Cirugía
Riesgo en cirugía y sus implicaciones
Introducción
El
concepto de riesgo en cirugía se refiere a la probabilidad de que ocurran
eventos adversos durante un procedimiento quirúrgico. Este término, que tiene
su origen en el latín "risicum", ha evolucionado en el tiempo,
convirtiéndose en un pilar fundamental en la práctica médica contemporánea. La
importancia del riesgo se manifiesta en diferentes niveles de la medicina,
desde la evaluación preoperatoria hasta la atención postoperatoria, donde cada
decisión puede influir en la salud y bienestar del paciente.
Según
la Organización Mundial de la Salud (OMS), las complicaciones quirúrgicas representan
una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el ámbito
hospitalario. Se estima que entre el 3 % y 17 % de los pacientes que se someten
a cirugía experimentan complicaciones postoperatorias (1). Además, indica que
la identificación de factores de riesgo preoperatorios, como la edad,
comorbilidades y el tipo de procedimiento, puede ayudar a predecir
complicaciones y mejorar los resultados (2).
La
experiencia del cirujano está correlacionada con la reducción de complicaciones
postoperatorias, lo que subraya la importancia de la capacitación continua y la
especialización en el campo quirúrgico (3).
La
relación entre el cirujano y el paciente también juega un papel significativo;
una comunicación clara y efectiva puede ayudar a establecer expectativas
realistas y a fomentar la confianza, impactando positivamente en la
recuperación del paciente. Así mismo, la comunicación efectiva sobre los
riesgos y beneficios de un procedimiento es esencial para la toma de decisiones
compartida, lo que puede mejorar la satisfacción del paciente y los resultados
clínicos (4).
Por
tanto, el riesgo en cirugía es un concepto complejo que abarca múltiples
aspectos de la práctica médica. La actuación del cirujano es un factor
determinante en la gestión del riesgo, su experiencia, habilidades técnicas y
capacidad para tomar decisiones rápidas y efectivas son cruciales para
minimizar las complicaciones. La evaluación y gestión adecuada del riesgo,
junto con una comunicación efectiva entre el cirujano y el paciente, son
esenciales para mejorar los resultados quirúrgicos y garantizar la seguridad
del paciente. |