Julio-Septiembre 2011 47
ISSN 1317-987X
 
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Artículos
 




Parasitología
¿Qué ha pasado en Venezuela cuando el ambiente urbano invade el hábitat natural de los triatominos vectores de la Enfermedad de Chagasí

Conclusiones y recomendaciones

En consecuencia, en las últimas décadas han ocurrido nuevos brotes de la enfermedad de Chagas en áreas urbanas donde las poblaciones de triatominos domiciliares son inexistentes ó raras. Concomitantemente, estas comunidades suelen estar conformadas por los estratos más deprimidos de la sociedad, y se caracterizan por un conglomerado desordenado y no planificado de viviendas construidas por los propios habitantes de manera precaria. En estas prevalecen serias deficiencias en cuanto a los servicios públicos: suministro de agua potable, alumbrado público, vías de comunicación, deposición de excretas y de desechos sólidos, entre los más importantes.

Por otro lado, dentro del contexto socioambiental señalado, los niveles culturales y educativos suelen ser bajos, de manera que la no observancia de las condiciones mínimas de higiene de almacenamiento y manejo de alimentos suele ser un denominador común, aunado a la presencia de triatominos transmisores de la enfermedad de Chagas, constituyen los factores de riesgo determinantes para que la transmisión oral de T. cruzi, sea cada vez más frecuente.

Es así como en estas comunidades, se han conjugado negativamente, la invasión nocturna del ambiente domiciliar (habitaciones y cocinas) por especies de chipos fototrópicas (que las atrae la luz de las casas encendidas durante la noche) con el inadecuado manejo de alimentos, lo que ha permitido que estos se contaminen con heces de chipos contentivas de T. cruzi. De manera que al ser consumidos, las personas desarrollan, en pocos días, la fase aguda de la Enfermedad de Chagas.

Lamentablemente, en algunos casos, los resultados han sido fatales, especialmente niños y ancianos, por ser inmunológicamente los más vulnerables. La casuística de la transmisión oral por contaminación de alimentos lamentablemente ha incrementado en los últimos años en varios países latinoamericanos, siendo relativamente frecuentes en Brasil, Colombia y Venezuela.

La evidencia disponible, pareciera indicar que esto fue lo que precisamente ocurrió en los recientes brotes orales de ECh ocurridos en Venezuela, particularmente en Chacao en 2008 con 5 fallecidos de 103 personas infectadas (32), en Chichiriviche de la Costa en 2009 con 3 muertos de 58 y en Antimano Gran Caracas mayo 2010 con 1 muerto de 17 infectados. En estos brotes orales se responsabilizó a P. geniculatus, que es la única especie de triatomino detectado en dichas localidades además de presentar elevados índices de infección natural a T. cruzi.(16)

Igualmente se sospecha de esta especie de triatomino como el causante de los brotes orales de ECh en el municipio de Santa Isabel de Río Negro en el Amazonas Brasileño en enero del 2010 (ISID 2010a)(34) y otro en Colombia en la localidad de Aguachica del Departamento del César durante el mes de junio de este año localidad donde están presentes P. geniculatus y T. dimidiata ambos vectores de T. cruzi (Guhl et al. 2007, ISID 2010b)(34,35).

A la luz de estos acontecimientos, podríamos suponer que este triatomino posee mayor importancia como vector de la ECh contrariamente a lo que se ha sido la opinión general hasta el momento.

No obstante, para poder establecer la magnitud real de esta problemática resultan prioritarios estudios seroepidemiológicos y bioecológicos sobre la ECh en las áreas donde esta especie es el único triatomino conocido, como es el caso de La Gran Caracas y ciudades circunvecina en el estado Miranda, donde quizás el proceso de domiciliación este más avanzado en unos lugares respecto a otros, probablemente modulado por las particularidades de la dinámica socioambiental de cada uno(16,17).

Cabe destacar, que en este momento este triatomino es poco conocido tanto por la población en general como a nivel del personal de salud y en la literatura. En consecuencia, no existen planes de control planificados con base a las particularidades bioecológicas y de comportamiento de esta especie. Condición que podría tener serías implicaciones epidemiológicas, si consideramos que existe una importante proporción de la población venezolana, alrededor de un 20% en riesgo de contraer la ECh por vivir en contacto permanente con P. geniculatus tanto en la Gran Caracas como en los estados Vargas, Miranda y Aragua, particularmente en áreas densamente pobladas, profundamente deprimidas económicamente y en total desconocimiento por parte de sus habitantes, de que se trata de un insecto transmisor de la ECh.

Esto condiciona que se priorice el desarrollo de métodos cuya capacidad de rastreo, sensibilidad y efectividad, permitan una rápida detección de las poblaciones de P. geniculatus en el área urbana y suburbana donde usualmente la complejidad fisonómica y estructural de las comunidades afectadas, minimizan el éxito de los procedimientos convencionales de inspección y búsqueda, y al mismo tiempo dichos métodos deberían garantizar una mayor efectividad de las acciones de control, permitiendo que se reduzcan tanto los costos operativos y logísticos así como el impacto ambiental derivados del uso de plaguicidas residuales.

Finalmente, nuestros estudios de laboratorio y de campo sobre P. geniculatus en aspectos de biología, comportamiento y ecología, indican que por el momento la mayor proporción de triatominos encontrados corresponden a adultos provenientes de las inmediaciones de las viviendas ubicadas dentro ó cerca de áreas boscosas y donde este triatomino esta presente naturalmente, de manera que proponemos las siguientes estrategias para proteger a la población de este triatomino:

1) Frisar muy bien todas la viviendas a fin de impedir que los chipos se introduzcan en fisuras o huecos, especialmente en la placa del piso.

2) Colocar tela de malla antizancudos (plástica o metálica) en ventanas y puertas.

3) Colocar protectores (“ataja bichos”) que impidan la entrada de los chipos a las casas.

4) Preferir luces de baja intensidad en las áreas externas de la casa, otra alternativa para controlar la intensidad de la luz es utilizar potenciómetros, “dimer” o reóstatos. Y cambiar la orientación de las luces para que no alumbren directamente a las áreas boscosas ó montes cercanos.

5) Mantener los animales dentro de corrales lo más alejado posible de la casa. No permitir mascotas dentro de las habitaciones, especialmente durante la noche.

6) Mantener muy limpia la casa, evitar la acumulación de objetos en desuso (periódicos viejos, cajas de cartón, zapatos, gaveras de refrescos o cerveza, muebles, etc.).

7) Instruir a la ciudadanía sobre la conducta a seguir en caso de encontrar un chipo en el interior de la vivienda.(evitar la manipulación directa, sin antes no tomar medidas de protección de las manos, el parásito T. cruzi agente causal de la enfermedad de Chagas esta presente en las heces del chipo y puede entrar por heridas ó excoriaciones presentes en la piel. Pueden utilizarse guantes, ó una bolsa plástica a manera de guantes).

8) Control de roedores en las viviendas, ya que el chipo se asocia y vive junto a ratas y ratones debajo del piso de las viviendas, mediante la utilización de raticidas autorizados para su control. Controlando los roedores se evita la proliferación del chipo en los hogares.

9) No dejar desprotegidas las verduras, legumbres, hortalizas y frutas a la intemperie especialmente si en la región se sabe de la existencia de P. geniculatus o se sospecha que este presente.

10) No aplicar insecticidas, sin antes solicitar la participación de profesionales en esta materia.




Continua: Referencias

¿Qué ha pasado en Venezuela cuando el ambiente urbano invade el hábitat natural de los triatominos vectores de la Enfermedad de Chagasí
Introducción
El chipo P. geniculatus cambia de hábitat
¿Cómo el chipo Panstrongylus geniculatus adquiere el parásito causante de la Enfermedad de Chagas el Trypanosoma cruzi?
Conclusiones y recomendaciones
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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