Octubre-Diciembre 2009 40
ISSN 1317-987X
 
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Medicina en el tiempo
 





Los museos y colecciones anatomopatológicas en Venezuela: Sus orígenes y actual existencia. I

Origen y evolución de los museos anatomopatológicos en Venezuela. (a)

Museos en la ciudad de Caracas:

a) El museo anatomopatológico” Dr. José María Vargas” del Hospital Vargas.

En Venezuela, el fundador de los museos anatomopatológicos es el eminente Br. Rafael Rangel. Tenemos noticias del origen del museo de piezas anatómicas patológicas del Hospital Vargas en 1902(18 de febrero) cuando el Bachiller Rafael Rangel asumió dirección del Laboratorio del Hospital Vargas por iniciativa de la Junta Administradora de los Hospitales Civiles, siendo en realidad la idea e iniciativa del Dr. Juan Pablo Tamayo, el cual donó gran parte de los enseres del laboratorio. Era Rangel preparador de la Cátedra de histología normal y patológica, Fisiología experimental Bacteriología y Parasitología que dirigía el Dr.José Gregorio Hernández, su maestro. Este, le enseñó a preparar el líquido Muller, fijador, realizar cortes histológicos en el micrótomo de Ranvier o en el de Selong y montarlos en resina damar y colofonía en benzina. (7,8) El Bachiller Rangel llegó a convertirse en un investigador científico por su perseverancia en la práctica de la técnica histológica y estudio de la Histología normal y patológica así como de la bacteriología y parasitología. Una de las primeras actividades de Rangel en el laboratorio recién inaugurado, fue la de organizar el museo de Anatomía Patológica que se llamaría “Jose´Maria Vargas”, el cual fue planificado dos meses después, el 4 de mayo y fundado en julio del mismo año (1902). La primera pieza del museo fue un tumor vegetante desarrollado sobre la cicatriz de antigua quemadura en el antebrazo, lesión amputada por el Dr. Pablo Acosta Ortiz. En un artículo publicado por Rangel en octubre de ese año, se comprueba que en apenas 8 meses, el había recolectado 17 piezas de patología quirúrgica. El describe el tipo de piezas anatómicas, 8 de las cuales fueron quirúrgicas (biopsias) y el resto obtenidas de autopsias. Menciona: “una gangrena seca de miembro inferior, un epulis del maxilar inferior, un pólipo del cuello uterino, un sarcoma del muslo, cuatro huevos humanos, una escápula, dos casos de macrodactilia, un feto atrofiado con placenta voluminosa, un aneurisma de aorta toráxico, un feto anencefálico, un aneurisma del cayado aórtico, una porción terminal del intestino delgado, una placenta gemelar con uno de los gemelos extraídos” En este artículo Rangel, describió el procedimiento: preparación de las piezas con medios habituales y conservación en formol al diez por ciento. Cada pieza tenía colgando una etiqueta con su diagnóstico histológico, su identificación (biopsia o autopsia), apellido del cirujano o autopsiante (Heredia, Larralde, Iturbe, Luciani etc.), fecha de la operación o autopsia. Las láminas (preparaciones microscópicas) de cada caso eran archivadas en cajas especiales y la historia detallada del caso, anotada en un libro. Consideraba Rangel que esta colección no era despreciable y especificaba que en el museo quedarían consignadas las habilidades y maestría de nuestros principales cirujanos (Acosta Ortiz, Aguerrevere, Pacanins, Conde Flores, Herrera Tovar, Ruiz, Razetti, Revenga y Tamayo) y sería un foco de enseñanza práctica y medio pneumotécnico. Explicaba que la Anatomía Patológica adquiría, cada día mayor interés en los países donde la medicina era más científica que empírica y consideraba que no era posible que en Venezuela, con una Facultad Médica que le hacía honor, permaneciera rezagada por más tiempo ante el movimiento evolutivo de los principales centros docentes. (9) Al año siguiente, (1903) se compraron sesenta envases de cristal para el museo y la colección inicial aumento notablemente. De tal manera que con el tiempo contaría de numerosas piezas anatómicas patológicas organizadas en estantes ubicados en la biblioteca. (10). Figura 4. En 1909 muere trágicamente Rangel y asume la dirección de este laboratorio y museo, el Dr. Hernández, su maestro. (11-15) En este mismo año, Rangel había publicado su trabajo sobre epitelioma y actinomicosis.”Observaciones sobre un caso en mandíbula inferior “(con 8 preparaciones microscópicas). (16) El Dr. Hernández desarrolló en ese laboratorio un intenso y meritorio trabajo: exámenes, preparaciones histológicas y enriqueció el museo de piezas anatómicas. Por los reportes de este investigador, sabemos que varios médicos del Hospital colaboraron trayéndole nuevas piezas anatómicas las cuales fueron apreciadas muchísimo, de esta manera, el Dr. Martín Herrera habría obsequiado al Museo, seis” hermosas e interesantes piezas” y un “precioso” ejemplar de una larva de Dermatobia Cyaniventris (Gusano de Macaco) localizado en la región superciliar de un enfermo del afamado oculista Dr. A Jiménez Arráiz. Por uno de sus informes, conocemos que existían unas 150 preparaciones de Anatomía Patológica, unas encargadas a Berlín, Alemania y las otras preparadas para la demostración docente. Hacemos la observación de que previamente, el Dr. Razetti poseía una colección de piezas anatómicas obtenidas de sus operaciones, las cuales formaron posteriormente parte de este museo. (17-19) Después de la muerte de estos dos investigadores (Hernández y Rangel), posiblemente el museo persistió en las dependencias de las cátedras donde estaba ubicado. Durante mucho tiempo, este museo fue el más rico en piezas que había en Venezuela. Para la década del 30, en un informe general que presentó el ing. Ricardo Razetti, en enero de 1931, nos informamos que la sala de autopsia y sus dependencias estaba concluida. El museo de Anatomía Patológica se construyó en una sala de 23 metros y 4 de ancho, con sanitario, escaleras etc. en comunicación directa con el laboratorio. La secuencia de los directores del Laboratorio que fundara Rangel, después de la muerte del Dr. Hernández fue: el Dr. Inocente Carvallo (sobrino del Dr. Hernández), Dr. Miguel Jiménez Rivero K y Jesús Rafael Rísquez. Este último re-organizó el laboratorio, creó secciones e hizo designar el laboratorio con el nombre de “Laboratorio Rafael Rangel”. En 1930 fue trasladado de su primera ubicación en la Sala 11 para el local que ocupara la capilla Sur. A Rísquez le sucedió su discípulo el Br. José Antonio O’Daly en 1931. (20,21) 


