Julio-Septiembre 2015 63
ISSN 1317-987X
 
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Parasitología
Enteroparásitos en arena de playa como indicadores de contaminación fecal y su relación con condiciones ambientales en playa Quizandal, Puerto Cabello, marzo 2013 - enero 2014

Introducción

Algunos parásitos son vehiculizados a través de alimentos, suelos y agua, por lo que su trasmisión está íntimamente ligada a factores medio ambientales y a condiciones socio-económicas. Por tanto, la disposición inadecuada de las excretas con alto contenido de formas parasitarias resistentes en el suelo facilita su trasmisión. Algunas infecciones parasitarias en el hombre suelen transmitirse a través del contacto directo con el suelo contaminado, dada la existencia de parásitos que cumplen parte de su ciclo de vida en la tierra para alcanzar su forma evolutiva infectante, por lo cual se denominan geohelmintos (1).

En todo el mundo, aproximadamente 1500 millones de personas, casi el 24% de la población mundial, está infectada por geohelmintos. Las helmintiasis transmitidas por el suelo están ampliamente distribuidas por las zonas tropicales y subtropicales, especialmente en el África subsahariana, América, China y Asia oriental. Más de 270 millones de niños en edad preescolar y más de 600 millones en edad escolar viven en zonas con intensa transmisión de esos parásitos y necesitan tratamiento e intervenciones preventivas. Las principales especies de helmintos transmitidos por el suelo que infectan al hombre son Ascaris lumbricoides, Trichuris trichiura, Necator americanus y Ancylostoma duodenale según la Organización Mundial de la Salud (2).

La mayoría de las playas en Latinoamérica presentan suelos arenosos, húmedos, oxigenados y temperaturas que oscilan entre 25º-31ºC que favorecen la sobrevida y desarrollo de las formas parasitarias infectantes de los geohelmintos. El número estimado de parásitos en la arena de playa depende de ciertos factores tales como la estación del año, precipitaciones, temperatura atmosférica de la región, condición de la marea, así como también el grado de afluencia de temporadistas durante periodos vacacionales (3). Es así como los huevos depositados en el suelo se desarrollan más lentamente a temperaturas más bajas, mientras que la tasa de desarrollo aumenta a temperaturas más altas3. Por su parte, la humedad previene la desecación y muerte de las larvas en desarrollo, y además tiene un efecto sobre la motilidad de las mismas ya que en ambientes secos el movimiento probablemente no sea posible,mientras que las precipitaciones generan dispersión de las larvas (4).

La presencia de animales domésticos o en estado de abandono, y la ausencia o mal funcionamiento de baños públicos en las playas; son factores que incrementan el riesgo de adquirir infecciones antropozoonóticas en piel, ojos, sistema gastrointestinal, ya sea al caminar con los pies descalzos, asolearse en las playas, o simplemente al ingerir alimentos con cierto grado de arena contaminada con parásitos (3- 6), que se genera ante el desconocimiento que tienen las personas acerca de la transmisión de las parasitosis.

A nivel internacional, se ha considerado establecer parámetros microbiológicos como indicadores de contaminación ambiental en los ecosistemas de los suelos y agua en zonas recreacionales tales como playas, lagos y ríos, de gran atracción turística. Así por ejemplo, Brasil cuenta con El Consejo Nacional de Ambiente (CONAMA) (7) que contempla la evaluación parasitológica de la arena de playa.

En relación a esto, Rocha et al. (8) relacionaron la prevalencia de parásitos con factores ambientales tales como temperatura ambiental y del suelo, el porcentaje de humedad y la exposición a luz solar; así como también las estaciones climáticas del año en siete playas del municipio de Santos, Brasil, empleando técnicas de sedimentación espontánea de Lutz y de flotación de Faust, así como la técnica de Rugai modificada, obteniendo como resultado: 82,5% de positividad para larvas y 37,1% para huevos de Anquilostomideos. Además 59,4% y 4,8% correspondieron a huevos de Toxocara spp. y larvas de Strongyloides spp. respectivamente, 11,6%, de huevos de Ascaris lumbricoides y 10% quistes de Entamoeba spp. La mayor recuperación de estos parásitos correspondió a los períodos Mayo - Octubre y Febrero - Marzo, en los cuales se registraron precipitaciones. Los autores reflejan la importancia de estos agentes parasitarios, así como también enfocan la importancia de la detección de huevos de Ascaris lumbricoides como un marcador biológico importante de la contaminación fecal humana y alerta la posible transmisión de otros agentes infecciosos (8).

Se ha descrito una frecuencia de 32,7% de enteroparásitos en 110 muestras de arena de tres playas del Municipio San Vicente – Brasil (9), evidenciando larvas de Anquilostomídeos y huevos de Ascaris spp. mediante la técnica de sedimentación espontánea. Por su parte; en Paraiba – Brasil (10), la frecuencia de parásitos de importancia en salud pública se ubica en 67,8% en 14 playas de gran afluencia de temporadistas, en el que 50% de muestras de arena seca y 85% de arena mojada presentaron formas parasitarias correspondientes a huevos (21,9%) y larvas (15,6%) de helmintos, así como quistes de protozoarios (62,5%), obtenidos por las técnicas sedimentación espontánea y Rugai modificada. Esto demuestra el riesgo potencial de adquirir parasitosis por contacto con arena de playa y la importancia de realizar estudios que fomenten evaluaciones parasitológicas en playas de manera que se minimice el riesgo de infecciones.

En Venezuela, las playas constituyen el lugar recreacional por excelencia; por lo que suele evaluarse ciertas condiciones que determinan si se encuentra “apta” o no para bañistas. A pesar de esto, las normativas vigentes (11,12) no estipulan la determinación de parásitos en arena de playa, por lo que no existe una completa evaluación de condiciones de salubridad ambiental.

Sin embargo, se han generado diversas investigaciones en este país (13-18) que evidencian la presencia de parásitos de importancia en salud pública en suelos de parques recreacionales y áreas de esparcimiento con distintas características granulométricas del suelo. Guerrero et al. (18) demostraron la presencia de larvas rhabditoides (8,3%) y filarioides (2,1%) de Strongyloides spp., huevos (2,1%) y larvas rhabditoides (12,5%) de Anquilostomideos., huevo de Toxocara spp. (4,2%) y Ooquiste de Isospora belli (2,1%) en 110 muestras de arena de una playa de Puerto Cabello – Venezuela; procesadas por las técnicas Willis, Rugai modificada, y lavado con solución salina 0,85% con la posterior sedimentación espontánea. Además, obtuvieron mayor frecuencia de parásitos en época de sequía en relación a la de lluvia, probablemente debido a una mayor depuración o dispersión de formas parasitarias por las precipitaciones; que disminuyen la tasa de recuperación de los mismos.

Por tanto, se consideró importante determinar la presencia de enteroparásitos en arena de playa como indicadores de contaminación fecal y su relación con condiciones ambientales en Playa Quizandal, Puerto Cabello, en el periodo de marzo 2013-enero 2014, dado que es un sitio recreacional público, de fácil acceso, con gran afluencia turística y es un punto de partida para trasladarse a islas cercanas.


Enteroparásitos en arena de playa como indicadores de contaminación fecal y su relación con condiciones ambientales en playa Quizandal, Puerto Cabello, marzo 2013 - enero 2014
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Materiales y Métodos
Resultados
Discusión
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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