Abril-Junio 2004 19
ISSN 1317-987X
 
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Inmunología
Beneficios y ventajas de la terapia antiretroviral altamente activa (HAART). Otras alternativas

Posibles alternativas

La utilización de los genéricos
Toda esta dramática situación del alto costo de los medicamentos para aplicar HAART en los pacientes ha conducido a la utilización de estrategias alternas por algunos de los países más afectado por esta epidemia, como por ejemplo el uso de genéricos para el tratamiento antiviral de los pacientes infectados en países como Sudáfrica, Brasil, India y Cuba, los cuales han desarrollado la tecnología y la mano de obra especializada para montar la infraestructura necesaria para la producción de estas drogas. Uno de los ejemplos más sorprendente de lo que es posible lograr con el uso de los genéricos viene de Brasil. Los antiretrovirales producidos localmente se venden a una fracción de su precio global. Un genérico de la zidovudina es 14 veces más barato en Brasil que en Estados Unidos (Pérez-Casas y col., 2000; Sam, 2001). Esto ha permitido que el Estado brasileño haya ahorrado enormes cantidades de divisas. Por ejemplo: en Brasil, el costo total de la triterapia es de aproximadamente 192$ mientras que en Tailandia, donde no pueden conseguirse ninguno de estos genéricos, el costo total es de 348$ (1.8 veces más caro). En otras palabras, al sistema de sanidad pública brasileño le cuesta lo mismo tratar a 1.000 personas con VIH/SIDA que al gobierno tailandés tratar a 552 (excluyendo el costo de diagnóstico y otros gastos) (Pérez-Casas y col., 2000). La disponibilidad de medicamentos más baratos permitió el gobierno brasileño proporcionar antiretrovirales a más de 80.0000 personas hacia finales de 1999, lo que resultó en un descenso de más del 50% de la mortalidad relacionada con el SIDA entre 1996 y 1999 (Datos no publicados del Departamento de salud de Brasil), resultado muy importante donde en 1997 habían 580.000 personas viviendo con VIH/SIDA (PNUD, 2000). Estro significó un ahorro de 472 millones de dólares en gastos de hospitalización y tratamiento para las infecciones oportunistas para un país con medianos ingresos (Pérez-Casas, 2000). Los estudios de precios han mostrado inequívocamente que la competencia de los genéricos es la forma más efectiva para asegurar una reducción permanente de precios. Mundialmente, esta tendencia es ilustrada con el típico cóctel de tres medicamentos antiretrovirales: zidovudina, lamivudina, nevirapina. Antes que una compañía farmacéutica de genéricos en la India anunciara sus precios reducidos, esta combinación de medicamentos costaba hasta US$ 10 mil por año. Poco después de anunciada la reducción del precio de los medicamentos, las compañías farmacéuticas multinacionales disminuyeron los suyos. Cuando otras compañías de genéricos anunciaron montos aún más bajos, la industria respondió disminuyendo sus precios todavía más. Como en toda situación de mercado, la introducción de la competencia lleva a bajar los precios de una forma sostenible, al margen de otras condiciones.

Unos de los problemas planteados (por las industrias farmacéuticas principalmente) del uso de los genéricos es que los parámetros mínimos de bioseguridad no son garantizados por sus industrias productoras. Además, se ha discutido mucho sobre la sobreestimación de la efectividad clínica de estos genéricos. Lo cierto es que se requiere de grupos de investigación concentrados en el estudio de esta problemática, investigando la cinética farmacológica de estos genéricos en los pacientes VIH+ y sus efectos sobre los parámetros inmunológicos y virológicos de los mismos, tal como lo hicieron las grandes compañías farmacéuticas a finales de la década de los ochenta con el AZT y los inicios de la década de los 90 con la biterapia y triterapia, siempre aplicada directamente en los pacientes, sin pasar por todas las fases reglamentarias para producir un nuevo medicamento debido a la situación dramática que se estaba viviendo en esos años con esta infección.

