Parasitología
¿Qué ha pasado en Venezuela cuando el ambiente urbano invade el hábitat natural de los triatominos vectores de la Enfermedad de Chagasí
El chipo P. geniculatus cambia de hábitat
En el Caribe, Centro y Sur América, Panstrongylus geniculatus,
en la actualidad realiza frecuentes visitas a viviendas y contactos con
humanos. Nuestros resultados en biología y ecología indicaban que P.
geniculatus bajo ciertas condiciones socio-ambientales podría colonizar el
domicilio. Esta hipótesis, la probamos, con un bioensayo de colonización de un
gallinero experimental, donde 50% de los huevos eclosionaron con sobrevivencia de
ninfas y adultos(25), estudios
sobre la atracción por la luz emitida por bombillos de uso doméstico (amarillos
incandescentes y blancos fluorescentes), siendo la respuesta más pronunciada en
triatominos en ayunas, independientemente del color de la luz y del estadio de
desarrollo del insecto, lo que guarda relación con la introducción de este
triatomino a las viviendas, cuando la luz esta encendida durante la noche. En esta oportunidad, se especuló, sobre las
implicaciones epidemiológicas, a mediano plazo, para la transmisión de T. cruzi por P.
geniculatus como consecuencia de la
acelerada expansión del alumbrado domestico y público en áreas donde este
triatomino tiene su hábitat natural (26).
En ese sentido, hemos observado que la introducción de P. geniculatus
en las casas usualmente ocurre luego de que su hábitat es perturbado por:
desmontes, movimientos de tierra, talas y
quemas. Este triatomino, durante las noches vuela desde
sus hábitats naturales (montes ó bosques) hacia las viviendas, atraído por la
luz de las casas y del alumbrado público para luego introducirse en ellas.
En efecto, Panstrongylus
geniculatus se ha “mudado” de su hábitat, originalmente selvático, al
ambiente urbano. Los humanos hemos invadido y destruido sus lugares naturales
de vida. Junto con la desaparición de su hábitat también han desaparecido sus
fuentes naturales de alimentación, sangre, de pequeños mamíferos como roedores,
rabipelados y cachicamos, que están siendo sustituidos por gallinas, y nuestras
mascotas.
En el centro-norte de Venezuela, este chipo resulta particularmente frecuente a
finales del periodo seco e inicios del lluvioso, es decir; entre los meses de
marzo y mayo(28). Momento, en el cual los adultos abandonan sus
“nidos”, emprenden el vuelo en la búsqueda de ingesta sanguínea y nuevos
lugares donde realizar la postura de los huevos e iniciar una nueva colonia. Una vez dentro de las viviendas, busca un
espacio, grieta ó cueva de bajo del piso de la vivienda, pudiéndolo ocupar si
este posee suficiente humedad y ratas ó ratones.
En el caso, de
que esta cueva esté cerca de las habitaciones ó el lugar donde reposan las
mascotas (perros, gatos) u otros animales domésticos (gallinas, pajaritos u
otros), los chipos eventualmente saldrán de sus escondrijos para succionarle la
sangre a personas ó animales, regresaran a su nido, donde se reproducirán y de
esta manera se instala definitivamente en nuestras viviendas.
En efecto,
Reyes-Lugo y Rodríguez-Acosta (27) reportan por primera vez a esta
especie colonizando el ambiente domestico, al encontrar huevos, juveniles y adultos cohabitando con
ratas (Rattus rattus) en una madriguera debajo del piso de cemento de una
humilde vivienda en el sector Loma Baja de Hoyo
de la Puerta en el estado Miranda a escasos 15 km de Caracas.
En los años siguientes, lamentablemente, también lo hemos confirmado en
otras localidades en la Gran Caracas y ciudades circunvecinas, tanto en zonas
populares no planificadas como en urbanizaciones planificadas y bien
construidas. Otra forma de colonización del ambiente domestico que hemos
observado, es su asociación con perros, para lo cual se instalan igualmente en
grietas presentes en el piso de la casa, en las inmediaciones de los lugares
donde estas mascotas duermen.
Esta situación, resulta particularmente alarmante si pensamos que las
características ambientales de muchas de las comunidades de Venezuela
satisfacen las necesidades de estos insectos, además de colindar con lugares
donde este chipo habita desde siempre (montes ó zonas boscosas).
Efectivamente, actualmente, son más frecuentes
las poblaciones domiciliares de este triatomino, particularmente en los estados
Lara, Miranda y la Gran Caracas, inclusive en algunas de ellas coexiste con R.
prolixus(16,28,29)
Reyes-Lugo
(16) publicó un amplio estudio realizado en ocho localidades
del centro-norte de Venezuela (Valle de Caracas-Distrito Capital, en el estado
Miranda Sebucán, Hatillo, Loma Baja, Paracotos y Altagracia de la Montaña, en
el estado Vargas Quebrada Seca y en el estado Aragua Cuyagua) entre los años 2004 y 2007 y donde incluye factores de riesgo a los que
se asocia P. geniculatus, este autor demuestra que los
adultos (estadio de desarrollo que tiene alas, vuela y se reproduce) del chipo P.geniculatus se introducen
en el área
domiciliar, atraídos por la luz de las mismas cuando está encendida por las noches indistintamente si es
blanca fluorescente ó amarilla incandescente, registrándose la mayor
frecuencia de invasiones entre las 9 y 10 de la noche, especialmente en
aquellas viviendas ubicadas a menos de 15 m del bosque y en sectores
con mayor abundancia de personas y animales y cuando la vegetación circundante
es escasa. Por otro lado, en estos estudios también se demuestra que invaden
cualquier tipo de vivienda independientemente del tipo y calidad de su construcción.
|