Acumulado Enero - Diciembre 2023 (93 - 96) 93
ISSN 1317-987X
 
Buscar




Artículos
 



Urología
Biopsia prostática multifragmentaria

Discusión

El hallazgo de un nódulo sospechoso de tumor en el tacto rectal, o de una zona hipoecoica en el Ecosonograma Transrectal (ET), o el cada día más frecuente, hallazgo de un Antígeno Prostático Específico (PSA) elevado o en el límite alto de la normalidad, obliga a descartar de una manera certera, rápida y con poca morbilidad la presencia de un adenocarcinoma de próstata.

El desarrollo de la biopsia prostática transrectal, guiada con ultrasonido permite tomar fragmentos de la glándula en el sitio deseado, con un mínimo de morbilidad y con porcentajes elevados de efectividad de aproximadamente 20%.

Sin embargo, la próstata es una glándula que puede pesar treinta o más gramos, con una anatomía variable en cada paciente, y la presencia de un tumor pequeño capaz de producir PSA elevado, puede ser difícil de incluirlo en una biopsia, o puede mostrar una lesión sospechosa de tipo PIN y/o de hiperplasia atípica, las cuales son lesiones con alta posibilidad de ser malignas, pero que no llegan a completar los criterios anatomopatológicos que nos permitan tratarlos como cáncer. Por esta razón, se plantea la necesidad de realizar una toma de muestras para biopsia que cubran un universo mayor de la glándula, tratando así de evitar la posibilidad de tener un resultado falso negativo, o el hallazgo de PIN y/o hiperplasia atípica en un paciente que realmente presenta cáncer de la próstata.

Para lograr este objetivo hemos trabajado con el clásico sistema del sextante, que toma tres muestra de cada lóbulo, a los niveles de base, zona media y pico; y cuando se sospecha de una zona en especial, fragmentos adicionales de la misma.

Los 148 enfermos del Grupo I, han puesto en evidencia que en la medida en la que aumenta el número de los fragmentos, lo hace el porcentaje de positividad. El porcentaje global de positividad de este grupo es de 22.9%; y el comportamiento varía de manera notable en la medida que aumenta el número de muestras tomadas, siendo de 19.4% en aquellos casos en los que se tomaron menos de seis muestras; sube a 23.8% cuando en los que se extrajeron seis muestras; y a 25.9%, en los casos con más de seis.

Esta reacción se hace más notoria en el Grupo II, al ser usada la técnica de doce fragmentos, tomando dos de la base, de la zona media y del pico de cada lóbulo, incluyendo en la muestra la zona periférica de toda la glándula y parte de la zona transicional. En los 78 enfermos explorados de esta manera, conseguimos un porcentaje global de positividad de 37.1%, lo cual está muy por encima de los hallazgos habituales (p=0.03). Asimismo, la prueba de regresión logística univariante pone en evidencia que en la medida en la que se avanza en el tiempo, aumenta la positividad (p=0.02), lo que está seguramente relacionado con la mayor experiencia del operador en el uso del procedimiento, y la práctica de la técnica multifragmentaria descrita.

En este grupo hubo únicamente dos casos en los que sólo se tomaron seis muestras, por tratarse de pacientes con lesiones evidentes de cáncer al tacto rectal, lo cual unido al aspecto de "carne de pescado" de las muestras, nos hizo considerar que no era necesario tomar más fragmentos para lograr la demostración del cáncer.

En tres pacientes se tomaron más de doce fragmentos, por tratarse en uno de ellos de una glándula de gran tamaño, que resultó una hiperplasia prostática; otro caso, de un diagnóstico previo de hiperplasia atípica y se quiso cubrir mayor espectro, resultando positivo para cáncer; y el tercero, un paciente en cuyo ecosonograma, se observó una zona muy sospechosa, de la cual se tomaron dos fragmentos adicionales, resultando en el hallazgo de un cáncer de próstata.

Hemos encontrado una relación entre el porcentaje de tumor existente en los fragmentos y el Gleason. Fueron determinados ocho casos con 71 a 100% de tumor, en los cuales el Gleason era de siete a diez.

Consideramos que es de gran importancia el hecho de colocar cada muestra aislada en un frasco de fijador, para su análisis por separado, que nos permita saber cuantos fragmentos, y de qué zona tienen tumor con su porcentaje específico. De esta manera, cuantificamos con mayor certeza la magnitud del fragmento de cáncer diagnosticado. De los 29 pacientes positivos del Grupo II, ocho de ellos tenían tumor en un solo fragmento; ocho en el grupo de dos a cuatro; y diez en el grupo de más de cuatro.

Sin querer caer en especulación, es posible que muchos de estos pacientes con uno o dos fragmentos con cáncer, pasen inadvertidos en una biopsia por sextantes convencional y, representan un falso negativo. Por otra parte, nos informa de una lesión muy pequeña, que analizada junto con el Gleason, el porcentaje de tumor y la infiltración nos abre una mayor variabilidad de opciones de tratamiento.

La escasa morbilidad del procedimiento, nos permite realizarlo con mucha seguridad, lo que se pone de manifiesto en la ausencia de complicaciones encontradas en la muestra analizada.



Continua: Conclusión

Introducción
Materiales y Métodos
Resultados
Discusión
Conclusión
Bibliografía

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





Instituto de Medicina Tropical - Facultad de Medicina - Universidad Central de Venezuela.
Elaborado por el Centro de Análisis de Imágenes Biomédicas Computarizadas CAIBCO,
caibco@ucv.ve
Este portal ha sido desarrollado gracias al apoyo del Fonacit