La
importancia médico-sanitaria del A.
fulica es la razón principal de estudio de este caracol en Venezuela. Se
han realizados estudios donde se corrobora su potencial como vector de Angiostrongylus cantonensis y Angiostrongylus costaricensis, parásitos
que se encuentran normalmente presentes en pulmones de ratas. Ambas especies
pueden producen infecciones graves en humanos, y han sido reportados casos de
meningoencefalitis eosinofílica en el área del Caribe y de angiostrongilosis
abdominal en Venezuela(1) y
otros países vecinos. Se debe resaltar que se sospecha que la A. fulica es menos propenso de
infectarse con Angiostrongylus
costaricensis.(7)
Angiostrongylus costaricensis
El
Angiostrongylus costarricensis es un
nematodo filiforme que reside en las arterias mesentéricas de la región iliocecal
de su hospedador accidental y definitivo(2)
aunque se han descrito casos en que puede residir en localizaciones ectópicas
como el hígado y arterias espermáticas de sus hospedadores accidentales tal es
el caso de los humanos (1).
Esta zoonosis es caracterizada por una reacción inflamatoria
granulomatosa a nivel de la pared intestinal, que presenta una fuerte
infiltración eosinofílica y se acompaña de una clínica inespecífica como
vómitos, anorexia, dolor en fosa ilíaca derecha y ocasionalmente fiebre(3).
En casos severos dicha parasitosis puede causar la muerte, especialmente cuando
se presenta en niños.
La
angiostrongilosis abdominal esta descrita predominantemente en el continente
americano, encontrando casos registrados en
Costa Rica (1,4),
Honduras(1,5,6),
Panamá(7),
Venezuela(1,8),
Brasil(1,9),
México(1,10),
El Salvador (11),
Guatemala (1), Argentina (1), Estados Unidos (1,12)
,Colombia (13)
y Ecuador(14).
El primer caso confirmado fuera del continente fue demostrado en ífrica,
específicamente en la Ciudad de Zaire, a finales de la década de los 80 (1).
El
hombre se convierte en un hospedador accidental al encontrarse en constante
contacto con la cadena biológica de dicho parasito, al ingerir alimentos
contaminados con la baba de los moluscos que contiene larvas infectantes (L1).
El problema que representa esta parasitosis en el ser humano, es que éste no
tiene un papel de hospedador adecuado pues la reacción tisular originada por el
parásito le causa una patología considerable al humano y no permite el
desarrollo y posterior expulsión de larvas a través de las heces humanas.(2
,15)
Fisiopatología
Se
han descrito para la angiostrongilosis
dos mecanismos fisiopatológicos bien definidos que son los causantes de la
clínica de la enfermedad:
El
primero de ellos es un mecanismo inmunológico generado por los vermes adultos
que habitan en las arterias mesentéricas, en donde generan productos de
excreción y secreción durante su alimentación y reproducción. Estos productos
de excreción y secreción se comportan como antígenos que son arrastrados hasta
la pared intestinal acompañando a los huevos, obteniéndose así una reacción de
hipersensibilidad tipo IV con la producción de granulomas.(1,23,16)
El
segundo mecanismo es llevado a cabo también por la forma adulta del parásito
aunque en este caso es un mecanismo expoliatriz en el que el parásito al
absorber producto de secreción y excreción del endotelio capilar causa pequeñas
lesiones traumáticas, produciendo variaciones en el flujo sanguíneo que
desencadenan a la larga en trombos, obstruyendo la luz arterial y produciendo un
fenómeno necrótico de la pared intestinal. (1, 26,30)
A
nivel hepático el mecanismo fisiopatológico muy similar al originado por el
Síndrome de Larva Migrans visceral en el caso de Toxocara canis. Oclusión de la arteria espermática, Enterocolitis
isquémica gangrenosa, apendicitis aguda, diverticulitis o incluso una
hemorragia gastrointestinal son otras presentaciones de la patología. Aunque no
en todos los casos se puede observar la presencia del parásito siempre se
observará un infiltrado masivo eosinofílico, reacción granulomatosa y
vasculitis eosinofílica.(1, 17,18)
Primer caso de angiostrongilosis
abdominal registrado en Venezuela
El
primer caso de infección de parasitosis humana causada por Angiostrongylus costaricensis en Venezuela fue registrado en el año
2007, aunque ya existían dos reportes previos de ileitis eosinofílica de origen
parasitario en el país(21), en su momento no se realizaron las
investigaciones específicas para dilucidar el agente etiológico, sin embargo en
retrospectiva se puede suponer que el parásito causante de dicha patología es
el Angiostrongylus costaricensis.
Angiostrongylus
cantonensis:
Angiostrongylus cantonensis
es reconocido como el principal agente etiológico de meningitis y
meningoencefalitis eosinofílica en todo el mundo, con una mayor incidencia en
el Sureste Asiático. El ser humano, dado su condición de portador intermediaro,
no llega a albergar formas adultas del parásito.(19)
La infección se da, generalmente, por la ingesta de moluscos (hospedador
intermediario), por su manipulación o por condiciones sanitarias deficientes
que conllevan al contacto (y convivencia) con el hospedador definitivo.(20)
Achatina
fulica como vector de helmintos endémicos:
Durante
el año 2010 se realizó una investigación que buscó determinar la presencia de
parásitos en heces y secreciones mucosas de Achatina. Se utilizaron 452
ejemplares de diferentes zonas del país.(6,21) Se
realizaron análisis parasitológicos a la secreción mucosa del caracol, (la
misma se obtiene al realizar un estímulo que el molusco entienda como agresor),
y a las heces. Se utilizó la técnica Kato cuantitativa y Kato-katz cuantitativa
ésta última permite la concentración de los parásitos por gramos de heces.(6,34)
Se
logró determinar huevos viables de Schistosoma mansoni, la mayoría proveniente
del sector de El Limón, además se determinó la presencia de Trichuris spp, Hymenolepis spp y Strongyloides
spp. í‰ste último se determinó en las heces y en la secreción mucosa.(6,34)