Julio-Septiembre 2011 47
ISSN 1317-987X
 
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Microbiología
Úlceras crónicas: modelo de integración entre patología vascular, inmunológica e infecciosa

Citocinas en úlceras venosas

Los niveles de citocinas inflamatorias en úlceras por insuficiencia venosa crónica, antes y después de una terapia de compresión, van a ser clave para la curación de las mismas. Se han realizado estudios que indican que, elevados niveles de citocinas inflamatorias han estado implicados en la patogénesis de la no curación y en la insuficiencia de úlceras venosas crónicas.

Los pacientes sometidos a este tratamiento se designan como rápidos o con retraso de curación, en base a la superficie de úlcera sanada para un tiempo determinado.

En la curación rápida, el paciente presenta niveles altos de: IL-1 α y IL-1b (inducción a fiebre, reacción de fase aguda y estimulación de la producción de neutrófilos), IFN-g (activa la proliferación celular de células Th1 y regula la expresión de moléculas de MHC clase I en células nucleadas), IL-12p40 (factor importante en la inducción de diferenciación del subgrupo Th1 de células cooperadoras, induciendo además la producción de INF por las células T y células NK, e intensificando la actividad de las últimas), y granulocitos que secretan factor estimulante de colonias de macrófagos (GM-CSF) encargado de la diferenciación de linajes de las células granulocíticas y monocíticas, antes de la terapia de compresión. La IL-1 Ra se ve aumentada y los niveles de INF-a disminuyeron significativamente después de la terapia, en los pacientes de rápida curación.(14)

Varias investigaciones sugieren que la alteración en la curación de las úlceras de la pierna se debe al aumento de los niveles de mediadores inflamatorios, y no debido a la deficiencia de los factores de crecimiento, indicando también que la alta concentración de INF-g (citocina proinflamatoria) podría ser la responsable del desarrollo de la ulceración crónica.(15)

Se ha demostrado que la producción de INF-g induce la expresión de ICAM-1 en las células endoteliales, monocitos, y las células del músculo liso. Por lo tanto, la sobreexpresión de las moléculas de adhesión en la microvasculatura cutánea conduce a una mayor activación y migración de los leucocitos, lo cual podría estar relacionado con la actividad de esta citocina. Numerosos estudios demostraron que actúan en sinergia el INF-g con TNF; quizás combinando anti-INF-g y terapia anti-TNF-α sería aún más eficaz para promover la sanación de la úlcera de manera directa, ésta terapia actualmente se encuentra en período de prueba.

En los pacientes que presentan un retraso en la cicatrización de la herida (su área de sanación no paso del 40% de superficie), el perfil de citocinas al principio del tratamiento fue el mismo que el grupo de rápida sanación pero en concentraciones inferiores, lo cual lleva a pensar que las altas concentraciones al inicio del tratamiento podrían ser clave en la recuperación de la misma.

La curación de las úlceras crónicas con insuficiencia venosa, se asocia con un ambiente de citocinas pro-inflamatorias antes del tratamiento, que refleja metabólicamente el tejido activo alrededor de la herida que tiene el potencial de sanar. Los resultados de curación en el tratamiento con terapia de compresión, apuntan a la reducción de citocinas pro-inflamatorias y niveles más altos de la citocinas anti-inflamatorios como la IL-1 Ra.

La mayoría de los pacientes con úlceras en la pierna y asociados a insuficiencia venosa, experimentarán cicatrización progresiva durante el tratamiento con compresión sostenida en las extremidades de 30 mm Hg o mas, pero la curación suele requerir de 3 a 6 meses de tratamiento o más. A pesar de los buenos resultados de la terapia en la curación de la mayoría de las úlceras venosas de la pierna, todavía el mecanismo responsable de este efecto, no está bien definido.(15)

La tabla 2 resume el perfil de citocinas medidas en las úlceras antes y despues de la terapia compresiva.



El TGF-b es una citocina mediadora de la inflamación, secretada por los leucocitos y actúa sobre los fibroblastos que interviene en el enlentecimiento de la cicatrización de las úlceras, en la senescencia celular y en el envejecimiento celular prematuro, pero esto no ha sido completamente comprobado. Esta citocina es un mediador de la fibrosis del tejido, secretado por los leucocitos y actúa sobre los fibroblastos.(12)

La citocina antiinflamatoria (IL-10) media la supresión de la respuesta inmunitaria innata, así como la estimulación de la proliferación de los queratinocitos mediada por la citocina proinflamatoria (GM-CSF), contribuyendo con la naturaleza crónica de las úlceras.

Las citocinas proinflamatorias y antiinflamatorias actúan estimulando o suprimiendo la respuesta inmunitaria mediada por células, respectivamente, principalmente actuando sobre las células presentadoras de antígenos. GM-CSF aparece en mayor grado en las lesiones agudas que en las úlceras y causa una mayor expresión de moléculas MHC-II en macrófagos y moléculas B7 en células dendríticas, favoreciendo la presentación antigénica. IL-10 se presenta con mayor frecuencia en las úlceras, específicamente en el tejido hipertrófico alrededor del sitio de la lesión, inhibe expresión de moléculas MHC-II en monocitos, inhibiendo la presentación antigénica y la respuesta inmunitaria resolutiva, causando una respuesta inmunitaria que no soluciona la lesión si no que favorece su permanencia.

Las úlceras causadas por insuficiencia venosa crónica presentan un incremento en la expresión de IL-10, que suprime la respuesta inmunitaria mediada por células esperada durante la cicatrización del tejido en condiciones normales.

CD68 es un marcador de superficie presente en células presentadoras de antígeno. Se presentan en mayor grado en las úlceras por IVC, demostrando así una mayor presentación de antígenos y una mayor activación de linfocitos, con un consecuente aumento en la secreción de citocinas. La cantidad de CD68 guarda relación con la duración de la úlcera.(17)


Úlceras crónicas: modelo de integración entre patología vascular, inmunológica e infecciosa
Introducción
Tipos de úlceras
Desordenes metabólicos
Citocinas en úlceras venosas
Úlceras infecciosas
Otras úlceras
Modelo de integración entre la patología vascular, inmunológica e infecciosa
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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