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ISSN 1317-987X
 
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Hematología
Etapas de la deficiencia de hierro y anemia ferropénica en niños de la comunidad Miguel Peña. Valencia. 2011-2012.

Introducción

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la anemia es una de las enfermedades más frecuentes, especialmente en los paí­ses en ví­a de desarrollo. Aunque el hierro es ubicuo en la naturaleza, la deficiencia ocurre con mayor frecuencia de lo esperado, porque la mayor parte de este mineral se encuentra en forma férrica (no heme) que es difí­cil de absorber y, por tanto, poco biodisponible. El hierro heme, de origen animal, es la forma más fácilmente absorbible, con una biodisponibilidad 2 a 3 veces mayor que la del hierro no heme, la escasez de carne en la alimentación de una gran proporción de la población del mundo hace que la deficiencia de hierro sea común en el planeta, debido a que, en su mayorí­a, las dietas están basadas en cereales, vegetales y es baja en productos de origen animal. Sin embargo, existen otras causas de deficiencia de hierro como las pérdidas gastrointestinales de sangre observadas en la alergia a la proteí­na de leche de vaca, parasitosis intestinal y divertí­culo de Meckel, así­ como los procesos infecciosos e inflamatorios crónicos y algunas anemias hereditarias.(1) Tanto la deficiencia de hierro sin anemia, así­ como la anemia, afectan la calidad de vida en diversas formas, ya que el hierro es indispensable en todas las células para diferentes funciones metabólicas. Su deficiencia se manifiesta clí­nicamente en menor capacidad de hacer labores que demandan actividad fí­sica o mental.(2) En los niños, la principal causa de esta deficiencia se debe al aumento de los requerimientos nutricionales de hierro en relación con el crecimiento(3,4). La carencia de hierro afecta principalmente a la inmunidad celular, función intestinal, crecimiento y rendimiento fí­sico, también a la conducta, metabolismo de las catecolaminas y termogénesis. Si la deficiencia de hierro ocurre en un periodo crí­tico, como es el comprendido entre la lactancia y la infancia temprana, puede producir daño irreversible en la adquisición de pautas madurativas del neuro-desarrollo(5,6).

El estado de nutrición del hierro se puede conocer mediante tres tipos de evaluaciones: la clí­nica, la dietética y la bioquí­mica. Las dos primeras proporcionan pautas para sospechar la deficiencia, mientras que sólo con la tercera se puede establecer claramente el diagnóstico. La evaluación clí­nica puede ayudar a identificar la existencia de la causa primaria de la anemia, es decir, la presencia de parasitosis, pérdidas crónicas de sangre o establecer el diagnóstico a través del análisis de los signos y sí­ntomas de la enfermedad.

Ante la sospecha de deficiencia de hierro, la evaluación dietética debe encaminarse en la búsqueda de información sobre el contenido de hierro de la dieta y otros factores que pueden estar asociados con el padecimiento: dieta que retardan la absorción: fitatos, oxalatos, citratos. Dietas que aceleran la absorción: sustancias reductoras: como el ácido ascórbico, lactato, fructosa. La deficiencia de hierro ocurre en etapas de severidad creciente. Primero (etapa I) ocurre un agotamiento de los depósitos de hierro que se caracteriza por una reducción de la ferritina sérica bajo lo normal (deficiencia latente de hierro o depleción de los depósitos). Al progresar el déficit ( etapa II) se compromete el aporte de hierro a los tejidos (eritropoyesis deficiente en hierro) que se caracteriza en forma precoz por un aumento de la concentración sérica del receptor de transferrina y más tarde se añaden una reducción de la saturación de la transferrina y un aumento de la protoporfirina eritrocitaria libre. En esta etapa ya se aprecia una reducción de la sí­ntesis de hemoglobina, sin embargo su concentración aún no cae por debajo del lí­mite normal. Finalmente se llega a la etapa III más severa de la deficiencia en la cual se constata una anemia microcí­tica hipocroma(7). Para el diagnóstico de la deficiencia de hierro se dispone de un grupo de análisis sencillos de realizar y de bajo costo, que se utilizan en la pesquisa de esta patologí­a (exámenes de tamizaje o "screening") y otros más complejos o más caros que se emplean para su confirmación. Entre los primeros se encuentran la medición de la hemoglobina (Hb), hematocrito, volumen corpuscular medio (VCM) y prueba terapéutica. Los exámenes confirmatorios incluyen las mediciones de la saturación de la transferrina, protoporfirina libre eritrocitaria (PLE), hierro sérico, receptor de transferrina sérica y ferritina sérica (FS).(7)

