Octubre-Diciembre 2015 64
ISSN 1317-987X
 
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Artículos
 



Cirugía
Comparación de la inyección de toxina botulínica o la aplicación tópica de mononitrato de isosorbide como tratamiento de primera línea de la fisura anal crónica

Discusión

Existen evidencias que indican que el óxido nítrico es el principal neurotransmisor inhibidor que interviene en la relajación del EAI, hecho que ha conducido al empleo de los nitratos como fuente exógena de óxido nítrico, pues su degradación en las células de la musculatura lisa del EAI produce liberación del mismo (22), con porcentajes de reducción de presión basal del esfínter anal entre 14 y 28%, y tasas de éxito reportadas de hasta 85% (13,14,30-32). En este estudio la presión basal en reposo del esfínter anal, en el grupo tratado con mononitrato de isosorbide tópico, fue 21% menor a la presión basal previa al tratamiento, lo que concuerda con resultados obtenidos en otros estudios (13,16,31).

La tasa de éxito del tratamiento con mononitrato tópico, traducida en disminución del dolor y cicatrización de la fisura anal, en este estudio fue de 80%, evidenciando mejoría sintomática desde la primera semana de tratamiento y desaparición del dolor a partir de las semanas 4-8 y un tiempo promedio de cicatrización de 3,5 meses, resultados similares a los obtenidos en estudios previos (13,14,16,33).

El principal inconveniente con el uso de nitratos tópicos consiste en el desarrollo de cefalea, que se describe en general como transitoria, leve y de respuesta a analgésicos comunes (7-9). En este estudio dicho efecto adverso tuvo una incidencia de 30%, con desaparición tras la administración de analgésicos orales, lo cual coincide con lo reportado en otros estudios (13,14,30).

Por otro lado, la toxina botulínica actúa inhibiendo la liberación de acetilcolina por parte de las terminaciones presinápticas y produce un bloqueo de la placa motora. La denervación química inducida por la toxina provoca parálisis temporal esfinteriana que permite la reducción de la presión del esfínter anal en tasas reportadas entre 20 y 40% y a su vez curación temprana de la fisura anal hasta en el 93% de los casos (6,10,12,16,34).

En este estudio la presión basal en reposo del esfínter anal, en el grupo tratado con toxina botulínica, fue 31,2% menor a la presión basal previa al tratamiento, lo que concuerda con resultados obtenidos en otros estudios (6,12,16). La tasa de éxito del tratamiento con TB, en este estudio fue de 91%, evidenciando disminución del 76% del nivel de dolor luego de la primera semana de tratamiento y desaparición del dolor entre las semanas 4-8 y un tiempo promedio de cicatrización de 1,4 meses, resultados similares a los reportados por otros autores (6,10,12,16,34).

Al comparar ambos tratamientos, evidenciamos que la toxina botulínica fue más efectiva en cuanto a tiempo de reducción de dolor (semana 1 p=0,00002, lo mismo que a la semana 4 p=0,0021), tiempo de cicatrización (1,4 Vs 3,5 meses p=0,0003) y en cuanto a reducción de la presión basal del EAI (31,2% Vs 21% p<0,05).

En los 3 pacientes en quienes no funciono la terapia propuesta de primera línea, se les indico la terapia del grupo contrario, obteniendo respuestas satisfactorias en cuanto a disminución del dolor y cicatrización de la fisura, lo que concuerda con lo propuesto por Lysy y colaboradores al implicar que la acción combinada de los nitratos tópicos y la toxina botulínica es más efectiva que cualquiera de los 2 solos (35).

Con base a los resultados obtenidos en el presente estudio, el uso tanto de toxina botulínica, como de mononitrato de isosorbide tópico, como tratamiento de primera línea para la fisura anal son efectivos y comparables a la ELI, sin generar incontinencia indeseada. Ambos tratamientos producen reducción significativa del dolor desde la primera semana, siendo la toxina botulínica más efectiva en este punto. El uso tanto de toxina botulínica, como de mononitrato tópico, producen reducción de la presión basal del esfínter anal, evidenciandose mayor reducción con la toxina botulínica. La fisura anal cicatriza más rápido al ser tratada con toxina botulínica en comparación con mononitrato tópico. Se recomienda el uso de cualquiera de estas modalidades de tratamiento, con preferencia por la toxina botulínica, como terapéutica inicial para la fisura anal y se recomienda continuar esta línea de investigación de manera multicéntrica y protocolizada, de forma que permita la extrapolación de los resultados a la población general.


Continua: Referencias

Comparación de la inyección de toxina botulínica o la aplicación tópica de mononitrato de isosorbide como tratamiento de primera línea de la fisura anal crónica
Introducción
Pacientes y métodos
Resultados
Discusión
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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