La mola hidatidiforme es un embarazo anormal, que se
caracteriza por un crecimiento excesivo del tejido placentario.
Con base en la histopatología, se clasifica en mola hidatidiforme completa y
parcial, aunque los criterios patológicos usados para definir estas
dos entidades han cambiado con el avance del ultrasonido y la terminación
temprana del embarazo molar. La placenta, en esta entidad, presenta inflamación
y edema de las vellosidades coriónicas e hiperplasia trofoblástica; en la mola
completa, en la cual las vellosidades son císticas y la hiperplasia
trofoblástica es sobresaliente. En la mola parcial, las características pasan
de vellosidades normales a las císticas con hiperplasia focal. La presencia de
un feto coexistiendo con una mola completa, en el caso de un embarazo gemelar,
es una entidad clínica muy rara. La presencia de tejido fetal asociado frecuentemente
a la mola parcial, en la cual se puede hallar glóbulos rojos fetales y tejido embrionario.
(1)
La diferenciación evidente entre la mola parcial y
la completa es que la presencia de un
feto define a la mola hidatidiforme parcial, este feto, generalmente un crecimiento
intrauterino restringido y múltiples malformaciones congénitas, Y generalmente
no llega a feliz término; posee un cariotipo triploide (69 cromosomas), con un
set extra de cromosoma haploide de derivación paterna, en contraste con el
estudio citogenético de la mola hidatidiforme completa, que muestra un
cariotipo diploide, androgénico (46 cromosomas), todo de origen paterno, con
ausencia completa de tejido embrionario o fetal identificable. El riesgo de
persistencia de la mola parcial y completa se ha determinado en 4 % y 20 % respectivamente.
(2- 3)
El embarazo gemelar, compuesto por una mola hidatidiforme
completa y un feto, es un evento
inusual, con una incidencia mundial estimada en 1: 22000 a 1: 100000 embarazos,
siendo reportados, desde 1903 hasta 1991, tan solo113 casos. Esta situación se
diferencia de la mola parcial, en vista que involucra dos concepciones
diferentes, una con feto y placenta normal comprendiendo un gemelo, y una mola
completa en otro saco. En vista de lo raro e inusual de la situación, se suele
diagnosticar tardíamente, entre las 13 y 20 semanas, con una altura uterina
superior a la esperada para la edad gestacional, niveles séricos de β-hCG
elevados, que pueden variar en rangos de 839563 mIU a 232135 mIU, y una tasa
mayor de persistencia comparada con un
embarazo molar simple. (4-7)
Es un dilema médico el que se presenta en este tipo
de casos, ya que se torna difícil elegir entre un manejo expectante o la
interrupción inmediata del embarazo, ante la posibilidad de que se desarrolle
cerca del término el feto con características normales, aunque la mayoría de
los casos resulta en intervención terapéutica con interrupción del embarazo,
inmediatamente al realizar el diagnóstico. La consideración de manejo
expectante hasta la viabilidad del feto requiere que la paciente se mantenga
clínicamente estable, esta situación depende de la progresión de crecimiento de
la mola completa, si la tasa de crecimiento es rápida, se producirá sangrado
genital desde el inicio del embarazo, si el crecimiento es lento, puede
permitir la prolongación del embarazo. (3)
La presencia de preeclampsia asociada a embarazo
gemelar con la coexistencia de una mola completa, es otra complicación que es considerada
una indicación para la interrupción. Los casos reportados en la literatura, que
han logrado llegar al término, plantean la posibilidad de una mola con
crecimiento lento y sin la presencia de preeclampsia. (3) A
continuación traemos a discusión el caso de una paciente femenina de 20 años de
edad, II gestas I aborto, con embarazo gemelar de 19 semanas: molar con feto
vivo, diagnosticado en la “Maternidad Concepción Palacios”: