Octubre-Diciembre 2012 52
ISSN 1317-987X
 
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Parasitología
Achatina fulica (Bowdich, 1822) un posible problema de salud píºblica en Venezuela

Importancia médico sanitaria

La importancia médico-sanitaria del A. fulica es la razón principal de estudio de este caracol en Venezuela. Se han realizados estudios donde se corrobora su potencial como vector de Angiostrongylus cantonensis y Angiostrongylus costaricensis, parásitos que se encuentran normalmente presentes en pulmones de ratas. Ambas especies pueden producen infecciones graves en humanos, y han sido reportados casos de meningoencefalitis eosinofí­lica en el área del Caribe y de angiostrongilosis abdominal en Venezuela(1) y otros paí­ses vecinos. Se debe resaltar que se sospecha que la A. fulica es menos propenso de infectarse con Angiostrongylus costaricensis.(7)

Angiostrongylus costaricensis

El Angiostrongylus costarricensis es un nematodo filiforme que reside en las arterias mesentéricas de la región iliocecal de su hospedador accidental y definitivo(2) aunque se han descrito casos en que puede residir en localizaciones ectópicas como el hí­gado y arterias espermáticas de sus hospedadores accidentales tal es el caso de los humanos (1). Esta zoonosis es caracterizada por una reacción inflamatoria granulomatosa a nivel de la pared intestinal, que presenta una fuerte infiltración eosinofí­lica y se acompaña de una clí­nica inespecí­fica como vómitos, anorexia, dolor en fosa ilí­aca derecha y ocasionalmente fiebre(3). En casos severos dicha parasitosis puede causar la muerte, especialmente cuando se presenta en niños.

La angiostrongilosis abdominal esta descrita predominantemente en el continente americano, encontrando casos registrados en Costa Rica (1,4), Honduras(1,5,6), Panamá(7), Venezuela(1,8), Brasil(1,9), México(1,10), El Salvador (11), Guatemala (1), Argentina (1), Estados Unidos (1,12) ,Colombia (13) y Ecuador(14). El primer caso confirmado fuera del continente fue demostrado en ífrica, especí­ficamente en la Ciudad de Zaire, a finales de la década de los 80 (1).

El hombre se convierte en un hospedador accidental al encontrarse en constante contacto con la cadena biológica de dicho parasito, al ingerir alimentos contaminados con la baba de los moluscos que contiene larvas infectantes (L1). El problema que representa esta parasitosis en el ser humano, es que éste no tiene un papel de hospedador adecuado pues la reacción tisular originada por el parásito le causa una patologí­a considerable al humano y no permite el desarrollo y posterior expulsión de larvas a través de las heces humanas.(2 ,15)

Fisiopatologí­a

Se han descrito para la angiostrongilosis dos mecanismos fisiopatológicos bien definidos que son los causantes de la clí­nica de la enfermedad:

El primero de ellos es un mecanismo inmunológico generado por los vermes adultos que habitan en las arterias mesentéricas, en donde generan productos de excreción y secreción durante su alimentación y reproducción. Estos productos de excreción y secreción se comportan como antí­genos que son arrastrados hasta la pared intestinal acompañando a los huevos, obteniéndose así­ una reacción de hipersensibilidad tipo IV con la producción de granulomas.(1,23,16)

El segundo mecanismo es llevado a cabo también por la forma adulta del parásito aunque en este caso es un mecanismo expoliatriz en el que el parásito al absorber producto de secreción y excreción del endotelio capilar causa pequeñas lesiones traumáticas, produciendo variaciones en el flujo sanguí­neo que desencadenan a la larga en trombos, obstruyendo la luz arterial y produciendo un fenómeno necrótico de la pared intestinal. (1, 26,30)

A nivel hepático el mecanismo fisiopatológico muy similar al originado por el Sí­ndrome de Larva Migrans visceral en el caso de Toxocara canis. Oclusión de la arteria espermática, Enterocolitis isquémica gangrenosa, apendicitis aguda, diverticulitis o incluso una hemorragia gastrointestinal son otras presentaciones de la patologí­a. Aunque no en todos los casos se puede observar la presencia del parásito siempre se observará un infiltrado masivo eosinofí­lico, reacción granulomatosa y vasculitis eosinofí­lica.(1, 17,18)

Primer caso de angiostrongilosis abdominal registrado en Venezuela

El primer caso de infección de parasitosis humana causada por Angiostrongylus costaricensis en Venezuela fue registrado en el año 2007, aunque ya existí­an dos reportes previos de ileitis eosinofí­lica de origen parasitario en el paí­s(21), en su momento no se realizaron las investigaciones especí­ficas para dilucidar el agente etiológico, sin embargo en retrospectiva se puede suponer que el parásito causante de dicha patologí­a es el Angiostrongylus costaricensis.

Angiostrongylus cantonensis:

Angiostrongylus cantonensis es reconocido como el principal agente etiológico de meningitis y meningoencefalitis eosinofí­lica en todo el mundo, con una mayor incidencia en el Sureste Asiático. El ser humano, dado su condición de portador intermediaro, no llega a albergar formas adultas del parásito.(19) La infección se da, generalmente, por la ingesta de moluscos (hospedador intermediario), por su manipulación o por condiciones sanitarias deficientes que conllevan al contacto (y convivencia) con el hospedador definitivo.(20)

Achatina fulica como vector de helmintos endémicos:

Durante el año 2010 se realizó una investigación que buscó determinar la presencia de parásitos en heces y secreciones mucosas de Achatina. Se utilizaron 452 ejemplares de diferentes zonas del paí­s.(6,21) Se realizaron análisis parasitológicos a la secreción mucosa del caracol, (la misma se obtiene al realizar un estí­mulo que el molusco entienda como agresor), y a las heces. Se utilizó la técnica Kato cuantitativa y Kato-katz cuantitativa ésta última permite la concentración de los parásitos por gramos de heces.(6,34)

Se logró determinar huevos viables de Schistosoma mansoni, la mayorí­a proveniente del sector de El Limón, además se determinó la presencia de Trichuris spp, Hymenolepis spp y Strongyloides spp. í‰ste último se determinó en las heces y en la secreción mucosa.(6,34)



Achatina fulica (Bowdich, 1822) un posible problema de salud pública en Venezuela
Introducción.
Importancia médico sanitaria
Métodos y estrategias recomendados para el control y erradicación de Achatina fulica
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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