Acumulado Enero - Diciembre 2023 (93 - 96) 93
ISSN 1317-987X
 
Buscar




Salud&Sociedad
 




René Silva Idrogo
Diletante en los caminos de la vida; hacedor de sus propias sendas

Del poemario a la crítica periodística; de las crónicas a la realidad del escritor

En cuarto grado de educación primaria, ganó el primer premio de un concurso de poesía dedicado a las Américas. Tal vez, ese bolígrafo de oro obtenido como premio al esfuerzo de un niño, haya sido el detonante de una larga trayectoria en el mundo de la literatura y la crítica periodística, recorrido que no se ha visto disminuido ni detenido en ningún momento de su intensa vida a partir de entonces.

En 1949, a los 14 años, se publica su primer libro, un poemario titulado “Las pirañas del cielo” y que fue el comienzo de una prolífica lista de obras que llevan su firma como autor.

Durante la época de estudiante de medicina se anunció la apertura de un concurso de sonetos dedicados al Libertador Simón Bolívar. Silva Idrogo participó en él y tras darle lectura en los Juegos Florales que se realizaron en el Teatro Municipal de Caracas con motivo del concurso, obtuvo el primer premio. Años después, este soneto pasaría a formar parte de una antología con los mejores poemas dedicados a Bolívar, publicada por la Sociedad Bolivariana de Venezuela.

— Usted ha escrito una buena cantidad de libros. ¿Qué es lo más difícil cuando se enfrenta al reto de escribir uno nuevo?

— Tal vez sea sentarse verdaderamente a escribirlo. Uno encuentra gente que te pregunta “¿Estás escribiendo?” y a veces uno miente y responde “Si”. Los escritores definen ese momento de mentira como el “Ocio Creativo”. Un nuevo libro se va forjando en el subconsciente hasta el momento en que se hace presente, lo más difícil es sentarse a escribirlo. Un libro comienza en el momento en que uno se sienta y aparece eso que algunos llaman inspiración y que yo defino como trabajo; llega hasta la punta de los dedos y no se detiene sino hasta terminar el libro que va creando. Cuando he escrito, lo he hecho a tiempo completo, transformándose en una actividad agotadora. Quizás el libro más difícil que he abordado ha sido uno que se encuentra inconcluso desde hace cinco años. Está allí, esperando su consecución. Desde entonces he escrito muchas otras cosas, pero ese libro en particular sigue en reposo.

— ¿De qué trata ese libro en reposo?
— Es una novela donde mezclo personajes de la vida política que me tocó vivir y a los cuales ficciono incluyendo el aspecto mágico de la vida, aspecto que a veces no es tan mágico.

—Paseándose por los títulos que ha publicado, podemos ver que gran parte de sus libros están escritos como crónicas. ¿Por qué la crónica y no cualquier otro género literario?

— Principalmente porque es un género que me ha permitido entrar en contacto directo con las fuentes, los actores y protagonistas que llevan adelante la historia de cada uno de los textos que he escrito. Normalmente las crónicas históricas se hacen con gente fallecida y por supuesto, conllevan una larga investigación; en mi caso, he aprovechado el testimonio directo y fidedigno de las personas que han labrado un pedazo de la historia y que he intentado transmitir a través de mis trabajos. La última crónica que escribí, titulada “Memorias de la gallística” retrata, a través del testimonio de decenas de galleros lo que yo denomino el “último reducto del honor”. También he escrito crónicas noveladas donde los hechos son relatados —sin separarse de la realidad histórica—, estrictamente desde el punto de vista literario.

— ¿Se atrevería usted a incluirse dentro de la corriente del Realismo Mágico de Laura Esquivel, Isabel Allende y el maestro Gabriel García Márquez?

— Todos los escritores latinoamericanos contemporáneos, de una forma u otra, sin ser un calco de nadie, en lo que se refiere a la novelística, basamos nuestra opción en el Realismo Mágico. El Realismo Mágico, por supuesto, ve a su máximo exponente con García Márquez. Fue él quien le dio los visos de maestría que tiene. Romeo y Julieta es un cuento para colegiales al lado de “El amor en los tiempos del cólera” o de las “Memorias de mis putas tristes”.

— Regularmente escribe para diferentes periódicos de Guayana. ¿Cuáles son esas publicaciones y por qué ahora el camino de acción lo lleva hacia la prensa?

— La prensa escrita no es un nuevo terreno para mí. Escribo para diferentes periódicos desde 1952, primero de forma muy esporádica y a partir de 1958 con mucha más frecuencia. Mi participación en prensa es tal, que en una investigación de unos estudiantes de Comunicación Social de la UCV, realizada en El Bolivarense, el periódico de más circulación en el estado, el entonces dueño del periódico, Dr. Álvaro Natera, les indicó que la persona que había escrito, opinado e intervenido más en la vida de Ciudad Bolívar había sido yo. Es así como el “periodismo” de hecho y no de derecho, ha sido un campo que he recorrido durante 53 años.

— En 1994 fue nombrado miembro de la Academia de la Historia Venezolana. ¿Cuáles fueron los méritos por los cuales se le acreditó esta membresía?

— Sinceramente no lo sé. En Ciudad Bolívar, el único miembro de número de la Academia de la Historia era Manuel Alfredo Rodríguez y miembro asociado era Horacio Correa Sifontes. Tenía entendido que la Academia quería que alguien de Ciudad Bolívar formase parte de sus filas y así respaldar su presencia en esta ciudad. En una visita de Mario Briceño Perozo, presidente de la Sociedad Bolivariana de Venezuela a Ciudad Bolívar, le sugerí que nombraran a Américo Fernández, historiador profesional con una cantidad considerable de textos sobre Guayana. Me sorprendió mucho cuando me enteré que además de Américo Fernández, también fui nominado a la Academia. Es muy posible que las crónicas que he escrito hayan influido considerablemente en este nombramiento.



Continua: La vida del galeno

Introducción
De la medicina al ejercicio de la política
Del poemario a la crítica periodística; de las crónicas a la realidad del escritor
La vida del galeno
Disparando preguntas
Algunas publicaciones

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





Instituto de Medicina Tropical - Facultad de Medicina - Universidad Central de Venezuela.
Elaborado por el Centro de Análisis de Imágenes Biomédicas Computarizadas CAIBCO,
caibco@ucv.ve
Este portal ha sido desarrollado gracias al apoyo del Fonacit