Embarazo gemelar: mola hidatidiforme y feto vivo. A propósito de un caso
Discusión
La coincidencia de mola hidatidiforme completa con un feto
es una rara coincidencia en la clínica obstétrica, de manejo es controversial,
sobre todo cuando el embarazo es deseado. Los síntomas característicos de mola
hidatidiforme incluyen sangrado genital, crecimiento uterino anormal, valores
de β-hCG exageradamente aumentados o elevados, aparición de hipertensión y
preeclampsia antes de veinte semanas de embarazo. El diagnóstico de la
coexistencia de mola hidatiforme completa y feto, se realiza frecuentemente,
posterior a la evaluación ecosonografica., logrando el diagnóstico en la
mayoría de los casos o reportando anormalidades placentarias. (8)
Una de las teorías fisiopatológicas de la coexistencia del
embarazo gemelar con una mola coexistiendo con feto de características
normales, es en los tratamientos de fertilidad, con la utilización de
inductores de ovulación, que llevan a superovulación, en algunos casos se ha
demostrado la liberación de óvulos vacíos, pudiendo producirse una mola
completa en conjunto con un embarazo normal. Actualmente se encuentran
reportados en la literatura más de 200 casos de embarazo molar coexistente con
feto vivo, aunque la fertilización asistida no incrementa el riesgo de
enfermedad trofoblástica gestacional, en aquellas pacientes quienes después de
esta técnica se presente esta dualidad se intentara siempre un tratamiento
conservador lo que trae un dilema clínico de difícil solución La persistencia de la enfermedad trofoblástica
gestacional, se ha determinado entre el 4 % y 20 % para mola parcial y completa
respectivamente, pero en los casos que se ha asociado con coexistencia de feto
vivo, se ha determinado una persistencia mayor a la esperada, descrita en casi un
55 % de los casos reportados en la literatura, las que llegaron a enfermedad
trofoblástica persistente, requirieron múltiples ciclos de quimioterapia
combinada, a fin de lograr la remisión de la enfermedad. (8-10)
La fertilización asistida no incrementa el riesgo de padecer
enfermedad trofoblástica gestacional. En el caso de un diagnóstico precoz, se
requiere de un estudio genético oportuno que incluya cariotipo fetal, en caso
de que el resultado sea normal, se puede llevar a término el embarazo. (11-13)
El manejo de estos casos es una controversia, aunque la
comunidad médica se ha percatado que las pacientes pueden continuar su embarazo
si no hay anormalidades fetales o complicaciones maternas severas, en algunos
casos se han logrado fetos sobrevivientes. La continuación del embarazo por lo
tanto está ligado a las complicaciones, como sangrado genital refractario,
trastornos hipertensivos, hipertiroidismo, rotura prematura de membranas,
aumento notable de valores séricos de β-hCG, embolismo trofoblástico, sospecha
de metástasis pulmonar, en cuyos casos la interrupción del embarazo en lo más apropiado. (9, 14-17)
Para la interrupción del embarazo en edades gestacionales
menores de 28 semanas se aconseja la inducción, y la utilización de aspiración
manual endouterina, curetaje, uso de prostaglandinas
y en algunos casos la microcesárea. (9)
En conclusión para poder realizar el diagnóstico prenatal de
embarazo gemelar con mola hidatiforme se requiere de la realización de un ecosonograma
transvaginal, valores anormalmente elevados de β-hCG con un cariotipo fetal
normal, cuando se sospecha de la coexistencia de la entidad se debe solicitar Doppler
de placenta, para realizar el diagnóstico diferencial con otras patologías
placentarias, tal como el acretismo placentario. Las opciones de manejo son
controversiales, sobre todo cuando el embarazo es deseado, pero se deben tomar
en cuenta las posibles complicaciones en cada caso. El manejo expectante de las
complicaciones y realizar un plan de trabajo orientado hacia el bienestar
materno y fetal. La resolución del embarazo debe realizarse preferiblemente vía
cesárea, con un equipo multidisciplinario, con prevención de las hemorragias
postparto. (18-21)
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