Debemos señalar que para la elaboración de este trabajo tuvimos grandes dificultades para lograr los reactivos
adecuados y poder llevar adelante todos los exámenes en cada uno de los casos y
por esto creemos que no pueden catalogarse nuestros resultados como
estadísticamente significativos. Aceptando el hecho de que es pobre la relevancia estadística de la
información que aportamos en este trabajo, esperamos que la actualización del
tema del cáncer del canal anal utilizando este tipo de estudios,
particularmente con la comparación de nuestros hallazgos de HiSC y de HGC, sean
examinados con interés.
Se ha
señalado que los queratinocitos sometidos a cambios en el microambiente de la
interfase epitelio-mesénquima soportan influencias extracelulares que conducen
a modificaciones fenotípicas y como estos cambios se pueden correlacionar con
lo descrito en las diversas etapas de transición hacia el carcinoma en la
neoplasia intraepitelial cervical (24).
Esas modificaciones fenotípicas se traducen en fenómenos de proliferación, de
comunicación y de adherencia intercelular, que morfológicamente corresponden a
los ya conocidos cambios histológicos de progresión en las lesiones
intraepiteliales (27) Sabemos que el
oncogen E6 del VPH de alto riesgo está directamente implicado en la
carcinogénesis cervical y una de las vías que utiliza es promoviendo la
degradación de p53 (28), y que estas alteraciones del gen P53 y otras
modificaciones en genes supresores inducen cambios en la heterocigosis (29), los
cuales provocarán alteraciones
cromosómicas como las descritas previamente por nosotros en el cuello uterino (25) En
más de un 30% de carcinomas epidermoides en el área de cabeza y cuello, también
se ha podido demostrar pérdida de la heterocigosis, detectándose alteraciones
cromosómicas principalmente en 3p, 9p, 13q, 15q, y 17p lo cual parece indicar
que locus de genes supresores de tumores están involucrados en el proceso de
carcinogénesis (24). Hemos propuesto
que el análisis de la expresión del perfil génico del epitelio cervical en la
infección por el VPH debe ofrecer claves
para entender mejor la evolución y el pronóstico del cáncer del cuello uterino (26), y de
manera similar nos referiremos al cáncer del canal anal.
La mayoría de los pacientes con infección por VPH del epitelio del canal anal, no
evoluciona hacia el cáncer, por lo que algunos estudios han señalado que el
desarrollo de la neoplasia tiene que ver con virus de alto riesgo, con
infección con varios tipos de VPH, y con los niveles de células CD4 (22). En este sentido nuestros
casos de NIA y de cáncer del canal anal en mujeres han demostrado inicialmente
que el VPH 16 es el tipo viral más
frecuente y la asociación de VPH 16 y 18 la observamos en menor proporción.
Solo dos casos mostraron VPH 18. Vimos
con frecuencia presencia simultánea de VPH 16 y VPH 31-33, así como un caso
negativo para VPH 16 y 18 con positividad solamente para VPH 31-33.
Las aneuploidías
cromosómicas son un hallazgo frecuente en los tumores sólidos de origen
epitelial (30,31) La citogenética de
interfase usando sondas centroméricas con secuencias repetitivas de ADN, es una
técnica que se ha utilizado para investigar este fenómeno en una diversidad de
tumores incluyendo el cáncer del cuello uterino (32,33,34,35). Algunos cambios genómicos como la adquisición
de nuevas copias del brazo largo del cromosoma 3 están directamente
relacionadas con la génesis tumoral y la aparición de copias extra del brazo
largo del cromosoma 3 coinciden con las alteraciones de TP53 y de RB1 genes de
los que conoce dependen de la influencia de las proteínas E6 y E7 del virus del
papiloma humano (VPH), hecho este descrito desde hace tiempo (36-43). No
cabe duda alguna sobre la relación existente entre el VPH y el cáncer del canal
anal y nuestros resultados apoyan la tesis de inestabilidad genómica en la NIA (44). Nuestras
observaciones descritas en el cuello uterino apoyan estas evidencias basadas en
la similitud de los mismos en la
NIA (25,26). En el cáncer del cuello uterino, y en otros
carcinomas epidermoides, muchos de éstos cambios están relacionados con la integración
del genoma del VPH de alto riesgo en los queratinocitos (45,46,47). En particular los hallazgos
referentes al cromosoma 3q y la aplicación de la hibridación genómica comparada
para definer los cambios en la posición centromérica han sido descritos tanto
en el epitelio cervical como en casos de cáncer del canal anal (36,38,41,48).
Como
se ha descrito, la infección con VPH de
alto riesgo, así como el cigarrillo, relaciones sexuales y la existencia de
varias parejas sexuales, son todos factores importantes que inciden en la aparición del cáncer del canal anal
(4,23).
Ya en estudios previos
señalamos el
rol de los antígenos de grupos sanguíneos y de la importancia de la
inmunohistoquímica para entender el fenómeno de
la carcinogénesis del cuello uterino (49,50). En este
trabajo presentamos hallazgos preliminares que señalan como las técnicas de
HiSC y HGC pueden ofrecer información sobre alteraciones cromosómicas en los
queratinocitos en la infección por VPH, en distintos grado de NIA y de cáncer
del canal anal. Los resultados
descritos son indicadores de cambios en determinados genes,
los cuales pueden inferirse por el estudio de las aneuploidías cromosómicas a
través del uso de sondas centroméricas, que nos señalan algunas pistas comunes
para entender mejor el fenómeno de la carcinogénesis en la zona de transición
del epitelio plano estratificado del canal anal.
Agradecimiento: Al Instituto Canario
para la Investigación
del Cáncer, en Fuerteventura, Isla Canaria, a través de la colaboración del Dr.
Eduardo Blasco Olaetxea quien contribuyó para hacer posible este trabajo.