Tenemos evidencias de que se habían conservado algunas piezas, por el relato que el mismo Dr.José Antonio O’Daly Serraille, nos hace en sus notas Autobiográficas donde, nos refiere textualmente: ” En enero de 1931, fundé en el Laboratorio del Hospital Vargas de Caracas, la Sección de Histología microscópica, siendo aún estudiante, bajo la dirección de mi maestro, el Dr. Jesús Rafael Rísquez, En dicha Sección , que fue el germen del actual Servicio de Anatomía Patológica, se hicieron estudios microscópicos de biopsias y de piezas operatorias con muy escasos recursos y sin remuneración ninguna, debido a la precaria situación económica del Hospital en este tiempo. En el año 1932, al doctorarme en Ciencias médicas, la Sección se transformó en Departamento anatomopatológico, comenzando a recolectarse piezas para un museo, tropezándose con la dificultad de no tener recursos ni tampoco presupuesto. No obstante, se conservaron algunas piezas en los pocos envases disponibles. Se hicieron numerosas autopsias y se encargó de la conservación del museo al Dr. Rafael José Ayala. Por las razones puntadas, el progreso del museo fue bastante poco.” En 1936, se encargó del museo y de la sección de autopsias, el Dr. Ernesto Vizcarrondo. (22) Según Beaujon, en 1932, O’Daly se empeñó en la recolección de piezas para el museo donde se habían de reunir las piezas donadas por Razetti y las dejadas por Rafael Rangel con el fin de homenajear a sus conservadores. (23) En marzo de 1934, el Dr. O’Daly se encargó de la dirección del laboratorio del Hospital Vargas. De inmediato procedió a aumentar las secciones y el personal del Laboratorio, creando una Sección regular de autopsias a cargo del Dr. Ernesto Vizcarrondo, médico autopsiante. Las autopsias se anotaban en un libro de registro que hoy en día se conserva en el Servicio de Anatomía Patológica bajo la custodia de su jefa, la Dra. París. Estos documentos fueron conservados durante años por el Dr. Blas Bruni Celli, discípulo y jefe del Servicio y del Instituto de Anatomía Patológica del Hospital Vargas y de la Escuela de Medicina José María Vargas...Nos afirma el Dr. O’Daly “ que el Departamento anatomopatológico para ese entonces junio de 1934, comprendía :una Sección de histodiagnósticos atendida por el, con la ayuda del Dr. Burgos; una sección de autopsias y un museo con ocho estantes de madera y algunas piezas restantes del antiguo museo Rangel y otras regaladas por el Dr. Luís Razetti. Estas piezas estaban simplemente conservadas en formol al 10% y fueron consideradas después de poco valor, siendo sustituidas por piezas nuevas en colores, después de la llegada de Jaffé, según sus indicaciones. De esa antigua colección de Razetti, se conserva en el actual museo un hidroapéndice y algunas monstruosidades.” (22) Beaujon se refiere a este museo indicando que además de las piezas que pudieron salvarse del antiguo laboratorio creado en 1902 a cargo de Rafael Rangel, se sumaron las piezas procedentes de operaciones practicadas por el Dr. Luís Razetti, donadas al Hospital por su viuda Doña Luisa Amelia de Razetti y de las otras piezas logradas por las intervenciones quirúrgicas practicadas por los cirujanos del Hospital, llegando a tener un conjunto de 436 piezas anatómicas. El proyecto de la formación de un catálogo para el futuro “Museo de Instrumentos y Utensilios para la Historia de la Medicina Venezolana, anexo al Museo de Anatomía Patológica, nunca se logró. (24) Por esta descripción, tenemos noticias que el Dr. Razetti, uno de los maestros de Rangel, poseía una colección de piezas de las cuales algunas de ellas perduraron en el museo que Rangel y José Gregorio Hernández formaron. En 1937, se hicieron remodelaciones al ambiente del museo incorporando dos puertas de acero que comunicaban con dos amplías galerías a la sala de autopsia. Una de las pruebas de que este museo era aprovechado para la docencia nos la proporciona el Dr. Bruni Celli en su relato el día que presentó el examen final de anatomía patológica, “el examen fue por cierto desconcertante, en una de aquellas antiguas piezas de museo, muy acartonada y tan deformada, en la cual nunca, que yo sepa, se llegó a saber si en verdad era una vejiga en columnas o un estómago con una linitis plástica.” (25)

