Pediatría
Enfermedad de Huntington infantil en paciente escolar. A propósito deun caso
Introducción
La
enfermedad de Huntington (EH) es un trastorno neurodegenerativo, descrito en
1872 por George Huntington, que se transfiere entre las familias de generación
en generación, con inicio variable, con más frecuencia en la edad media y que
se caracteriza por movimientos coreicos no controlados, alteraciones
conductuales y psiquiátricas. La frecuencia de la EH a nivel mundial es muy
variable, su prevalencia en el mundo se estima en 7-10 por 100.000 habitantes.
En América del Sur, la investigación de la EH ha sido crucial para identificar
el gen etiológico. Esto se debe a que las concentraciones poblacionales más
grandes de familias afectadas por esta patología se encuentran en Venezuela,
Perú, Brasil, Colombia y Chile (1).
La palabra corea proviene del
griego"khoreia" (Choreia) que significa danza. Este término fue utilizado
por primera vez por el médico alquimista Paracelso (1493-1541) para describir
la corea o “Baile San Vito” (1). Su cuadro clínico se distingue por
manifestaciones como movimientos anormales, típicamente corea, trastornos
cognitivos y síntomas psiquiátricos. Esta enfermedad es causada por una
expansión de repetidos CAG (citosina, adenina, guanina) en el gene que codifica para la proteína huntingtina en el
cromosoma 4. Histopatológicamente se caracteriza por atrofia del núcleo
estriado, así como de otras estructuras corticales y extraestriatales (2).
La enfermedad de Huntington se desarrolla,
en promedio, durante los 15 a 20 años de edad, se clasifica en 2 fenotipos: de
inicio juvenil o infanto-juvenil (7 %) y adulto (93 %). Aunque el curso de la
EH es variable, la presentación de los síntomas es diferente si la enfermedad
es de inicio juvenil (1). La variante infantil ocurre en menores de 10 años y
representa del 1 % al 3 %, siendo muy infrecuente (3), por lo que se consideró
importante presentar el caso de EH en escolar femenina de 10 años de edad,
quién inició sintomatología desde la edad de 6 años. Presentando durante su
evolución diversas complicaciones. La EH presenta consecuencias físicas,
emocionales, cognitivos, sociales y económicas devastadoras. Mejorar la
atención en fases avanzadas de esta enfermedad, es un reto moderno que requiere
incrementar la formación de los profesionales de la salud y la comunidad en
general, englobando además un mayor compromiso social y financiero del sistema
de salud, para garantizar la adecuada atención de estos pacientes y su grupo
familiar y el desarrollo de las políticas pertinentes.
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