Psiquiatría
María Lionza y el Sincretismo
Valor actual y transgeneracional del mito
El
mito constituye el basamento de la identidad colectiva, por ser formas simbólicas
que ayudan a la sociedad a enfrentarse con la realidad, adaptarse a ella y a
responder a las dolorosas angustias derivadas de la conciencia de finitud. El
pensamiento mítico proporciona respuestas a las cuestiones últimas
de la vida: el sentido de la existencia, el origen, las funciones y el destino
humano. Concibe la realidad por analogía, animismo, que es el que fundamenta
la práctica de los ritos y de la magia.
María
Lionza es un símbolo de la raza, es representación del mestizaje
hispano-indígena y africano. Siguiendo la línea histórica,
el mito muestra los temores de los indígenas frente a la invasión
española, lo que ello afectaría a sus costumbres, sus organizaciones
sociales y su pueblo, específicamente a las mujeres. También muestra
el temor a la mujer blanca, española. Lo que hace pensar que estos relatos
míticos fueron creados por el hombre que siente que la amenaza proviene
de lo externo, de lo extranjero.
Los temores
que manifiesta el hombre genérico, son universales, pues van orientados
a la manifestación de sus tendencias instintivas hacia la mujer. Y desde
este vértice el mito de María Lionza, en parte, muestra las tendencias
relacionales del Complejo de Edipo, donde la mujer/madre se percibe mala, "come
hombres", que usa al hombre para satisfacer sus impulsos sexuales, que
es egoísta, asfixiante, controladora, entre otros apelativos, además
se percibe como la diosa fértil, protectora, amuleto y salvadora. A veces
este rasgo, "Diosa", viene como transformación de lo malo
en bueno y otras veces son como dos realidades escindidas.
Los turistas
no dejan de asombrarse de encontrar una estatua mítica en las entrañas
de la ciudad, como si su presencia dejara bien en claro que el venezolano es
una mezcla de los credos, supercherías, correspondiente a los tiempos
de indiferenciación entre el hombre, la naturaleza y lo sobrenatural
por una parte y, la individuación correspondiente a los avances de la
modernidad que tienen su máxima manifestación en la globalización
de las comunicaciones y la tecnología de avanzada.
Los
mitos Latinoamericanos
Algunos
estudiosos de los mitos latinoamericanos, como Santamaría, (2000), explican
que el problema de identidad de los pueblos latinoamericanos, se debe a estos
mestizajes que aún hoy no se han logrado integrar del todo. El entrecruzamiento
de la conquista española, de lo indígena, de lo africano, y de
las corrientes migratorias europeas posteriores, muestra la diversidad en la
cultura latinoamericana, sin embargo es una fusión cultural no lograda
del todo en la actualidad, lo que le otorga el carácter de mestizaje
inconcluso a nuestras realidades.
Para Santamaría,
(2000), muchos mitos latinoamericanos expresan, con distintos nombres y variaciones
escénicas, temas similares a los mitos continentales. Lo que pareciera
responder a que la organización estructural de la psiquis es universal.
Este autor
ha clasificado los temas míticos en:
- El anhelo
de un padre a idealizar, que se ausenta temporalmente y regresa victorioso.
- La presencia
de una madre omnipotente, controladora, sobre-protectora, que no favorece
la individuación del hijo y que castiga los intentos de independencia
de éste. Que amenaza con abandonar al hijo y si se va regresa culpable,
en forma de diosa o de bruja.
- La ilusión
de inmortalidad y de invulnerabilidad que es consecuencia de la identificación
extrema con lo materno/femenino.
Santamaría,
(op.cit), expone que esta síntesis de nuestra selfidad latina está
compuesta por los mitos europeos, indígenas y africanos, donde lo nativo,
indígena es la parte básica y materna; lo extranjero ha venido
siendo lo paterno y lo occidental que corresponde a nuestros talentos, habilidades,
técnicas de producción y adaptación. Para este autor, el
mito de Edipo es la envoltura superficial de una identidad más profunda
que es lo pre-edípico/mítico/indígena, que se elabora y
se exterioriza a diferentes niveles de comportamiento. Que es allí que
se encuentra la creatividad y originalidad de nuestra identidad.
Para Capriles
(1973), María Lionza es la versión Venezolana de la "Gran
Madre", un arquetipo presente en muchas culturas. |