A partir de la década del 50, no tenemos evidencias de la existencia de este primer museo en el Hospital Vargas. Para la década del 50 según Bruni Celli, ” no existía en el Servicio de Anatomía Patológica un museo de piezas anatómicas propiamente dicho sino un archivo de material biológico derivado de la actividad asistencial .Se requería de un empleado especialmente para archivar (archivador) el material húmedo es decir las piezas quirúrgicas estudiadas y de los materiales provenientes de las autopsias fijadas en solución de formol al 10%. En este servicio de guardaban las piezas en bolsas de material plástico que se sellaban al calor y las cuales eran rotuladas con el número de la biopsia o de la autopsia respectiva. Se había optado en 1956, por este método ya que los envases de vidrio eran muy costosos y su capacidad de almacenamiento, muy limitado. El volumen que se guardaba era muy grande porque se archivaba además del proveniente de los servicios quirúrgicos y de las autopsias, se guardaban también órganos enteros para estudio posterior o para formar colecciones didácticas. En el edificio nuevo del Instituto Anatomopatológico del Hospital Vargas, se planificó en el tercer piso destinado a las funciones docentes, un salón grande para museo funcional o exposiciones periódicas.” (26) El reglamento del Hospital Vargas de 1947 indicaba que el Servicio de Anatomía Patológica constaba de un Departamento de Autopsias, Laboratorio de Histopatológia, Departamento experimental, Museo de Anatomía Patológica y un Archivo Especial. Once años después, a fines de 1958, se hizo una profunda transformación del Departamento de Anatomía Patológica. La antigua sala del museo donde también funcionó en otros tiempos, el Laboratorio Central del Hospital, fue destinado a Laboratorio de Microbiología, Micología y Bacteriología. Para la década del 60-70, los anatomopatólogos del servicio de Anatomía Patológica trabajaban en malas condiciones. Bruni Celli en el discurso pronunciado en el acto de la inauguración del edificio de Anatomía Patológica del Hospital Vargas de Caracas el día 26 de marzo de 1966, describió el ambiente para esa época ”una serie de locales de disposición inconexa, con numerosos defectos derivados como es fácil de comprender, del hecho de que el sitio no fue construido para este fin. Los salones de trabajo son inadecuados por su forma y disposición, los laboratorios son húmedos, oscuros y mal ventilados, no existen locales ni para archivo de materiales ni para investigación; la disposición de numerosos pasillos y otras circunstancias similares hacen que el trabajo se dificulte en demasía”.(27) El nuevo edificio del Servicio de Anatomía Patológica actualmente en funcionamiento (2009), tiene un área de 4,200m2. Consta de un sótano, planta baja, tres pisos y un bioterio. Cada planta tiene aproximadamente 840 m2. En la descripción de las dependencias no figura el Museo anatómico, aunque en el piso tercero destinado a la docencia, se construyó un auditorio, un salón de exposición y un salón de clases. (28)


Los museos y colecciones anatomopatológicas en Venezuela: Sus orígenes y actual existencia. I
Introducción
Origen y evolución de los museos anatomopatológicos en Venezuela. (a)
Origen y evolución de los museos anatomopatológicos en Venezuela. (b)

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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