El
uso indiscriminado de los antibióticos produce una selección de cepas
bacterianas resistentes, con la consecuente pérdida de la eficacia y
confiabilidad de estos agentes antimicrobianos en el tratamiento de las
enfermedades infecciosas(1,2). Este grave problema de salud pública ha adquirido una
dimensión global debido a la movilización de cepas resistentes llevada a cabo
por viajeros y el comercio mundial de alimentos y animales de corral(3), así como por la transferencia entre
bacterias de grupos de genes de resistencia transportados por plásmidos,
transposones e integrones(4,5). Numerosos trabajos señalan una asociación entre la
disminución del uso inadecuado de los antibióticos y una recuperación de la
sensibilidad entre los microorganismos patógenos(6-8).
Basándose en esta premisa, en Venezuela se reguló la dispensación de
un grupo de antibióticos (Resolución 604 publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela Nº 38.348 de fecha 02 de Enero de 2006), a
fin de controlar el consumo y la creciente resistencia bacteriana a la
rifampicina, macrólidos-lincosamidas, cefalosporinas de tercera generación y
fluoroquinolonas(9).
El
incremento progresivo y permanente del consumo de antibióticos en Chile durante
el período 1988-1997, también llevó al Ministerio de Salud de Chile a impulsar
una medida de "Uso Racional de Antibióticos" a través de su dispensación en
farmacias sólo con receta médica. Esta medida regulatoria tuvo un impacto
inmediato en las ventas de antibióticos, según lo indica la disminución del
número de Dosis
Diaria Definida por 1.000 habitantes por día (DDD/1.000 habitantes-día) en el primer trimestre posterior a la regulación con
respecto al mismo trimestre del año anterior(10). En el año en que
se implementó dicha medida (1999), se inició un descenso del consumo promedio
de antibióticos, el cual descendió aún más al año siguiente. Sin embargo, desde
el año 2002 el consumo de antimicrobianos aumentó, obteniéndose valores
similares a los existentes en 1998(11).
En
un estudio de las tendencias de consumo de antibióticos en ocho países de latinoamérica
entre 1997 y 2007(12), se observó un incremento en la utilización
total de antibióticos en Perú, Venezuela, Uruguay y Brasil; con los mayores
incrementos relativos en Perú (70,6 % de aumento de las DDD/1.000 hab-día consumidas
en 2007 con respecto a 1997) y Venezuela
(43,0 % de aumento de las DDD/1.000 hab-día consumidas en 2007 con respecto a 1997).
En todos los países aumentó el uso de quinolonas, especialmente en Venezuela (282
%). No obstante, no se ha realizado ningún estudio que determine el impacto de
este tipo de medidas sobre la resistencia bacteriana.
En este trabajo se determinó el posible efecto de la
regulación de la dispensación de algunos antibióticos, implementada en
Venezuela desde enero del año 2006, sobre los niveles de consumo y resistencia
bacteriana a los mismos. Simultáneamente, se analizó el comportamiento de ambas variables para
aquellos antibióticos de dispensación libre