Los hongos no dermatofitos son agentes causales de
onicomicosis y dermatomicosis. Estas infecciones se
adquieren del medio ambiente especialmente en personas expuestas no protegidas
con ropa o zapatos protectores (1).
Scytalidium
dimidiatum es un hongo dematiáceo que
actualmente se considera la forma anamorfa artroconidial del hongo Nattrassia
mangiferae, anteriormente conocida como Hendersonula toruloidea. Fue
descrito inicialmente como patógeno vegetal en áreas tropicales y subtropicales
(1,2), vive en la tierra y en las
raíces de árboles frutales como los
viñedos, papas, mango, yuca, pino y plátanos. Se ha reportado en
Inglaterra, India, Rhodesia (actual Zimbabwe), España, Guinea Ecuatorial y USA, siendo capaz de
provocar lesiones fúngicas oportunistas tanto en pacientes inmunodeprimidos
como en inmunocompetentes (2-7), habiéndose presentado algunos casos
de infecciones subcutáneas o diseminadas (8).
Scytalidium
dimidiatum afecta la piel y las uñas, con síntomas clínicos muy parecidos a los
producidos por dermatofitos (6,9,10). En la planta del pie pueden
observarse descamación, hiperqueratosis o ambas. En los espacios interdigitales de los dedos de los pies hay
descamación y a veces maceración.
En
los últimos años se han descrito numerosos casos de dermatomicosis por S.
dimidiatum en pacientes que han viajado o proceden de áreas en las que el
hongo es endémico como en África, el Caribe, Asia, India y América Central.
También se han detectado algunos casos de infección por S. dimidiatum en
pacientes de zonas no endémicas y sin antecedentes de viajes a dichas áreas
(3, 5, 6,9).
Últimamente se ha propuesto que S. dimidiatum sea
re-clasificado como Neoscytalidium dimidiatum (10, 11).