Una concentración baja de hemoglobina que se asocia con hipocromí­a por lo general se debe a deficiencia de hierro. La hemoglobina tiene una sensibilidad baja, pues su concentración no disminuye sino hasta la tercera etapa del balance negativo de hierro. Su especificidad también es baja, pues la concentración de hemoglobina se altera ante la presencia de otros factores ajenos a la deficiencia de hierro, como serí­an las variaciones diurnas, el tabaquismo y la deshidratación entre otras(7,8). La disminución en el hematocrito y la presencia de hipocromí­a, microcitosis, anisocitosis y poiquilocitosis en los eritrocitos habla de una posible deficiencia de hierro. La cuenta de reticulocitos ( frecuentemente disminuido en la anemia ferropénica) es un indicador de la respuesta de la médula ósea ante el tratamiento para corregir la deficiencia de hierro o la anemia(7,8).

El hierro sérico, la capacidad total de fijación y la saturación de la transferrina son indicadores que reflejan la calidad del transporte de hierro a los tejidos. Este proceso sufre un deterioro en la segunda etapa de la deficiencia de hierro, por lo que tales indicadores son útiles para detectar deficiencia a nivel del transporte(7,8). Un aumento en la concentración de protoporfirina eritrocitaria libre es un indicador sensible de un aporte insuficiente de hierro. Cuando las reservas de hierro se han agotado, la protoporfirina se acumula en los eritrocitos ya que no existe hierro suficiente para la sí­ntesis del grupo hem. La protoporfirina eritrocitaria libre proporciona información similar al porcentaje de saturación de la transferrina(3,7). La ferritina sérica permite determinar la reserva corporal de hierro y es un indicador del estado de nutrición en hierro que puede reflejar deficiencia, normalidad o exceso. Una de las ventajas de determinar la ferritina sérica es que proporciona prácticamente la misma información sobre el estado de nutrición del hierro que una biopsia de médula ósea sin ser tan invasiva. La ferritina sérica se altera en la primera etapa de la deficiencia de hierro. Cuando la concentración de ferritina sérica es muy baja o igual a cero, expresa el agotamiento de la reserva y es caracterí­stica exclusiva de la deficiencia de hierro. (3,7) Los receptores de transferrina son el indicador más temprano de la incapacidad del organismo para mantener la eritropoyesis normal, con la ventaja de que su concentración no se ve influida por la presencia de infecciones. Es recomendable elegir al menos dos indicadores, pues está demostrado que con ello se mejora en forma notable la capacidad para realizar el diagnóstico.(3,8)

Debido a las consecuencias que tiene la deficiencia de hierro sobre el estado de salud de la población, y en especial durante el perí­odo de la infancia, este estudio tuvo como objetivo evaluar la prevalencia de bajos depósitos de hierro y anemia ferropriva en niños que asisten a la consulta de niño sano del Centro de Medicina Integral de la Comunidad Miguel Peña de la ciudad de Valencia, Estado Carabobo.


Etapas de la deficiencia de hierro y anemia ferropénica en niños de la comunidad Miguel Peña. Valencia. 2011-2012.
Introducción
Materiales y métodos
Resultados
Discusión
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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