Julio-Septiembre 2015 63
ISSN 1317-987X
 
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Parasitología
Enteroparásitos en arena de playa como indicadores de contaminación fecal y su relación con condiciones ambientales en playa Quizandal, Puerto Cabello, marzo 2013 - enero 2014

Discusión

La frecuencia de recuperación de formas parasitarias patógenas para el humano, en muestras de arena de playa Quizandal, resultó menor que la señalada en Playa Blanca (18), donde se encontró una frecuencia del 25% de patógenos. A pesar de que ambas playas pertenecen al mismo municipio; este resultado posiblemente se atribuya al hecho de que Playa Blanca es de libre acceso y sin horario de funcionamiento, ubicada en el casco central de Puerto Cabello; mientras que playa Quizandal presenta un horario de visitas y de acceso más limitado.

Considerando que según el estudio realizado por De Castro et al.(26), una muestra de arena positiva para formas parasitarias de importancia clínica refleja una fuente de contaminación fecal, es posible considerar esta playa como “no apto” para el disfrute de temporadistas. A pesar de esto, durante el periodo 2013-2014 el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente de la República Bolivariana de Venezuela (27) clasificó como “apta” dicha playa en las temporadas vacacionales. Esto refleja deficiencias en el sistema de evaluación de salubridad de las playas venezolanas por parte de organismos nacionales, dado a que la normativa legal existente no contempla la determinación de parásitos antropozoonóticos como criterio de evaluación en comparación con países tales como Brasil (7).

La recuperación de parásitos patógenos resultó constante tanto en el periodo de lluvia como en el período de sequía, contrario a lo descrito por Rocha et al.(8) quienes encontraron mayor frecuencia de parásitos en el período de muestreo en los cuales se registraron precipitaciones; al igual que Andresiuk et al.(28) quienes obtuvieron la mayor recuperación de los parásitos en invierno. Este resultado pudiera atribuirse a la existencia de una fuente de contaminación fecal constante en esta playa.

Rocha et al.(8) indica que el número estimado de parásitos en la arena de playa depende de ciertos factores entre los que se encuentra el grado de afluencia de bañistas durante periodos vacacionales. En la presente investigación se obtuvo igual proporción de muestras positivas a patógenos en el período pre-vacacional como en el post-vacacional, evidentemente sin relación estadísticamente significativa (p = 0,629), reiterando la posibilidad de que exista una fuente de contaminación relativamente constante en esta playa. Es de acotar, que a pesar de que la playa dispone de baños públicos, en la mayoría de las ocasiones se encuentra fuera de servicio o bien resultan insuficientes para la cantidad de temporadistas en la playa; factor que puede favorecer la inadecuada disposición de excretas en la extensión de la playa, y por tanto la diseminación de parásitos de importancia en salud pública. Igualmente, otro factor que contribuye a ésta problemática se encuentra la presencia de perros en estado de abandono que deambulan en la playa, atraídos por el incremento de los desperdicios de comida generados en temporadas vacacionales; incidiendo en mayor deposición de excremento animal con riesgo de trasmisión de enfermedades antropozoonóticas.

Durante el periodo muestreado, realizado a tempranas horas de la mañana, la temperatura media del suelo registrada en el instrumento de campo se encontró en un rango de 28-30ºC, lo cual resulta relevante, ya que la mayoría de las playas en Latinoamérica presentan suelos arenosos, con temperaturas que oscilan entre 25º-31ºC favoreciendo la sobrevida y desarrollo de las formas parasitarias infectantes, indicando con esto que la tasa de desarrollo aumenta a temperaturas más altas (3). Así pues, la mayor recuperación parasitaria obtenida según el grado de humedad relativa correspondió al de arena seca, que puede explicarse al mayor porcentaje de salinidad de la arena mojada que disminuye la sobrevida de los parásitos, o bien a un efecto de arrastre o dispersión de los mismos por la marea, relacionándose esto a lo descrito por otros autores (3,4).

