Octubre-Diciembre 2014 60
ISSN 1317-987X
 
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Cirugía
Incidencia de complicaciones mecánicas durante la colocación de accesos venosos centrales en el hospital Adolfo Pons, Maracaibo, edo Zulia, Venezuela

Introducción

La introducción del catéter venoso central (CVC) se remonta al año 1952, cuando Aubaniac(1), describe los primeros accesos vasculares en soldados heridos durante la guerra, Esto significó un gran avance en la medicina moderna y ha llevado a su uso generalizado. Actualmente se ha convertido en una herramienta terapéutica por su amplia gama de indicaciones, la cateterización de venas de alto flujo es un procedimiento ya rutinario y de uso cada vez más frecuen­te en hospitales, especialmente con el advenimiento de las unidades de cuidados intensivos (UCI) y de quimioterapia oncológica. Se define la instalación o cateterización venosa central como la inserción de un catéter biocompatible, a través de la punción de una vena de alto calibre y flujo dentro del espacio intravascular intravenoso, con el fin de administrar fluidos, fármacos, nutrición parenteral, determinar constantes fisiológicas y/o realizar pruebas diagnósticas. (1, 2)La instalación de CVC es un procedimiento invasivo y como tal, no exento de potenciales complicaciones que pueden ocurrir en el 2 a 15% de los casos (1). Estás pueden ser menores y producir sólo inconvenientes, como retardo en el inicio de terapias específicas para lo cual se requiere el CVC, y hasta complicaciones mayores que pongan en riesgo la vida del paciente (2,3). Por estas razones se continúan buscando y aplicando nuevos métodos que permitan prevenir, diagnosticar y tratar las complicaciones relacionadas con su colocación.

Para manejar el riesgo de complicaciones de un procedimiento de cateterización determinado, desde el punto de vista operativo se puede sistematizar los siguientes factores, como lo son: la indicación para la colocación de un CVC, la selección del sitio, y la técnica de inserción. Para la colocación de un CVC se pueden establecer diferentes factores; los factores dependientes del operador, los factores dependientes del paciente y los factores dependientes del tipo de catéter a usar y que en mayor o menor medida determinan el riesgo de una complicación en particular y pueden incidir en su prevención (1, 2, 3), (Tabla 1).

Es de conocimiento general que la inserción de accesos venosos centrales y de líneas arteriales implica un riesgo reconocido de complicaciones mecánicas o técnicas (neumotórax, trombosis venosa, fístulas arteriovenosas, entre otras.) e infecciosas locales o sistémicas.

Tabla 1: Factores que inciden en las complicaciones mecánicas en CVC.



Se revisarán las complicaciones mecánicas más frecuentes o que revisten mayor gravedad en relación a los accesos venosos centrales y que están generalmente relacionadas con la inserción del catéter y, según su gravedad, se clasifican en mayores o menores. Son complicaciones mayores, las que ponen en riesgo la vida del paciente; el neumotórax, el hidrotórax, el quilotórax, el hemotórax, la fístula arteriovenosa, el desgarro de la vena, la punción carotídea.

El neumotórax es una complicación frecuente de la inserción de un CVC, con una incidencia estimada de 1,5-3,1% para el acceso venoso subclavio (4,5). Es raro en la cateterización de la vena yugular interna, pero también ocurre <0.1 a 0.2%, especialmente con punciones anteriores bajas o posteriores. Consiste en la presencia de aire en la cavidad pleural; entre el pulmón y la pared torácica (6,7) y es causado por la punción accidental de la pleura con pérdida de su integridad dejando comunicados, a través de la vía aérea, la atmósfera con el espacio pleural con el subsecuente paso de aire de la atmósfera hacia la cavidad pleural de menor presión. Puede ser causado por la aguja, la guía, el dilatador o el catéter usados para el acceso yugular o subclavio. Su diagnóstico es a menudo tardío por lo que el operador debe estar atento. Cuando es pequeño, asintomático, a menudo puede no requerir tratamiento y se resuelve en forma espontánea, pero también se puede presentar como una emergencia y debe ser sospechado, diagnosticado y tratado prontamente (7).

La embolia aérea es difícil de determinar, su incidencia real está relacionada a CVC, pues la mayoría de las veces cursa en forma subclínica, sin resultar en repercusiones severas y por lo tanto no es notificado. No obstante, la instalación o retiro de un CVC puede hacer que pequeñas cantidades de aire entren a la circulación venosa por lo que, de un punto de vista operativo, este procedimiento se considera con riesgo relativo alto, con una incidencia mayor al 25% (7,8,9). La entrada o la aspiración significativa de cantidades de aire a la circulación venosa a través del orificio producido por el dilatador, cuando la presión intratorácica llega a ser menor que la atmosférica, por ejemplo, si el paciente tose, llora, ríe, o inspira profundo, el cambio en la presión intratorácica genera un aspirado de 10 a 15 cc de aire resultando en embolia aérea (9).

La punción o cateterización arterial, la incidencia de punción de la arteria carótida para acceso yugular varía entre un 1.9 a 9.4% (9,10) y en general para punciones arteriales son más frecuentes en el acceso yugular que el subclavio 3% vs 0.5% (11), con mayor frecuencia se puede observar en operadores con poca experiencia y en pacientes pediátricos. Las consecuencias de lesiones arteriales van desde hematomas, hemotórax, tamponamiento cardiaco y fístula arterio-venosa. Puede haber hemorragia retroperitoneal, e isquemia de extremidades estos últimos para accesos centrales por vía femoral.

La mal posición de CVC, es cuando el catéter está en el sistema venoso pero la punta del catéter no está en la aurícula derecha, en la vena cava superior o inferior; o cuando el catéter está fuera del sistema venoso, doblado o si el tercio distal del catéter no va paralelo a la pared de la vena. La incidencia va de 5% para acceso yugular a 9% para acceso subclavio (12). Los catéteres subclavios pueden ubicarse en la vena yugular interna ipsi-lateral o en la subclavia contra-lateral. Los catéteres yugulares pueden seguir el curso de las subclavias y también de la yugular del lado opuesto. Aparte de las complicaciones descritas se puede producir: extravasación de fármacos con daño tisular local, derrames pleurales (Hidrotórax) por catéteres extravasculares intratorácicos, fractura de catéter, fractura de guía en la colocación (12).
Incidencia de complicaciones mecánicas durante la colocación de accesos venosos centrales en el hospital Adolfo Pons, Maracaibo, edo Zulia, Venezuela
Introducción
Materiales y métodos
Resultados
Discusión
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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