Octubre-Diciembre 2013 56
ISSN 1317-987X
 
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Parasitología
Fasciolosis, zoonosis emergente y reemergente vista desde una dimensión ambiental (Revisión)

Introducción

La fasciolosis es un importante problema de salud bien conocido por la ciencia veterinaria, principalmente en áreas del mundo donde su presencia tiene un significativo impacto económico, especialmente en ovinos y bovinos.

Investigaciones realizadas en los últimos años, muestran a la fasciolosis como un problema relevante de salud pública a nivel mundial(1,2,3,4). Estudios de paleoparasitología indican que la enfermedad se presentó en Europa, en poblaciones humanas prehistóricas de la edad de piedra, periodo caracterizado por la domesticación de animales y el desarrollo de la agricultura(5). Desde allí, la enfermedad se expandió hacia otros continentes a través de viajes de exploración, colonización y búsqueda de nuevos mercados y materias primas.

El hombre es susceptible al parásito y participa en la transmisión de la enfermedad en pequeñas áreas hiperendémicas. Las características de desarrollo y transmisión del parásito en humanos son semejantes a las de ovinos y caprinos. Estos tremátodos alcanzan la madurez sexual en el hombre en un periodo de 3-4 meses, y su supervivencia se prolonga entre 5 y 13,5 años(3).

Una vez ingerida la metacercaria y exquistada en el intestino delgado, el verme juvenil migra por la cavidad peritoneal y el parénquima hepático, causando hemorragia e inflamación en la fase aguda. En busca de su localización definitiva en los conductos biliares, Fasciola hepatica en su fase crónica puede causar hiperplasia e inflamación de su epitelio y de la vesícula provocando su engrosamiento(6).

Las manifestaciones más frecuentes encontradas en la fasciolosis humana aguda, son: dolor abdominal, fiebre, hepatomegalia, eosinofilia persistente(7) y algún grado de anemia(8-10). En la fase crónica, que corresponde a la localización del parásito en las vías biliares, la enfermedad puede ser asintomática, o con manifestaciones como cólicos biliares y colangitis. Durante la migración a través de la cavidad peritoneal, las larvas pueden desviarse a localizaciones aberrantes en diferentes partes del organismo. Por lo tanto, algunos pacientes pueden presentar infiltrados pulmonares, pleuropericarditis, meningitis o linfoadenopatías(11,12).

Considerada una enfermedad zoonótica de escasa ocurrencia hasta mediados de 1990, en la actualidad la fasciolosis humana es considerada una enfermedad emergente o reemergente de presentación cosmopolita, que presenta la más amplia distribución latitudinal, longitudinal y altitudinal. Ha sido reportada en 51 países de África, América, Asia, Europa y Oceanía y se estima que existen entre 2,4 a 17 millones de personas afectadas en el mundo, y 180 millones de personas en riesgo de adquirir el parásito(13-17)

F. hepatica es el único parásito capaz de originar zonas hiperendémicas humanas desde el nivel del mar, como en la provincia de Gilan en el Mar Caspio en Irán; hasta altitudes superiores a los 3.800 msnm en altiplanos y valles de Bolivia y Perú. No hay otro parásito heteroxeno que presente tan amplia distribución como F. hepatica(18).

La enfermedad se considera emergente en países asiáticos como Irán y Vietnam, y Egipto en África. La situación más grave en el continente asiático se da en Irán con reportes entre 10.000 a 30.000 personas enfermas, y hasta 6 millones en riesgo de adquirir el parásito. La enfermedad ocurrió de manera esporádica hasta 1989, año en que se presentó un brote que afectó a 10.000 personas. Un problema aún más grave ocurre en algunas zonas rurales endémicas de Egipto en provincias del Delta del Nilo, provincias altas y en la ciudad de Alejandría con prevalencias en humanos entre 7% y 17%, esto representa un número aproximado de 830.000 personas infectadas y un total de 27,7 millones en riesgo de infectarse(19,20).

En Europa la enfermedad se ha diagnosticado en 19 países. La mayoría de los casos se encuentra en Francia, Portugal, España y la antigua URSS. En Francia se reportó una importante área endémica con 300 personas infectadas(11,21).

En Centro América la fasciolosis es un problema de salud en las Islas del Caribe especialmente en zonas de Puerto Rico y Cuba. En 1983 en Cuba un brote afectó a más de 1.000 personas(3). En cuanto a América del Sur, los principales problemas de salud humana se presentan en Bolivia, Perú, Ecuador y en menor proporción Chile(15).

En Perú, la región endémica animal ocupa el 48% del territorio nacional, en el cual viven 7.759.000 personas en riesgo de infectarse. Con una prevalencia de 9.7% se estima que puede haber hasta 742.000 personas afectadas(22). Las cifras de morbilidad en Bolivia corresponden a 360.000 personas, localizadas en la región norte del altiplano. Este carácter hiperendémico mostró prevalencias entre 72% y 100% mediante técnicas coprológicas y serológicas respectivamente(23)

En Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay y Venezuela, la fasciolosis humana aparece muy focalizada y de manera esporádica.


Fasciolosis, zoonosis emergente y reemergente vista desde una dimensión ambiental (Revisión)
Introducción
Aproximación al estudio de la fasciolosis en Colombia
Ambientes físico y biológico
Ambiente antrópico
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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