Se considera que hay anemia cuando existe un descenso de
la masa eritrocitaria, que resulta insuficiente para aportar oxigeno necesario
a las células, en la práctica clínica se acepta que existe anemia cuando la
cifra de Hb es inferior a 13 mg/l en el varón
o 12mg/l en la mujer (1), La anemia
ferropénica es la forma más común. Aproximadamente el 20% de las mujeres que no
padecen de ninguna enfermedad, el 50% de las mujeres embarazadas y el 3% de los
hombres no tienen suficiente hierro en el cuerpo (2). Las anemias se han identificado desde hace mucho tiempo
como un importante problema de salud pública en distintas zonas de América
Latina y del Caribe. Asimismo, es bien conocida la frecuencia de la anemia en
estas poblaciones y su efecto adverso en el progreso y el desarrollo. Las
infecciones y la reducción de la capacidad de trabajo relacionada con la anemia
originan pérdidas en el campo de la educación y en el de la economía que, con
el tiempo, afectan el comportamiento
social de la población del Hemisferio. En los grupos vulnerables cuyas
necesidades fisiológicas de hierro son particularmente elevadas, el problema se
agudiza aún más (3); la etiología de la anemia deriva de varias causas como perdida excesiva
de sangre causadas por problemas menstruales o no menstruales, tales como
digestivos, infecciones por parásitos,
pequeñas erosiones de mucosa por uso de AINES, disminución del aporte por dietas
pobres en hierro, aumento de las necesidades como en el embarazo, disminución
de la absorción y alteración del transporte de hierro y otras sustancias como
vitamina B12, y/o acido fólico en el organismo (4), En Venezuela, al igual que en la mayoría de
los países en vías de desarrollo, el problema nutricional reviste
características importantes. La desnutrición es una consecuencia de la pobreza
y traduce fallas de orden económico, político, social y cultural. Los grupos de
población que resultan más afectados son aquellos llamados vulnerables o de
alto riesgo nutricional (5), en vista de la importancia de este tema,
se decide evaluar la incidencia de anemia
en los pacientes hospitalizados
en el servicio de medicina interna del hospital Joaquina de Rotondaro en
Tinaquillo Edo. Cojedes durante el año 2010.