Otra estrategia terapéutica antiretroviral : la interrupción estructurada del tratamiento (IET)
Otra estrategia relativamente recién propuesta y que puede ser una alternativa real para los pacientes es la interrupción programada del tratamiento (IPT), la cual implica ciclos repetitivos de la interrupción de la triterapia (Ortiz y col., 1999). Dos estrategias potenciales podrían ser seguidas con la IPT-HAART: el ciclo HAART según un tratamiento fijo de interrupción o de retomar las drogas después que reaparece el virus en el plasma. La motivación inicial comenzó por la descripción de un paciente quien se le controló la replicación viral inmediatamente después de dos ciclos de interrupción/reaplicación de la triterapia (Lisziewicz y col., 1999). Este control aparentemente estaba asociado a fuertes respuestas de CTL y de células T CD4+, sugiriendo que la terapia precoz sola o la terapia precoz seguida de breves exposiciones al virus hayan aumentado la inmunidad funcional y haya tenido como consecuencia una capacidad sostenida de controlar la viremia. Otros casos anecdóticos pronto fueron seguidos (Ortiz y col., 1999), sugiriendo que la terapia precoz e intermitente había conducido a una variación del equilibrio virus/hospedador favoreciendo el sistema inmunológico.

Existen tres razones mutuamente exclusivas de aplicar la IPT:

  • La primera consiste en reducir la exposición de los pacientes a los medicamentos, disminuyendo así la toxicidad y los grandes costos del tratamiento (Dybul y col., 2001).
  • La segunda es de permitir la repoblación viral con un virus de tipo salvaje, sensible a las drogas después de la caída viral bajo la terapia (Miller y col., 2000).
  • La tercera es de auto-inmunizar los pacientes contra antígenos virales a través del aumento de la carga viral, esperando un control consecuente de la replicación viral sin la utilización de las drogas.

La idea de emplear la IPT para aumentar la respuesta inmunológica fue convincente en los primeros tiempos: HAART podría favorecer la producción de nuevas células vírgenes, y la interrupción pasajera del tratamiento podría permitirle a estas células su participación en el ataque inmunológico contra el VIH. Los orígenes de esta aproximación terapéutica son basados sobre dos observaciones cruciales. Primero, el tratamiento con HAART tiene como consecuencia la producción progresiva de nuevas células vírgenes (Autran y col., 1997), y en segundo lugar, el tratamiento precoz con HAART durante la fase aguda de la infección puede aumentar las respuestas inmunológicas específicas al virus (Rosenberg y col., 1997). Los estudios de la infección aguda probaron que el tratamiento precoz está asociado a respuestas fuertes de células T CD4+ pero a respuestas CTL relativamente débiles, indicando que la exposición repetida al virus sería necesario para aumentar y ampliar el componente CTL (Altfeld y Rosenberg, 2000).

Sin embargo, el restablecimiento espontáneo de la inmunidad específica al VIH es un evento poco frecuente en las personas tratadas con HAART durante la fase crónica de la infección (Autran y col., 1997; Lederman y col., 1998; Rinaldo y col., 1999). Así la esperanza de un aumento de la inmunidad funcional durante la infección crónica será más débil que durante la infección aguda. Los datos recientes sobre la infección crónica indican que, en efecto, éste es el caso. Diversos estudios evaluaron los resultados clínicos, inmunológicos y virológicos siguiendo una interrupción simple del tratamiento en los individuos tratados con HAART durante la infección crónica (Miller y col., 2000). En la mayor parte de los pacientes, los niveles virales inmediatamente después de la interrupción del tratamiento se acercaron a los niveles del pretratamiento (Neumann y col., 1999). Un estudio reciente (Dybul y col., 2001), mostró que un tratamiento con dos ciclos intermitentes de interrupción al curso de la infección crónica mantiene una supresión de la viremia plasmática así como la replicación del VIH a nivel de los reservorios del virus, con un preservado número de células T CD4 +.

A pesar que todos estos datos son esperanzadores y mucho más significativos estadísticamente, comparados a los controles no tratados durante la infección aguda (Rosenberg y col., 2000), estos no permiten saber si una verdadera ventaja clínica está conferida y tampoco indican si este control viral es durable. Por otra parte, las ventajas de la IPT sólo en términos de aumento de la inmunidad son susceptibles de ser marginales durante la infección crónica. Además, una estrategia de IPT induce un riesgo potencial al nivel del sistema inmunológico. Los principales riesgos implican la pérdida de las células T CD4+ anti-VIH y la aparición de mutaciones del virus contra el tratamiento reiniciado (para revisión, ver Youle, 2000). Sin embargo, ninguno de estos problemas ha sido observado en los casos donde el tratamiento ha sido reiniciado después de una interrupción (con carga viral plasmática baja durante el periodo de interrupción), y la mayor parte de los trabajos presentan resultados favorables de la interrupción del tratamiento (Rosenberg y col., 2000; Bonhoeffer y col., 2000).



Continua: Conclusiones

Introducción
Inmunopatología de la infección VIH
La triterapia
Beneficios clínicos
Problemas relacionados con la triterapia
Posibles alternativas
Conclusiones
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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