Los resultados de este estudio son un reflejo de la realidad de la
violencia armada en Caracas. Por cada 2 mujeres ingresadas por herida por arma
de fuego ocurren 30 ingresos de pacientes masculinos por la misma causa, siendo
el grupo etario más afectado el de 15 a 34 años de edad, comparable con los resultados
de estudios nacionales e internacionales sobre violencia armada, y los anuarios
de mortalidad del MPPS. (1-4,7,10)
La estancia promedio es un indicador de rendimiento del recurso cama y
del numero de pacientes que la institución puede atender en un período dado. La
estancia promedio (8.9 días [7.8
– 10 días]) de los pacientes heridos por arma de fuego en los servicios
de cirugía del Hospital Universitario de Caracas (HUC) se puede clasificar como
corta, según los parámetros de la OMS, o ligeramente prolongada, según la
clasificación propuesta por Prosperi. (8)
Se desconoce cual es la estancia promedio establecida por la
administración del HUC, y la específica para cada uno de sus servicios. El
Hospital Universitario de Maracaibo, con numero de camas y servicios comprable
al HUC, maneja estancia promedio de 6 días. (11)
A pesar de que en general los pacientes heridos por arma de fuego
permanecen hospitalizados entre 8 y 10 días, un porcentaje no despreciable de
pacientes (28%) tiene estancia promedio larga o prolongada, especialmente
aquellos que ameritaron más de un tipo de intervención quirúrgica. Esto implica
menor disponibilidad de camas y mayor saturación en el servicio de urgencias,
costos adicionales en términos de personal, alimentación, insumos, uso de
equipos y utilización de recursos extras del hospital.(12,13) La
estancia larga o prolongada del paciente implica el aumento de la probabilidad
de un efecto adverso durante su hospitalización, como la contracción de
enfermedades nosocomiales aumentando aun más la estancia en el hospital y los
costos. (14,15) También es importante recalcar que este estudio solo
incluyó pacientes ingresados en algunos de los servicios de cirugía del HUC, ya
que los servicios de traumatología y cirugía pediátrica no fueron incluidos,
como tampoco aquellos pacientes que solo son tratados en la emergencia y aun
cuando no llegan a ser ingresados ocupan una cama y generan gastos a la
institución.
Si se considera la violencia como productora de enfermedad, y tomando
en cuenta que los ingresos de heridos por arma de fuego no es una patología
prevista, que requiere la utilización servicios hospitalarios como cama,
quirófano en algunos casos de unidad de cuidados intensivos, y del equipo de
salud, principalmente cirujanos generales y especializados así como anatomopatólogos,
se hace evidente la importancia de la realización de investigaciones más
profundas con enfoque administrativo, clínico y social, que permitan la
implementación de protocolos hospitalarios, mejor manejo de recursos,
acompañados un cambio en la política criminal del gobierno nacional.
Agradecimiento
Los
autores agradecemos al Dr. Leonardo Anselmi, quien fue nuestra profesor de
Salud Pública IV y V en la Escuela Luis Razetti de la Universidad Central de
Venezuela, y quien nos guió para realizar este trabajo cuando éramos estudiantes.