Actualmente en el mundo entero los trastornos
funcionales gastrointestinales, tales como la dispepsia funcional y el síndrome
de intestino irritable (SII) son problemas muy frecuentes, atendidos en un
primer lugar por los médicos generales o médicos de atención primaria(1);
en un pequeño porcentaje son referidos al especialista en vías digestivas.
Cuando la sintomatología predominante se manifiesta por síntomas
gastrointestinales superiores, la mayor parte del problema está relacionado con
la dispepsia funcional.
En la mayoría de los casos, la dispepsia se
considera una enfermedad en la cual la persistencia y la recurrencia de los
síntomas pueden interferir con las actividades de la vida diaria y producir importante morbilidad. La dispepsia
puede ser funcional u orgánica, siendo la más frecuente la funcional, es decir,
aquella en la cual no se encuentra una causa orgánica(2). Las
causas orgánicas que pueden explicar los síntomas de dispepsia son muchas, y
van desde una causa benigna, como la úlcera péptica hasta una maligna, como el
cáncer gástrico(3).
El objetivo del presente trabajo es aportar
datos acerca de la gran variedad de manifestaciones que puede presentar la
dispepsia y, por otra parte, sugerir un enfoque terapéutico racional, dirigido
a dos de los problemas subyacentes: el ácido y la dismotilidad.