerablemente y con ello la protección inmunitaria
del infante.
Varios estudios (20, 21, 34), han demostrado que
la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad, protege contra las
enfermedades diarreicas en los niños tanto en los países desarrollados como en
los países en vías de desarrollo. Aunque los resultados de los estudios observacionales
son variables, parece que la lactancia puede ofrecer algún grado de protección
contra la Gastroenteritis Aguda ocasionadas por Rotavirus durante los primeros
meses de vida; sin embargo, no hay evidencia de que la protección sea a más
largo plazo una vez que la alimentación con lactancia con leche materna
finaliza.
En
esta investigación donde se detectó mayor presencia de Rotavirus en niños con
edades comprendidas entre 0 y 11 meses, se compara con un estudio regional
realizado en la ciudad de Maracaibo, estado Zulia (18), donde los
autores indicaron que en una población de 100 infantes, resultaron positivos a Rotavirus un 43,6%
(24/55) de niños no vacunados y 33,3% (10/30) de niños vacunados, siendo
afectados principalmente los menores de 1 año,
con predominio del sexo masculino con un 65,9% sobre el sexo femenino con 40%
Gracias a los métodos rápidos por
aglutinación, así como las técnicas moleculares mediante RT-PCR, la detección
de Rotavirus en niños menores a 5 años permiten hacer un diagnóstico rápido y
así instaurar de forma eficiente el tratamiento de los pacientes, facilitando a
los responsables de la salud pública la toma de decisiones sobre la
conveniencia o no de implementar las medidas preventivas disponibles. No
obstante, se recomienda realizar la
caracterización del virus y genotipificación con la finalidad de tomar las
medidas preventivas como vacunación contra el serotipo específico, y así poder
disminuir la incidencia de niños afectados por este microorganismo. Así mismo
resulta necesario promover estrategias educativas a la comunidad en general.