En los puntos 1, 3 y 5 de la playa se obtuvieron mayor frecuencia de parásitos de interés sanitario, que corresponden a las zonas de toldos, restaurant y una pequeña laguna natural, respectivamente; similar a lo reportado por Guerrero et al.(18). Esto representan las zonas con riesgo potencial de para los temporadistas por ser sitios de descanso, de mayor afluencia y transitabilidad, favoreciendo la infección por contacto con la arena. A pesar que durante las actividades de campo se apreció un servicio de aseo mediante el rastrillado de la playa, también fue notorio el tránsito de animales en estado de abandono, que denota la inexistencia del control animal, considerándose por tanto una de las fuentes de contaminación fecal.

Los patógenos de interés clínico-epidemiológico encontrados corresponden mayormente a larvas rhabditoides de Strongyloides stercoralis, seguido de larvas rhabditoides de Anquilostomideos y por último huevos de este mismo grupo, especies que también han sido registradas en otras investigaciones (15,18) en suelos de balnearios públicos con gran afluencia turística; evidenciando la contaminación fecal procedente de animales y humanos. No obstante, dado a que las larvas observadas fueron mayormente S. stercoralis y el hecho de que no se hallaron huevos de Toxocara spp.; permite sospechar que la principal fuente de contaminación fecal sea de origen humano.

Por lo expuesto anteriormente, surge la necesidad de implementar estrategias de control y educación sanitaria para la prevención de las infecciones de origen fecal humano y/o animal en espacios recreacionales, además de crear programas con la finalidad de disminuir y restringir el paso de animales por las playas (mascotas o en estado de abandono) ya que constituyen fuentes de infección de parásitos; así como también promover planes de aseo para eliminar adecuadamente los desechos y basura presente en la playa. Por último, se sugiere a las autoridades correspondientes incluir evaluaciones parasitológicas dentro de los criterios de clasificación de balnearios como apto o no, en temporadas vacacionales. 

Conclusiones 

No se encontró relación entre la recuperación de parásitos con las temporadas climáticas y periodo pre/post vacacionales, que podría atribuirse a una fuente constante de contaminación fecal en playa Quizandal. A su vez, la franja lineal a 14 m de la orilla ubicada en la extensión de la playa representó la zona de mayor riesgo de contaminación parasitaria para los temporadistas, al predominar parásitos de importancia clínica para el hombre en las muestras de arena seca (de menor humedad relativa), con una asociación estadísticamente significativa. De igual manera, se determinó que los puntos de muestreo a los cuales existen mayor riesgo de transmisión de parásitos patógenos corresponden a zonas de toldos, restaurant y en las cercanías de una pequeña laguna natural; con gran transitabilidad de personas. Además, la presencia de larvas y huevos de Anquilostomídeos y larvas de Strongyloides stercoralis, demostraron el riesgo de infecciones antropozoonóticas en la playa estudiada.

Es importante resaltar la adaptabilidad de los patógenos a las condiciones ambientales de playa Quizandal, presentando condiciones de salubridad no favorables para el disfrute de temporadistas, requiriéndose evaluaciones parasitológicas periódicas a fin de realizar los correctivos necesarios para disminuir el riesgo de transmisión de parásitos antropozonóticos.

Agradecimientos: Al Laboratorio Prácticas Profesionales de Parasitología del Departamento de Estudios Clínicos de la Escuela de Bioanálisis Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo sede Carabobo, Laboratorio “LIPEB” de la Universidad de Carabobo, en especial a la Dra. Emy González. A las profesoras Ing. María Félix Crespo y Lcda. Vianey Méndez, del Departamento de Estadística de la Facultad de Medicina Veterinaria, Universidad de Carabobo, sede Aragua. A la profesora Ms. Aura Palencia del Departamento de Investigación y Desarrollo Profesional, FCS Universidad de Carabobo.


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NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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